El ritmo de la vida moderna ha llevado a una tendencia emergente que afecta a muchas personas, el jet lag social. Aunque no involucra vuelos intercontinentales, puede tener un impacto profundo en nuestras vidas al desajustar ritmos sociales con los relojes biológicos internos. En esta nota, exploraremos qué es el jet lag social y cómo puede afectarnos.

¿Qué es el jet lag social?

El jet lag social se refiere a la discrepancia entre los horarios sociales y los ritmos circadianos naturales de una persona. En otras palabras, sucede en el momento en que las obligaciones sociales y laborales nos llevan a estar despiertos y activos cuando los relojes biológicos nos indican que deberíamos estar durmiendo. Este fenómeno, identificado por primera vez en 2006, ha despertado un gran interés debido a su alta prevalencia y posibles repercusiones en la salud humana (Caliandro et al., 2021).

¿Por qué esta discrepancia?

Jetlag social, ritmos biológicos

Entre los principales motivos se encuentra la adopción de horarios de trabajo regulares y, a menudo, tempranos, que no siempre se ajustan a los ritmos circadianos naturales de las personas. Además, la omnipresencia de la tecnología y las redes ha llevado a un constante estado de conectividad.

Lo anterior, genera que las personas estén expuestas a la luz artificial de las pantallas durante la noche, lo que interfiere con la producción de melatonina, la hormona del sueño. Asimismo, las operaciones comerciales que funcionan las 24 horas del día y la presión para estar siempre disponibles pueden llevar a horarios irregulares de sueño y vigilia (Shiсh et al., 2022).

La importancia del reloj

Es importante destacar que el riesgo de desarrollar jet lag social aumenta aún más cuando la hora estándar de una zona horaria (es decir, el reloj social) se desvía todavía más de la hora solar. En algunos casos, dicha discrepancia puede ser extremadamente pronunciada. Por ejemplo, en la parte occidental de China, la hora estándar se ajusta según la hora de Pekín y, en consecuencia, se desvía 6 horas de la hora solar local.

¿Qué pasa con los horarios de verano?

El horario de verano (la práctica de adelantar el reloj una hora en primavera y volver al horario estándar en otoño) genera aún más discrepancias entre el tiempo social y el tiempo solar. Así, durante el horario de verano, las personas se ven obligadas a adelantar su rutina diaria, con despertares más tempranos y horas de acostarse temprano.

El impacto del horario de verano se ilustra mejor mediante un estudio reciente sobre el jet lag social en la población rusa que estudió el antes y después del cambio en 2011 del horario de verano (cambio de reloj semestral) al horario de verano permanente, y el posterior cambio al horario estándar permanente en 2014. Se demostró que el horario de verano permanente aumentaba la incidencia y magnitud del jet lag social en comparación con el horario estándar permanente (Taillard et al., 2021).

Jet lag social, trabajo y días libres

Durante los días laborables, muchas personas se ven obligadas a adaptar sus patrones de sueño y actividad de acuerdo con las demandas de sus empleos o responsabilidades escolares. Esto, a menudo, implica levantarse temprano por la mañana, lo que puede estar en conflicto con los ritmos circadianos naturales de algunas personas.

En contraste, los días libres, como los fines de semana, ofrecen la oportunidad de dormir más tiempo y seguir más de cerca los ritmos circadianos individuales. Ya que las personas pueden quedarse despiertas hasta más tarde y levantarse más tarde en la mañana.

Esta diferencia en los patrones de sueño entre días laborables y días libres potencia el jet lag social interno, pues el cuerpo y la mente deben adaptarse constantemente a horarios cambiantes. Así, durante los días libres, las personas compensan la falta de sueño acumulada durante la semana laboral al dormir más tiempo. Lo que puede hacer que se sientan más descansadas temporalmente. Sin embargo, tal compensación puede alterar aún más los ritmos circadianos (Hebl et al., 2022).

Jet lag social en adolescentes

Los adolescentes se asocian tipicamente con un cronotipo más tardío. La estructura de la sociedad exige que los más jóvenes se adapten a horarios matutinos para asistir a la escuela lo cual choca con sus necesidades biológicas de sueño.

Este conflicto se traduce en que, durante la semana escolar, muchos adolescentes se ven obligados a acostarse y levantarse temprano. Mientras que en los fines de semana, sucumben a su ritmo biológico más tardío, resultando en un desfase horario entre días de clase y días libres (Henderson et al., 2019).

Más allá del sueño

El impacto del jet lag social, en adolescentes no se limita únicamente al ámbito del sueño. Varias investigaciones apuntan a que, este desajuste en los patrones de sueño-vigilia puede tener consecuencias significativas en la salud mental de los jóvenes. Y es que, la privación de sueño crónica, se ha asociado con un mayor riesgo de problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad en adolescentes. Además, la irregularidad en los horarios de sueño puede afectar la capacidad cognitiva, el rendimiento académico y la regulación emocional (Mathew et al., 2019).

Algunas consecuencias del jet lag social

sueño, ritmos circadianos

Los investigadores han explorado en profundidad cómo el jet lag social se asocia con diversos aspectos de la salud. Incluyendo la nutrición y los factores de riesgo cardiometabólicos.

Así, se ha sugerido que el jet lag social no solo tiene un impacto en la calidad del sueño. Sino que además, está vinculado a patrones alimentarios poco saludables. Ejemplos de lo anterior podría ser un alto consumo de azúcares extrínsecos e ingesta reducida de fibra, aspecto vinculado directamente la obesidad (Bouman y Rutters, 2022).

Además, el jet lag social también se ha relacionado con algunos trastornos. Aunque los resultados de los estudios son mixtos y, a menudo se basan en autoinformes, existe evidencia de que el jet lag social puede estar relacionado con síntomas más graves de depresión y mayor riesgo de trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

Conclusión

El jet lag social se ha convertido en un compañero omnipresente en nuestra sociedad moderna. Aunque se pasa por alto, su impacto en nuestra salud es innegable. Pues se ha vinculado con una serie de consecuencias perjudiciales para el bienestar general. Desde trastornos del sueño y problemas metabólicos hasta afectaciones cognitivas y trastornos psiquiátricos.

Si bien aún quedan preguntas por responder, es evidente que tal discrepancia entre los tiempos internos y sociales merecen una mayor atención y conciencia por parte la sociedad en general. Si te interesa profundizar en técnicas de evaluación, diagnóstico y abordaje del sueño, te recomendamos nuestro curso en trastornos del sueño.

Referencias bibliográficas

  • Bouman, E. J. y Rutters, F. (2022). The association between social jetlag and poor health and its (nutritional) mechanisms. Public health nutrition25(9), 2582-2583. https://doi.org/10.1017/S136898002200116
  • Caliandro, R., Streng, A. A., van Kerkhof, L. W. M., van der Horst, G. T. J. y Chaves, I. (2021). Social Jetlag and Related Risks for Human Health: A Timely Review. Nutrients13(12), 4543. https://doi.org/10.3390/nu13124543
  • Hebl, J. T., Velasco, J. y McHill, A. W. (2022). Work Around the Clock: How Work Hours Induce Social Jetlag and Sleep Deficiency. Clinics in chest medicine43(2), 249-259. https://doi.org/10.1016/j.ccm.2022.02.003
  • Henderson, S. E. M., Brady, E. M. y Robertson, N. (2019). Associations between social jetlag and mental health in young people: A systematic review. Chronobiology international36(10), 1316-1333. https://doi.org/10.1080/07420528.2019.163681
  • Mathew, G. M., Li, X., Hale, L. y Chang, A. M. (2019). Sleep duration and social jetlag are independently associated with anxious symptoms in adolescents. Chronobiology international36(4), 461-469. https://doi.org/10.1080/07420528.2018.1509079
  • Shiсh, E. V., Makhova, A. A., Shikh, N. V. y Nikitin, E. Y. (2022)Voprosy pitaniia91(3), 85-95. https://doi.org/10.33029/0042-8833-2022-91-3-85-95
  • Taillard, J., Sagaspe, P., Philip, P. y Bioulac, S. (2021). Sleep timing, chronotype and social jetlag: Impact on cognitive abilities and psychiatric disorders. Biochemical pharmacology191, 114438. https://doi.org/10.1016/j.bcp.2021.114438