La adolescencia, época de notables cambios, encuentra en las neurociencias un fascinante campo de estudio, como se explora en el curso sobre adolescencia. Investigaciones revelan transformaciones cerebrales y emocionales, proporcionando claves para comprender comportamientos y decisiones juveniles. En este sentido, la exploración científica arroja luz sobre la complejidad de dicha etapa, ofreciendo valiosas perspectivas para educadores, padres y profesionales de la salud mental. Y es que, al comprender los procesos neurobiológicos subyacentes, la investigación en neurociencias contribuye a orientar de manera más informada a quienes transitan este desafiante período de la vida. ¿Cuáles son los cambios cerebrales en la adolescencia? ¿Y los sociales?

La adolescencia: Una etapa de cambios

La adolescencia, etapa de la vida que comienza con la pubertad y se cree que termina con la independencia adulta, es un período de profundos cambios sociales, psicológicos y biológicos. La misma, se trata de una época de reorientación social, en la que los jóvenes pasan más tiempo con sus pares y estos ejercen una influencia creciente en el autoconcepto, bienestar y comportamiento.

cambios en la adolescencia

Durante la adolescencia, varios aspectos clave de la cognición social continúan desarrollándose. En comparación con los adultos, los adolescentes muestran efectos más pronunciados de la influencia de los pares en la toma de riesgos, percepción de riesgos y razonamiento. También se observa una hipersensibilidad a la exclusión social y una reducción en el uso de las perspectivas de otras personas en la toma de decisiones.

Un vasto campo

Paralelamente a los cambios psicosociales, la adolescencia se caracteriza por cambios biológicos. Entre ellos, cambios hormonales y físicos que caracterizan la pubertad, así como el sustancial desarrollo del cerebro.

El campo del desarrollo neurocognitivo humano en la adolescencia ha experimentado un rápido crecimiento en las últimas dos décadas, y ahora cuenta con numerosos estudios de neuroimagen que demuestran un significativo desarrollo estructural y funcional del cerebro durante este período de la vida (Foulkes y Blakemore, 2018).

El desarrollo del cerebro adolescente

Como se ha mencionado, la adolescencia es un período de marcado desarrollo cerebral, siendo el segundo más profundo después de la infancia. Con respecto a ello, se han realizado múltiples investigaciones que estudian los cambios asociados a lo cerebral, a causa de la relación entre hormonas y cerebro.

Las primeras de ellas identificaron trayectorias de desarrollo de volumen de materia gris cortical. Sorprendentemente, se halló que seguían una forma de U invertida a lo largo de las dos primeras décadas de vida. Asimismo, había volúmenes máximos de materia gris alcanzándose en diferentes regiones cerebrales en momentos distintos durante esta etapa.

Un enigma por resolver

cambios cerebrales y psicosociales en la adolescencia

Sin embargo, algunos estudios han identificado picos anteriores durante la niñez tardía y otros han encontrado trayectorias de desarrollo diferentes (lineales o en forma de U). La investigación centrada en el grosor cortical también ha arrojado resultados mixtos.

La mayoría de los estudios han mostrado un adelgazamiento cortical generalizado a lo largo de la infancia y la adolescencia, con la mayoría identificando reducciones lineales a lo largo del desarrollo. No obstante, existen hallazgos que muestran un engrosamiento en áreas del lenguaje y en el lóbulo temporal. Contrariamente, otros no han encontrado cambios en regiones similares (Vijayakumar et al., 2016).

Entonces… ¿Qué sabemos?

Como hemos visto, los resultados de las investigaciones sugieren múltiples trayectorias en el desarrollo, en ocasiones contradictorias. A pesar de ello, hay evidencia y cierta coincidencia en la existencia de, al menos, dos procesos concurrentes. Veámoslos:

  • Sobre lo anterior, se hipotetiza que están relacionados con cambios en el grosor cortical. El primer proceso implica una reorganización sináptica dinámica. El mismo involucró estudios post mortem identificando una reducción en el número de sinapsis, neuropilo y/o células gliales corticales durante la adolescencia.
  • El segundo proceso se relaciona con cambios en la materia blanca. Allí, se discute sobre la profundización de la materia blanca subcortical y la continua mielinización intracortical. En cuanto al área superficial de la corteza, se han sugerido múltiples cambios. Sin embargo, sigue siendo incierto. Pues, independientemente de los mecanismos subyacentes específicos, es probable que el grosor y el área superficial de la corteza proporcionen información independiente sobre el desarrollo cerebral. Es decir, que sea altamente variable entre sujetos, especialmente dada la evidencia de variabilidad genética y ambiental (Romeo, 2017).

Cambios psicosociales en la adolescencia: Más allá de lo biológico

La adolescencia, como etapa clave del desarrollo humano, implica cambios que van más allá de lo estrictamente biológico. Erikson, por ejemplo, destacó la búsqueda de la identidad como la tarea central del periodo. Dicha identidad, que se construye hacia finales de la adolescencia, abarca aspectos como la aceptación del cuerpo, el conocimiento y la aceptación de la propia personalidad, identidad sexual, vocacional y formulación de una ideología personal.

La construcción de una identidad personal implica un proceso activo de exploración y toma de decisiones, donde los adolescentes deben distinguir entre quiénes son y quiénes desean ser. Otra tarea esencial en la adolescencia es el logro de la autonomía, que implica la independencia emocional y económica de los padres.

Los cambios pueden ser difíciles

Lo mencionado es un proceso que puede llevar a conflictos y rebeldía, pero también a la formación de lazos emocionales profundos con pares. La competencia emocional y social se desarrolla en tal contexto, influyendo en la autonomía y búsqueda de identidad. En él, las interacciones con el resto desempeñan un papel crucial al ampliar perspectivas, contribuir al bienestar psicosocial y proporcionar un contexto para satisfacer diversas necesidades interpersonales.

Es aún más complejo

Además, durante la adolescencia se experimenta un desarrollo cognitivo avanzado, según las teorías de Piaget. El pensamiento abstracto y el razonamiento hipotético-deductivo permiten a los jóvenes explorar una variedad de alternativas de manera sistemática y lógica, facilitando la resolución de problemas complejos y la participación analítica en la sociedad. Comprender estas tareas y procesos es esencial para apoyar un desarrollo saludable y exitoso durante la adolescencia, ya que influyen en la toma de decisiones, la autonomía y la competencia emocional y social (Gaete, 2015).

Conclusión

La adolescencia, con sus cambios tumultuosos, se convierte en un escenario donde convergen las neurociencias y lo psicosocial. Investigaciones revelan no solo transformaciones cerebrales, sino también complejas dinámicas emocionales y sociales. Por ello, reconocer la intersección entre neurobiología y factores psicosociales es esencial. Integración que enriquece nuestra comprensión, ofreciendo perspectivas holísticas para guiar y apoyar a los adolescentes en su viaje hacia la adultez con empatía y sabiduría.

Referencias bibliográficas

  • Foulkes, L. y Blakemore, S. (2018). Studying individual differences in human adolescent brain development. Nature Neuroscience21(3), 315-323. https://doi.org/10.1038/s41593-018-0078-4
  • Gaete, V. (2015). Desarrollo psicosocial del adolescente. Revista Chilena De Pediatría, 86(6), 436-443. https://doi.org/10.1016/j.rchipe.2015.07.005
  • Romeo R. D. (2017). The impact of stress on the structure of the adolescent brain: Implications for adolescent mental health. Brain research1654(Pt B), 185-191. https://doi.org/10.1016/j.brainres.2016.03.021
  • Vijayakumar, N., Allen, N. B., Youssef, G., Dennison, M., Yücel, M., Simmons, J. G. y Whittle, S. (2016). Brain development during adolescence: A mixed-longitudinal investigation of cortical thickness, surface area, and volume. Human brain mapping37(6), 2027-2038. https://doi.org/10.1002/hbm.23154