El deterioro cognitivo plantea desafíos significativos en la salud, destacando la importancia de la estimulación cognitiva como herramienta preventiva. Y es que, promover la salud mental implica adoptar medidas proactivas. En este sentido, la exploración de enfoques innovadores no solo amplía nuestro entendimiento, sino que también impulsa estrategias efectivas de prevención y promoción de la salud cerebral. Por tanto, investigar a fondo este campo es esencial para desarrollar intervenciones nuevas, más precisas y personalizadas. Así, en 2022 Schaham y colaboradores llevaron adelante un estudio pionero al respecto. ¿Qué hallaron sobre el uso de puzzles en la prevención del deterioro cognitivo?
El panorama actual del deterioro cognitivo
Hoy en día, las personas han logrado mejorar la esperanza de vida en múltiples países del mundo. Sin embargo, la fragilidad neurocognitiva se presenta como una de las mayores amenazas para un envejecimiento exitoso.
Y es que, la declinación cognitiva relacionada con la edad (en lugar de la declinación física) es también el mayor temor de los adultos mayores. En esta línea, se ha intentado preservar el estado cognitivo de las personas y prevenir el deterioro cognitivo. Esto sucede porque, en el espectro entre la cognición saludable y la demencia, existe un continuo.
Algunas características
El síndrome principal en dicho continuo es el deterioro cognitivo leve (DCL). El mismo, se define como una disminución cognitiva mayor de lo esperado para la edad y nivel educativo de un sujeto, pero que no interfiere notablemente con el desempeño de las actividades diarias.
Las deficiencias en la memoria y funciones ejecutivas son comunes en tal etapa y sumamente importantes en las vidas de las personas. Tal es así, que los adultos mayores con pre-DCL perciben cambios cognitivos sutiles aún no detectados en pruebas clínicas. Usualmente, teniendo una sensación subjetiva de declive cognitivo que ha sido identificado como uno de los primeros síntomas notables del DCL.
Ejercitar la cognición
Reducir el riesgo de demencia y deterioro cognitivo está asociado con la frecuencia de práctica de actividades estimulantes. Con esto, se ha descubierto que el entrenamiento cognitivo varias veces a la semana reduce el riesgo de demencia en un 50% más que el entrenamiento realizado una vez por semana. Más específicamente, la variabilidad del entrenamiento, así como su efectividad para preservar la cognición global, ha sido estudiada en adultos mayores con deterioro cognitivo leve pero no en adultos mayores con pre-DCL.
Por lo tanto, el objetivo del estudio fue determinar si la utilización de puzzles, como entrenamiento cognitivo, es viable para su uso en adultos mayores con pre-DCL. Asimismo, se buscó evaluar en adultos mayores con DCL establecido. A partir de allí, se preveía comparar los cambios en las funciones cognitivas y ejecutivas entre pre y post intervención con los puzzles. La hipótesis de la investigación consistió en que sería viable para adultos mayores con DCL, así como para adultos mayores con pre-DCL.
Metodología: Puzzles en el deterioro cognitivo
El diseño del estudio fue experimental e incluyó dos grupos de adultos mayores. En primer lugar, uno con deterioro cognitivo leve. En segundo lugar, otro grupo de adultos mayores pre-deterioro. Ambos grupos participaron en la intervención con puzzles en aplicaciones electrónicas. Las evaluaciones previas y posteriores a la intervención fueron realizadas por evaluadores que desconocían la asignación del grupo y no estaban involucrados en la intervención. Por tanto, estos no sabían a qué grupo pertenecían los participantes.
Se seleccionaron adultos mayores de la comunidad con una edad superior a 65 años. Los mismos fueron referidos al estudio por sus familiares o médicos geriatras.
El procedimiento
Para medir la efectividad de los puzzles en la prevención del deterioro cognitivo, todos los participantes recibieron la intervención. La mencionada incluyó entrenamiento diario autónomo facilitado por sesiones semanales en grupo. Se les proporcionaron iPads a los participantes para llevar a casa y se les solicitó que jugaran a aplicaciones de puzzles 3-5 veces a la semana durante 30-60 minutos, completando un total de 15-25 sesiones de entrenamiento.
Las sesiones semanales de una hora se hicieron en un entorno de grupo reducido y las dirigió un terapeuta ocupacional. Estas incluyeron: enseñar el manejo de la tablet y permitir a los participantes explorar y practicar nuevas aplicaciones para aumentar su autoconfianza e independencia en el uso de este dispositivo.
Para las sesiones de autoentrenamiento, el terapeuta seleccionó varias aplicaciones para que cada participante las usara de forma independiente en casa. Dado que las aplicaciones no se desarrollaron específicamente para la rehabilitación cognitiva, requerían el uso e integración de diferentes componentes de las funciones ejecutivas (y no componentes aislados), lo que facilitaba la práctica de diferentes componentes cognitivos. Entre ellos, la memoria de trabajo, resolución de problemas y razonamiento.
Los resultados: ¿Puzzles en la prevención del deterioro cognitivo?
Los participantes de ambos grupos reportaron sentirse satisfechos, con sensaciones subjetivas de mejora y éxito. No obstante, se encontraron diferencias entre los grupos en cuanto a la variedad y tipo de aplicaciones utilizadas durante las sesiones de autoentrenamiento.
Los participantes con pre-DCL utilizaron aplicaciones de rompecabezas más complejas cognitivamente. Las mismas, requerían el uso de habilidades cognitivas superiores, como la resolución de problemas y el razonamiento. En cambio, los participantes con DCL utilizaron aplicaciones de rompecabezas más fáciles, que eran menos desafiantes cognitivamente.
En cuanto a la efectividad de la intervención, se encontraron valores positivos sin significancia estadística. Más específicamente, para la cognición global en el grupo de DCL y para diferentes componentes cognitivos en ambos grupos. Dichos hallazgos respaldan investigaciones anteriores, donde un estudio que utilizó métodos de entrenamiento con tablets para adultos mayores encontró efectos pequeños positivos para diferentes componentes cognitivos, con mejoras significativas solo en la velocidad de procesamiento.
Un campo nuevo pero prometedor
La investigación sobre el uso de puzzles en la prevención del deterioro cognitivo es esencial y debe continuar. Los estudios actuales sugieren beneficios, pero la necesidad de una comprensión más profunda persiste. Además, la motivación de los adultos mayores en esta intervención destaca como un factor clave, pues la adherencia a las intervenciones es destacable.
De esta forma, comprender cómo los ejercicios cognitivos impactan sobre el futuro de las personas manteniendo alta la motivación podría ser crucial para diseñar intervenciones efectivas y sostenibles en el tiempo. Sin dudas, la investigación continua es vital para abordar dichos aspectos y mejorar la calidad de vida de los adultos mayores. Por último, si te interesa la psicología aplicada a la vejez, te recomendamos nuestro curso en psicogerontología.
Referencia bibliográfica
- Schaham, N. G., Buckman, Z. y Rand, D. (2022). The effect of daily practice of Puzzle-Game apps on cognition in two groups of older adults: a Pre-Post experimental study. International Journal of Environmental Research and Public Health, 19(23), 15454. https://doi.org/10.3390/ijerph192315454