Las enfermedades crónicas representan hoy la principal causa de mortalidad a nivel global y generan un impacto significativo no solo en la salud física, sino también en la salud mental. Muchas personas que conviven con estas patologías presentan síntomas de ansiedad y depresión como respuesta al estrés sostenido que implica su condición. Ante esta realidad, la terapia cognitivo-conductual (TCC) ha demostrado una eficacia comprobada en el abordaje de dichos síntomas, posicionándose como una herramienta clave para mejorar el bienestar psicológico de estos pacientes. Por dicho motivo, analizaremos un metaanálisis reciente que examina el potencial de la TCC para aliviar los síntomas de ansiedad y depresión en personas que conviven con enfermedades crónicas.

Lo que sabemos hasta ahora…

TCC y enfermedades crónicas

Las enfermedades crónicas suelen evolucionar lentamente con el tiempo. Entre ellas, se encuentran las afecciones cardiovasculares, respiratorias, cáncer y diabetes. Concretamente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), representan el 74 % de las muertes anuales a nivel global. Además, no solo afectan la salud física, sino que también tienen un impacto significativo en el bienestar psicológico.

En dicho contexto, la depresión y la ansiedad son sumamente prevalentes en tales afecciones, dificultando aún más su manejo y disminuyendo la calidad de vida. Por tanto, resulta esencial un abordaje integral que abogue por mejorar ambas dimensiones. Siguiendo esta línea, los abordajes cognitivos-conductuales se posicionan como alternativas posibles.

¿Cómo se llevó a cabo el estudio?

Dentro de tal contexto, un metaanálisis reciente tuvo por objetivo evaluar la eficacia de la TCC para la reducción de los síntomas de depresión y ansiedad en personas con enfermedades crónicas. Incluso, exploró cómo diversas características clínicas y metodológicas influyen en los resultados del tratamiento.

Para ello, se seleccionaron artículos científicos que incluyeran participantes con una condición crónica diagnosticada, y que presentaran síntomas comórbidos de depresión y/o ansiedad. Adicionalmente, debían tener un diseño aleatorizado con un grupo de control.

¿Cuántos participantes tuvo el estudio?

TCC y enfermedades crónicas

Particularmente, la revisión incluyó 56 investigaciones. En total, la muestra combinada fue de 6049 adultos para el análisis de la depresión y 3104 personas para el de ansiedad. Asimismo, abarcaban una amplia gama de condiciones crónicas, incluidas el cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes, VIH y esclerosis múltiple, entre otras.

El impacto de la TCC

Dentro de los hallazgos principales, la TCC tuvo un efecto moderado en la reducción de los síntomas de depresión y ansiedad en personas con enfermedades crónicas. Es decir, que es una intervención eficaz para mejorar la salud mental en esta población. Para ilustrar, al ser una terapia que aborda los patrones de pensamiento negativos y promueve estrategias de afrontamiento más adaptativas, logra ayudar a los pacientes a manejar mejor el estrés asociado con su enfermedad.

Asimismo, los análisis de subgrupos indicaron que la eficacia no difirió significativamente entre los distintos tipos de enfermedades crónicas. Por si fuera poco, también se evidenció que tiene el potencial de mejorar la adherencia al tratamiento médico.

Moderadores de la intervención

Se identificaron, en los resultados, ciertos factores que moderaron los efectos del tratamiento. Entre ellos, el tipo de medida de resultado utilizada para evaluar la depresión y la ansiedad. Lo mismo ocurrió para el tipo de grupo de control utilizado en los estudios, ya que tuvo un impacto significativo en los tamaños del efecto.

TCC y enfermedades crónicas

Dentro de este orden de ideas, los diseños con grupos de control activos, es decir, aquellos que recibieron alguna intervención terapéutica alternativa como apoyo general o psicoeducación, mostraron tamaños de efecto más pequeños en comparación con los grupos de control inactivos. Esta diferencia sugiere que la eficacia de la TCC es más notoria cuando se la compara con la ausencia de intervención, en lugar de con otras formas de apoyo psicológico.

Limitaciones del estudio

Si bien el análisis proporciona evidencia sólida sobre la eficacia de la TCC en personas con enfermedades crónicas, es importante considerar algunas limitaciones. En primer lugar, los artículos incluidos presentan variabilidad en la definición y el tipo de enfermedades abordadas, lo que introduce heterogeneidad en los resultados. Además, la mayoría de las investigaciones fueron realizados en países de ingresos altos, lo que limita la generalización de los hallazgos a contextos con menores recursos sanitarios o distintas condiciones socioeconómicas.

TCC en enfermedades crónicas: Una herramienta integral

La TCC resulta ser una intervención terapéutica efectiva para aliviar la carga de la depresión y la ansiedad en personas con enfermedades crónicas. Los hallazgos respaldan su implementación como parte integral del tratamiento para mejorar el bienestar psicológico y la calidad de vida de esta población. Cabe añadir que, si bien funciona como un complemento importante a un tratamiento farmacológico, también se podría pensar como una posible alternativa al mismo, especialmente en casos donde los medicamentos generan efectos secundarios adversos o interacciones con otros tratamientos.

Asimismo, la TCC no solo beneficia el bienestar psicológico, sino que también tiene la capacidad de influir positivamente en la salud física y la adherencia al tratamiento médico. Por tanto, su integración en la atención de pacientes con enfermedades crónicas es una estrategia prometedora para abordar de manera integral sus necesidades de salud. Por último, si te interesa aprender más sobre el abordaje de esta temática, te invitamos a nuestro curso sobre TCC, estrés y ansiedad.

Referencia bibliográfica

  • Scott, A. J., Bisby, M. A., Heriseanu, A. I., Salameh, Y., Karin, E., Fogliati, R., Dudeney, J., Gandy, M., McLellan, L. F., Wootton, B., McDonald, S., Correa, A., Titov, N. y Dear, B. F. (2023). Cognitive behavioral therapies for depression and anxiety in people with chronic disease: a systematic review and meta-analysis. Clinical Psychology Review106, 1-14. Article 102353. Doi: 10.1016/j.cpr.2023.102353