El cannabis es actualmente una droga sumamente consumida en las personas jóvenes, incluso en los adolescentes. Si bien la investigación acerca de su uso problemático e impacto en adultos ha sido ampliamente difundida, no sucede lo mismo con los efectos sobre otras franjas etarias. No obstante, sabemos que iniciar el consumo en una edad temprana aumenta el riesgo de consumo intensivo, continuo, abuso y dependencia en la edad adulta. Así, artículos recientes han enfatizado en el papel de la autoestima como factor de protección contra el uso problemático del cannabis. En esta nota, ahondaremos en los efectos del consumo de cannabis en adolescentes y la importancia de la autoestima como factor protector.
¿Qué es el cannabis?
Según la Real Academia Española (RAE), el cannabis es una preparación a base de ciertas partes del cáñamo índico que, consumida de diversas formas, posee propiedades estupefacientes o terapéuticas. Su utilización se remonta al 4000 a. C., cuando China ya tenía gran variedad de aplicaciones.
A lo largo de la historia, la finalidad de esta planta ha evolucionado, desde el hachís usado como incienso en ceremonias religiosas, el cultivo y los fines medicinales, hasta la fabricación de material textil. Pese a ello, actualmente su uso más frecuente es el consumo directo o de sus derivados, debido a sus propiedades psicoactivas.
Con respecto a esto, la preocupación ante el aumento del consumo problemático en adolescentes ha crecido exponencialmente. A modo de ejemplo, según la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud (National Survey on Drug Use and Health, NSDUH, en inglés) en 2021, en Estados Unidos (EE. UU.), el 13% de personas mayores de 12 años declararon haber consumido cannabis el último mes. El porcentaje correspondiente a los adolescentes de entre 12 y 17 años es un 5,8% (Santamaría, 2023). Teniendo en consideración las altas cifras, resulta imperativo tener en cuenta los efectos que tiene el consumo excesivo de esta droga para la salud de los jóvenes.
Efectos del consumo de cannabis en el cerebro adolescente
Investigaciones recientes describen los inmensos efectos negativos en el sistema nervioso central. En primer lugar, se ha encontrado gran afectación en las zonas del hipocampo, la corteza prefrontal, los ganglios basales y la amígdala. Inclusive, otras áreas tales como el cerebelo también resultan dañadas.
En segunda instancia, hay alteraciones en los sistemas de conectividad cerebral, afectando así a los dominios cognitivos tales como el control inhibitorio, la memoria de trabajo y el control ejecutivo. Por último, se resalta el gran impacto en la toma de decisiones, la atención sostenida, impulsividad atencional, velocidad del procesamiento, y alteraciones en el aprendizaje asociativo (Santamaría, 2023).
Variables del consumo excesivo en adolescentes
El consumo excesivo de esta sustancia está asociado a diversos factores, los cuales hacen que algunos individuos sean más vulnerables a la conducta adictiva. Según hallazgos, los varones consumen más que las mujeres. Y, como respuesta a ello, se identifican aspectos asociados a la permisividad, conducta prosocial, factores culturales, el riesgo percibido por cada grupo, entre otros.
Si bien el escenario es complejo y, por ende, no es posible establecer una relación de causalidad, se presentan múltiples factores que influyen en el consumo problemático de dicha droga. Habiendo aclarado esto, podemos dividir aquellos de riesgo en tres pilares esenciales. El carácter individual, el familiar y las propias características del entorno (Pardo Fernández, 2022).
Características del entorno
Entre los más destacados se encuentra el contexto socioeconómico y la disponibilidad de la droga en el entorno. Lejos de ser un factor determinante, un nivel socioeconómico bajo se asocia con mayor probabilidad de consumo de cannabis en adolescentes. Además, con respecto a la accesibilidad de la droga, se ha demostrado que cuanto mayor sea la facilidad para obtenerla, mayor es el riesgo de iniciar y mantener en el tiempo su uso.
Familiares y amigos
Con relación al entorno familiar, los contextos donde los cuidadores principales se muestran más comprensivos plantean unos resultados que revelan un menor uso. Siguiendo esta línea, estudios confirman que establecer normas claras y dedicar más tiempo a actividades familiares disminuye la probabilidad de que los jóvenes consuman drogas. Sin embargo, en la etapa de la adolescencia, las amistades comienzan a cobrar mayor relevancia. Así, autores explican el consumo solo en base a la naturaleza del grupo de amigos (Pardo Fernández, 2022).
Variables individuales
Algunas de las variables personales que destacan en cuanto a la relación con el consumo de drogas son la personalidad, la genética, motivación hacia el consumo, percepción del riesgo y las habilidades sociales. A su vez, existen variables específicas de la personalidad tales como la impulsividad o la búsqueda de sensaciones. En este sentido, incluso se ha destacado la importancia de considerar la autoestima como un factor clave para el consumo de cannabis, pudiendo ser un posible predictor para el uso problemático de la droga.
Autoestima y consumo de cannabis en adolescentes
La evidencia científica demostró el papel protector y predictivo de la autoestima para el consumo desmedido de cannabis en los adolescentes. En gran medida, eso se debe a que parece ser una característica común de la conducta humana que influye ampliamente en el comportamiento. De este modo, la forma de comportarse de los adolescentes estará en gran medida influenciada por su autoestima.
Siguiendo con lo anterior, se ha encontrado que la baja autoestima es un factor de riesgo para el uso excesivo del cannabis, así como también para su dependencia. Al mismo tiempo, los adolescentes varones tienen mayor asociación entre baja autoestima y consumo. Por lo que, en términos generales, los adolescentes con baja autoestima pueden sentir mayor presión por consumir cannabis (Medina-Quevedo et al., 2023).
Conclusión
En conclusión, el uso problemático del cannabis en adolescentes presenta un complejo panorama de factores individuales, familiares y socioeconómicos que influyen en esta conducta. Las investigaciones destacan el papel crucial de la autoestima como un factor protector, sugiriendo que una alta autoestima puede reducir el riesgo de iniciación y dependencia del cannabis.
Resulta evidente que las intervenciones dirigidas a fortalecer la visión sobre sí mismos en esta etapa crucial es una estrategia eficaz para prevenir el consumo problemático de drogas. Por ello, es menester continuar investigando acerca del autoestima en los adolescentes para poder reducir las conductas de riesgo. Por último, si te interesa la temática, te sugerimos acceder a nuestro curso de estrategias de prevención en adicciones.
Referencias bibliográficas
- Medina-Quevedo, P., Guzmán-Ortiz, E., Álvarez-Aguirre, A., Martín del campo-Navarro, A. S. y García-Campos, M. de L. (2023). Self-esteem and cannabis use in adolescents: An integrative review. Horizonte Sanitario, 23(1), 221 230. Doi: 10.19136/hs.a23n2.5454
- Pardo Fernández, C. (2022). Variables relacionadas con el consumo de cannabis en adolescentes [Trabajo de fin de Grado] Universidad de Jaén. https://hdl.handle.net/10953.1/17617
- Santamaría Fernández, I. (2023). El consumo de cannabis en adolescente: repercusión cerebral [Trabajo de fin de Grado] Universidad de Salamanca. http://hdl.handle.net/10366/152880
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