¿La fecha de nacimiento puede ser un factor decisivo en el éxito académico de los niños? Aunque parezca un detalle menor, el mes en que nacen los estudiantes llega a marcar una diferencia significativa en su desarrollo físico, emocional y cognitivo, especialmente durante la niñez y la adolescencia. Este fenómeno, conocido como el efecto de la edad relativa, se refiere a las ventajas que tienen aquellos que nacen en los primeros meses del año en comparación con sus compañeros más jóvenes del mismo grupo. En esta nota, exploraremos cómo el efecto de la edad relativa interviene en distintos aspectos del desarrollo y rendimiento de niños y niñas.
Efecto de la edad relativa: Profundizando en el concepto
Para comprender las implicaciones que puede tener el mes de nacimiento de un niño en el contexto escolar, es necesario comprender más a fondo el concepto del efecto de la edad relativa. El mismo se define como las consecuencias de la diferencia de edad entre personas que pertenecen al mismo grupo escolar, en este caso, niños. Es decir, hace referencia a las consecuencias de ser el alumno más joven de clase. (Gutiérrez, 2013)
Pongamos un ejemplo para entenderlo mejor, situándonos en el ciclo escolar que inicia en el segundo semestre del año. En septiembre, miles y miles de niños comenzarán el primer grado de Educación Primaria. Algunos de ellos, los más mayores, en unos meses cumplirán 7 años, mientras que otros, los más jóvenes, cumplirán 6 años. Por tanto, en la misma clase se encuentran niños con prácticamente un año de diferencia en su edad.
¿La diferencia de edad en niños es evidente?
Varios autores sugieren que existe una demanda claramente mayor de niños nacidos a finales de año que acuden a consulta psicológica por problemas de aprendizaje. En esta línea, una revisión bibliográfica en torno al tema muestra que un 72% de los artículos analizados confirman las consecuencias de las diferencias de edad en niños. Asimismo, según dicha investigación, el alumnado más joven de clase obtiene peores resultados en las pruebas, el profesorado tiene una percepción más pobre sobre su rendimiento y presentan menos oportunidades para realizar estudios de grado superior (Garmendia, Marti y Sistiaga, 2020).
Algunas explicaciones sobre los efectos de la edad relativa
En la actualidad, una de las discusiones presentes en la literatura es si el efecto de la edad relativa se debe a la inmadurez emocional y cognitiva o a una incapacidad real. Una de las hipótesis más extendidas es la hipótesis madurativa. Dicha hipótesis defiende que la edad relativa produce diferencias en el rendimiento debido a su menor maduración (Gutiérrez, 2013).
A su vez, el desarrollo cerebral es progresivo y, por tanto, funciones neuropsicológicas como la atención, la percepción o la memoria, y los procesos relacionados con el control y la autorregulación cognitiva se van adquiriendo poco a poco. Los niños más jóvenes se encuentran en dicho proceso de desarrollo, por lo que al compararse con los mayores existen diferencias importantes, sobre todo en la educación primaria (Navarro, García-Rubio y Olivares, 2015).
El papel de las expectativas
Por otro lado, las expectativas del profesorado también juegan un papel importante dicho proceso. Así, las creencias de los profesores sobre sus alumnos influyen en el rendimiento de los mismos, algo que se denomina efecto Pygmalion. El mismo explica cómo los profesores suelen tener expectativas más bajas respecto al alumnado más joven.
Consecuentemente, dichas expectativas podrían reforzar el bajo rendimiento escolar de los niños, lo cual tendría un impacto negativo en su autoconcepto y en su desarrollo educativo en general. Todo esto a su vez, influiría en el bienestar emocional y en la motivación de los estudiantes, dificultando su progreso y desempeño en el entorno escolar (Marsh, 2016).
Contribución del fenómeno de la indefensión aprendida
Adicionalmente, es interesante mencionar que, en algunos casos, las explicaciones de los profesores pueden estar dirigidas al nivel medio de clase, lo que hace que sea más difícil para el alumnado más joven, que tendría que esforzarse más que los demás. A pesar de ello, incluso si no obtuvieran los resultados deseados en ese escenario, se llegaría a producir un fenómeno denominado indefensión aprendida.
En estos casos, cuando un alumno no consigue los resultados deseados pese al esfuerzo que hace, atribuye sus resultados a algún factor interno (por ejemplo, sentirse incompetente). En consecuencia, deja de esforzarse y estudiar, tomando una posición pasiva, debido a que piensa que sus esfuerzos serán inútiles.
¿El efecto de la edad relativa es temporal?
Hay varios autores que defienden que este efecto tiende a disminuir a medida que pasan los años dado que el cerebro se va desarrollando y las funciones cognitivas se van consolidando. Por tanto, las diferencias entre el alumnado decrecen con el tiempo, por lo que se habla de un efecto posiblemente pasajero y relacionado con el nivel de madurez . Sin embargo, su influencia es capaz de acarrear consecuencias negativas por un tiempo y a largo plazo si no se reconoce y dirige adecuadamente.
Estrategias para disminuir el impacto de la edad relativa
Afortunadamente, las consecuencias negativas que puede tener este efecto a largo plazo, son evitables. Existen algunos países en los que no se han encontrado dichas diferencias entre el alumnado joven y mayor, y tal vez se deba a la flexibilidad en los métodos de agrupación. Por ejemplo, en Dinamarca es posible retrasar un año el comienzo en educación primaria si lo ven conveniente según el caso. Entonces, la presente alternativa sería especialmente útil para el alumnado que ha mostrado un rendimiento bajo en la etapa preescolar.
Por otro lado, algunos autores refieren que existe un desproporcionado número de alumnado más joven en clase que es derivado al psicólogo por dificultades de aprendizaje, siendo los trastornos de aprendizaje los más comunes. Sin embargo, solamente el 20.78% de los derivados es finalmente diagnosticado o recibe una educación especial (Gledhill, Ford y Goodman, 2002).
El rol clave del profesorado
Debido a esto, es importante la sensibilización del personal docente ante esta población, ya que juega un papel mediacional importante entre la escuela y el servicio clínico psicológico. Pues, los profesionales clínicos dependen en gran medida del relato del profesorado sobre la conducta, competencias y desempeño del niño.
De la misma forma, se recomienda que estos profesionales sean muy prudentes con el diagnóstico, asegurándose que evalúan las capacidades en relación con la edad cronológica del paciente y su desarrollo en general. Así se evitaría el sobrediagnóstico de trastornos del neurodesarrollo, como el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y los trastornos de aprendizaje, evitando también la sobreutilización de fármacos.
Conclusión
A modo de conclusión, se ha de destacar la importancia de conocer la diferencia entre los trastornos del neurodesarrollo y el efecto de la edad relativa en niños, ya que requieren de distintas formas de intervención. Por ello, es relevante considerar ciertas estrategia para disminuir su impacto y evitar que perdure en el tiempo. Así, aunque el efecto antes mencionado parece ser una realidad difícil de evitar, hay maneras de reducir su impacto y promover una mayor equidad en el ámbito académico.
Sin embargo, un aspecto que aún requiere más atención es cómo el presente efecto interactúa con otros factores, como el entorno familiar o el nivel socioeconómico. Dichos elementos son capaces de agravar o mitigar el impacto de la edad relativa, lo que abre nuevas posibilidades de investigación y acción. ¿Podría un enfoque más personalizado que tenga en cuenta estos factores adicionales ser la clave para una mayor equidad? Por último, si te interesa aprender a analizar los aspectos detallados en la nota, te invitamos a nuestro curso sobre el cuestionario de madurez neuropsicológica para escolares (CUMANES).
Referencias bibliográficas
- Garmendia, J., Marti, I. y Sistiaga, A. (2020). Adin erlatiboaren efektua eskola-garaian. Uztaro: giza eta gizarte-zientzien aldizkaria, 113, 93-109.
- Gledhill, J., Ford, T. y Goodman, R. (2002). Does season of birth matter? Research in Education, 68, 41-47. https://doi.org/10.7227/RIE.68.4
- Gutiérrez, D. (2013). Revisión y propuestas de intervención sobre el Efecto de la Edad Relativa en los ámbitos educativo y deportivo. Retos: nuevas tendencias en educación física, deporte y recreación, 23, 51-63. https://doi.org/10.47197/retos.v0i23.34568
- Marsh, H. W. (2016). Cross-cultural generalizability of year in school effects: Negative effects of acceleration and positive effects of retention on academic self-concept. Journal of Educational Psychology, 108(2), 256-273. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5831912
- Navarro, J.-J., García-Rubio, J. y Olivares, P. R. (2015). The Relative Age Effect and Its Influence on Academic Performance. Plos One, 10(10), e0141895. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0141895