La psicoterapia emocional sistémica tiene sus orígenes desde el ámbito de intervención infantojuvenil. Bajo el amparo del modelo S-E-R (sistémica-emocional-relacional). Adaptándose, con el paso de los años, al ámbito de intervención con adultos. Además, de la neuropsicología clínica infantojuvenil. Actualmente, constituida como escuela, la psicoterapia emocional sistémica no deja de ser un modelo de terapia integradora y no patologizadora que se adapta a la sociedad actual. Y, junto a ello, posibilita evaluar la organización familiar. Todo con una clara influencia humanista y de la neuropsicología clínica. A continuación, veamos qué es la psicoterapia emocional sistémica.

¿Qué es la psicoterapia emocional sistémica?

La psicoterapia emocional sistémica es un enfoque desde una perspectiva holística e integradora, basada en ayudar a los sistemas a buscar el equilibrio, desde una causalidad circular. Además de patrones actuales que mejoran las relaciones con los diferentes sistemas que rodean a la persona. No se buscan etiquetas ni el origen o raíz del problema.

Psicoterapia emocional sistémica: ¿Qué es?

Sino incorporar los mecanismos cerebrales implicados en los estados emocionales subyacentes a la conducta como forma de entender el síntoma. Y, de este modo, poder generar cambios estables, profundos y permanentes que permitan un bienestar al consultante y su familia.

Factores sociales influyentes en el abordaje de la psicoterapia 

Los ritmos de vida frenéticos, falta de conciliación del ámbito laboral o de políticas sociales que protejan a la familia e infancia, están perjudicando la llamada sociedad de bienestar. De hecho, cada vez son más los casos de menores que acuden a consulta con una sintomatología de “horfandad emocional”. Consecuencia de la falta de presencia emocional de sus cuidadores primarios.

Sin duda, una etapa del ciclo vital temprana donde tan importantes son los cuidadores primarios para afianzar un apego seguro, reforzar la autoestima y comunicación. Además de contar con un espacio de expresión emocional con sus referentes.

El papel de la familia

A lo largo de los últimos años ha evolucionado enormemente la institución familiar. Desde la heterogeneidad de los modelos familiares actuales hasta sus funciones y competencias. Además, la falta de estabilidad laboral, dificultades en la conciliación familiar y cambio de valores en a nivel social, entre otros, ha generado un tipo de transformaciones en su organización.

Como consecuencia, resulta inapelable que la psicoterapia también requiera de una adaptación a tales circunstancias para garantizar la efectividad en sus tratamientos. Requiriéndose, así, un tipo de psicoterapia que se adapte a la logística, disponibilidad y recursos de cada familia. Y que, además, sea capaz de reflejar los síntomas y necesidades emocionales, respetando los valores, ideologías y creencias de la estructura familiar.

Influencia en la terapia familiar sistémica

Emerge como una posibilidad de entender cada caso e incorporar, de manera directa o indirecta, a los diferentes miembros del sistema implicados con el síntoma. ¿El motivo? Sin un trabajo en red con la familia o los sistemas implicados podemos encontrarnos con resistencias al cambio.  

Por ello, es fundamental la comprensión desde una perspectiva más amplia, con causalidad circular y neutralidad. Por consiguiente, el significado de las relaciones y contenido juegan un papel crucial en el proceso terapéutico. La narrativa de la familia es el resultado del significado que hace de la experiencia relacional. Así como del mantenimiento del síntoma. Que, en muchas ocasiones, permite la homeostasis de la familia.

Psicoterapia emocional sistémica

Se nutre de una clara e indudable influencia de la anterior. Sin embargo, de manera histórica, es importante recordar que, aunque la terapia familiar sistemática más ortodoxa aborda postulados contrastados a partir de la conducta de la familia, apenas se teorizó la parte emocional.

Así, la psicoterapia emocional sistémica se sustenta de raíces indiscutiblemente sistémicas, planteando nuevos postulados y técnicas. Seguidamente, se complementa su abordaje a través de aspectos emocionales que justifican y permiten el cambio de una manera más profunda, estable y permanente.

Influencia en las corrientes humanistas

Desde una perspectiva e influencia de diversas corrientes humanistas en la psicoterapia emocional sistémica se considera crucial reconocer la influencia de los procesamientos de funcionamiento emocional. Especialmente para poder establecer hipótesis, entender el síntoma y realizar técnicas sistémicas.

En los modelos humanistas no se apela al pasado del consultante y se evita las clasificaciones, centrándose en las capacidades y herramientas de la persona. Características y principios de trabajo que comparte la psicoterapia emocional sistémica. A diferencia de las corrientes humanistas, en la psicoterapia emocional sistémica se trabaja en el presente. Aunque, de manera puntual, puede volverse al pasado.

Equilibrio emocional en la psicoterapia sistémica

Con el fin de vivir una mayor consciencia del presente y promover la reflexión sobre la conducta. La psicoterapia emocional sistémica propone un equilibrio entre las emociones, cogniciones y conducta como parte integral de la interacción humana. Todo ello junto con recursos específicos relacionales que permiten una visión más global de las dinámicas familiares. Además de un manejo consciente del mundo afectivo interpersonal.

Influencia de la neuropsicología afectiva

Por esto mismo, es fundamental conocer los mecanismos neurológicos del funcionamiento emocional. De hecho, gracias a los avances de la neurociencia se ha constatado la eficacia y fiabilidad de la psicología clínica. Pues ya son muchos los campos donde los científicos evidencian que las relaciones familiares y sociales moldean el cerebro, al igual que la psicoterapia, a través de los mecanismos cerebrales de la plasticidad cerebral.  

Como señala el doctor Richard Davidson: Las estructuras del cerebro pueden cambiar en base a los estados emocionales. Ya que, accediendo a nuestros circuitos neurológicos podemos cambiar el día a día. De este modo, desde una base científica del conocimiento sobre el funcionamiento cerebral de la conducta, y a partir del abordaje del trabajo terapéutico en “clave emocional”, se acompaña a las familias. Garantizando, así, una metodología de trabajo contrastada.

Conclusión

Ciertamente, las emociones hacen posible el proceso de normalización. Como resultado, la psicoterapia emocional sistémica trabaja olvidando la etiqueta psicopatológica. Y, sobre todo, buscando en la historia de la familia comprender a cada uno de sus miembros. Por consiguiente, el fin es poder reconstruir vínculos afectivos donde el síntoma no sea necesario.

Además, este enfoque permite a las personas explorar sus experiencias emocionales en un entorno seguro y de apoyo. Al hacerlo, se favorece la comunicación y el entendimiento dentro de la familia, facilitando la identificación de patrones que pueden haber afectado sus relaciones. La psicoterapia emocional sistémica no solo se centra en el individuo, sino que también considera el impacto de la dinámica familiar en el bienestar emocional, promoviendo así un proceso de sanación colectiva.

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