La cafeína es una de las sustancias psicoactivas más consumidas en el mundo y se encuentra en diversas bebidas y alimentos. Si bien sus efectos estimulantes sobre el sistema nervioso central son ampliamente documentados, su relación con los trastornos de ansiedad, continúa generando debates. En esta nota profundizaremos sobre los hallazgos de una investigación que examina la influencia de la cafeína en la ansiedad y los ataques de pánico.

La cafeína y su impacto en el organismo

Se trata de un psicoestimulante disponible en productos como café, té, chocolate y refrescos, así como también en ciertos medicamentos. Su popularidad se debe a sus efectos excitatorios, que ayudan a combatir la fatiga y mejorar la concentración. Sin embargo, su impacto en el sistema nervioso central va más allá de un simple impulso de energía.

miedo, trastorno de ansiedad, cafeína y ataques de pánico, la cafeína, cafeína, trastorno de pánico, cafeína y ansiedad

Cuando se ingiere, actúa bloqueando los receptores de adenosina, un neurotransmisor que promueve la relajación y el sueño. Al impedir su acción, provoca un aumento en la liberación de neurotransmisores excitatorios, como la dopamina y la norepinefrina. Dicho proceso genera una activación del sistema nervioso simpático, lo que se traduce en un estado de mayor alerta y sensación de energía.

El trastorno de pánico: Una respuesta intensa de miedo

Por otro lado, el trastorno de pánico (TP) es un tipo de trastorno de ansiedad que se caracteriza por la aparición repentina e inesperada de ataques de pánico. Tales episodios constituyen momentos de miedo intenso que pueden durar varios minutos y que suelen ir acompañados de síntomas físicos y emocionales muy angustiantes.

Así, es importante entender que, un ataque de pánico, no es solo un estado de nerviosismo o preocupación extrema. En este sentido, se trata de una reacción intensa del cuerpo, capaz de presentarse sin un desencadenante claro. Durante los episodios, la persona experimenta síntomas como:

  • Palpitaciones o aumento del ritmo cardíaco.
  • Dificultad para respirar o sensación de asfixia.
  • Sudoración excesiva.
  • Mareos o sensación de desmayo.
  • Miedo intenso a perder el control o a morir.

Analizando el impacto

En dicho contexto y, debido al amplio consumo de la cafeína, una nueva investigación tuvo por objetivo evaluar los efectos de esta sustancia sobre la ansiedad y la aparición de ataques de pánico en personas con TP y en individuos sin diagnóstico clínico. Para ello, se analizaron estudios en los que se administraba cafeína en dosis de 400 a 750 mg, comparándolo con un placebo.

miedo, trastorno de ansiedad, cafeína y ataques de pánico, la cafeína, cafeína, trastorno de pánico, cafeína y ansiedad

Cabe resaltar que fueron incluidos únicamente artículos con diagnósticos clínicos verificados y se excluyeron aquellos que no reportaban datos sobre ansiedad o ataques de pánico. Al final, el análisis agrupó datos de 244 pacientes con TP y 122 sin ningún diagnóstico, permitiendo evaluar diferencias en la respuesta a la cafeína entre ambos grupos.

Resultados: Lo que reveló el análisis

Los hallazgos del estudio fueron contundentes. En primer lugar, más de la mitad de los pacientes con TP tuvieron un episodio tras consumir cafeína, mientras que ninguno reaccionó igual bajo placebo. Asimismo, al compararlos con los pacientes sin diagnóstico clínico, la diferencia fue aún más notoria: solo el 1,7 % de ellos reaccionó de forma similar tras ingerir cafeína. Así pues, los datos muestran con claridad que existe una alta sensibilidad a la sustancia en personas con el mencionado cuadro.

Por otro lado, el estudio también observó un aumento significativo en los niveles de ansiedad, tanto en aquellos con TP como en los que no contaban con un diagnóstico. Sin embargo, el efecto fue notablemente más intenso en el primer grupo, reforzando la hipótesis de una mayor vulnerabilidad fisiológica y psicológica a la cafeína.

Cómo la cafeína impacta según quién

Aunque los resultados fueron consistentes, el metaanálisis no pudo determinar si, a mayor cantidad de cafeína, mayor sería la ansiedad o el riesgo de un ataque de pánico. Y es que muchos de los estudios utilizaron una misma dosis de cafeína (480 mg, unas cinco tazas de café), sin compararla con cantidades menores o mayores. Por esta razón, todavía no está claro si cantidades menores de dicha sustancia también podrían causar efectos similares en personas más vulnerables.

miedo, trastorno de ansiedad, cafeína y ataques de pánico, la cafeína, cafeína, trastorno de pánico, cafeína y ansiedad

También hay que señalar que la estimulación entre la cafeína, la ansiedad y los ataques de pánico parece explicarse por mecanismos tanto fisiológicos como cognitivos. Es decir, los efectos en el cuerpo, como el aumento de la frecuencia cardíaca o la activación del sistema nervioso, podrían ser interpretados por algunos como señales de peligro. Consecuentemente, tal interpretación, habitual en el TP, es capaz de desencadenar ansiedad intensa o un ataque, aumentando la reactividad.

Limitaciones a tener en cuenta

Si bien los hallazgos fueron consistentes, el número limitado de estudios incluidos reduce la posibilidad de aplicar los resultados a diferentes grupos de personas. Las muestras analizadas no reflejan toda la diversidad de quienes conviven con un TP, por lo que podrían existir respuestas distintas en función de diferentes variables. Por otro lado, no se dispone de evidencia suficiente para determinar si quienes reaccionaron negativamente a la cafeína presentarían una respuesta similar ante una exposición posterior.

La falta de datos sobre la repetición del efecto impide determinar si la reacción es constante en el tiempo o si puede variar de un día a otro. A su vez, debe considerarse que todas las pruebas se realizaron en condiciones controladas y en estado de reposo, lejos del entorno cotidiano. Por ende, aún queda por investigar cómo influye la cafeína en situaciones con mayor carga emocional o en combinación con otros factores estresantes presentes en la vida diaria.

Cafeína y ataques de pánico: Una mirada necesaria

Para concluir, está claro que el consumo de dicha sustancia psicoactiva suele considerarse inofensivo e incluso beneficioso en ciertos contextos, pero los resultados de este metaanálisis invitan a mirar con más atención su impacto en la salud mental. En personas con diagnóstico de TP, la cafeína es capaz de provocar algo más que un estado de alerta. Puede, además, desencadenar un episodio agudo de malestar intenso.

Más allá de los límites metodológicos, los resultados abren interrogantes importantes para la práctica clínica y la vida cotidiana. ¿Es necesario informar sobre el consumo de cafeína en ciertos perfiles de pacientes? ¿Podría una dosis menor generar los mismos efectos? Responder a estas preguntas requerirán nuevas investigaciones, pero, mientras tanto, reconocer la posible relación entre cafeína, ansiedad y ataques de pánico es un paso fundamental para comprender mejor el vínculo entre lo que consumimos y cómo nos sentimos. Si te interesa profundizar en el diagnóstico y abordaje clínico de los ataques de pánico, te invitamos a nuestro curso sobre trastornos de pánico y estrategias de intervención.

Referencia bibliográfica

  • Klevebrant, L. y Frick, A. (2021). Effects of caffeine on anxiety and panic attacks in patients with panic disorder: A systematic review and meta-analysis. General Hospital Psychiatry, 74, 22-31. https://doi.org/10.1016/j.genhosppsych.2021.11.005