El concepto de interocepción refiere a nuestra habilidad para percibir señales internas, teniendo un papel fundamental en la regulación tanto de funciones corporales básicas, como para responder adecuadamente a nuestras necesidades fisiológicas. Algunos ejemplos de esto podrían ser el alimentarnos cuando tenemos hambre o dormir cuando estamos cansados. Sin embargo, su importancia va más allá de eso. En esta nota, se examinan nuevas técnicas de medición de la interocepción, incluyendo aquellas que refieren a los dominios cardíaco, respiratorio y gastrointestinal.

Definiendo la percepción interna

Como ya mencionamos, la interocepción consiste en la capacidad que tiene el cuerpo para percibir y procesar señales internas, como el latido del corazón y la respiración. Esta conexión mente-cuerpo resulta fundamental para la conciencia corporal, la toma de decisiones y la salud mental y física.

Asimismo, también juega un papel importante en la regulación emocional, ya que nos ayuda a percibir nuestras emociones y estados internos. Lo anterior, resulta esencial para gestionar respuestas fisiológicas como el estrés, pudiendo así actuar en pos de nuestra salud y bienestar.

En este sentido, dentro del ámbito de la neuropsicología, el estudio de este fenómeno ha avanzado significativamente en los últimos años. Incluso, se ha estudiado la relación entre las variables género y percepción interna, alertando ciertas diferencias. Actualmente, uno de los modelos con más validez para explicar este fenómeno es el llamado modelo tridimensional de interocepción.

Las tres dimensiones de la interocepción

El modelo tridimensional proporciona una estructura para comprender cómo las personas perciben y procesan las señales internas de su cuerpo. A continuación desglosaremos sus tres componentes clave:

  • Precisión interoceptiva: Capacidad objetiva de detectar señales internas del cuerpo. Un ejemplo sería el ser capaz de identificar correctamente señales fisiológicas, como el ritmo cardíaco, la respiración o la sensación de hambre.
  • Sensibilidad interoceptiva: Refiere a la habilidad autorreportada de detectar estas señales y la tendencia a enfocarse en ellas. Este componente se evalúa a través de cuestionarios y escalas donde la persona informa sobre su percepción y atención a las señales corporales.
  • Conciencia interoceptiva: Alude a la correspondencia entre las habilidades objetivas y autorreportadas en la detección de señales internas del cuerpo.

¿Cómo medir la interocepción?

Con el fin de medir el cómo los individuos logran detectar, interpretar y responder a las señales internas de sus cuerpos, se han desarrollado diferentes pruebas, principalmente en los dominios cardíaco, respiratorio y gastrointestinal. Cabe destacar que, dentro de cada dominio, existen diferentes tareas y métodos específicos, lo que contribuye a comprender mejor la interocepción y su impacto.

Diferentes dominios, diferentes tareas

interocepción señales internas

A nivel respiratorio, se evalúa la capacidad de los participantes para seguir y reportar su frecuencia respiratoria. Además, se mide su resistencia en actividades físicas para evaluar la percepción del esfuerzo.

En el dominio cardíaco, se examina la habilidad de las personas para estimar su pulso y detectar latidos del corazón con estímulos sincronizados. Asimismo, se evalúa la sensibilidad a las señales cardíacas, como los cambios inducidos por ejercicio o estrés.

Finalmente, en cuanto al sistema gastrointestinal, se valora la percepción de la distensión en el tracto digestivo. Esto se realiza mediante métodos invasivos o no invasivos. También se evalúa la respuesta a estímulos en el tracto digestivo y la sensación de saciedad o plenitud tras la ingesta de alimentos.

Buscando una mayor precisión de medida

A pesar de su relevancia, las medidas de precisión interoceptiva se caracterizan por importantes limitaciones. Por dicho motivo, un estudio publicado en la revista Neuroscience and Biobehavioral Reviews tuvo por objetivo proporcionar una revisión sistemática de las nuevas tareas de medición interoceptiva discutiendo sus fortalezas y debilidades, y haciendo recomendaciones constructivas para una mejora continua.

Estos nuevos métodos buscan mejorar la evaluación de la percepción de señales internas. De esta forma, se discuten tareas prometedoras que evitan que los participantes utilicen estrategias de adivinanza informada, en las cuales usan información previa o suposiciones para completar tareas de percepción interoceptiva. Por ejemplo, en una tarea de conteo de latidos del corazón, una estrategia de adivinanza podría implicar seleccionar un número al azar sin realmente enfocarse en detectar su frecuencia con precisión.

¿Cómo percibimos el ritmo cardíaco?

En el estudio se hace mención a que se han desarrollado tareas para medir la interoceptividad relacionada con la frecuencia cardíaca. En la primera de ellas, los participantes deben contar sus latidos, y la precisión de la interoceptividad se basa en la asociación intra-individual de los latidos reportados y los latidos reales por minuto. Esta tarea evalúa la sensibilidad de los participantes a los cambios en la frecuencia cardíaca a lo largo del tiempo.

En segundo lugar, otras tareas propuestas implican que los individuos ajusten tonos o coordinen acciones con sus latidos cardíacos. Para ello, deben sincronizar estímulos externos con su ritmo cardíaco.

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Sensibilidad a la respiración

Por otro lado, el artículo discute una nueva tarea para la evaluación de la interocepción en el dominio respiratorio. La misma implica que los participantes realicen dos respiraciones por ensayo: una con resistencia y otra sin ella, en orden aleatorio. Deben identificar cuál respiración es más difícil.

Señales internas gastrointestinales

Por último, en el dominio gastrointestinal se analizan tres técnicas. En la primera de ellas se debe beber agua hasta que el participante se sienta saciado; luego, hasta la plenitud máxima. La precisión interoceptiva se mide como el porcentaje de saciedad respecto al volumen total. Por su parte, la tarea de estimulación mecanosensorial implica la detección de distensiones mecánicas con un globo inflado en el colon o esófago. A pesar de ser un avance, requiere más investigación sobre su practicidad y validez.

La última prueba presentada implica la administración de glucosa. En esta, los participantes consumen una cantidad específica de glucosa y luego se les pide que informen sobre su nivel de hambre en diferentes momentos, mientras se mide el nivel de dicha sustancia en sangre.

Limitaciones en el estudio de la interocepción

A pesar de los novedosos resultados encontrados, se deben considerar las limitaciones del estudio, que incluyen la falta de tareas óptimas y desafíos en la validez y confiabilidad de las medidas. Para el futuro, se recomienda desarrollar nuevas tareas, abordar las limitaciones identificadas y validar las tareas más prometedoras. Resulta crucial mejorar la validez, confiabilidad y practicabilidad de las medidas de precisión interoceptiva, considerando las necesidades de investigación y clínicas.

Consideraciones finales sobre la consciencia interna

En resumen, la revisión sistemática identificó varias tareas recientemente desarrolladas para medir la precisión interoceptiva en sus tres principales dominios. Aunque muchas de ellas presentan limitaciones, se destacaron algunas como más prometedoras y dignas de mayor atención y validación. Se han mencionado tareas específicas en cada dominio que muestran potencial para proporcionar medidas más válidas y confiables de la precisión interoceptiva.

Para finalizar, es importante recordar que las diferencias individuales en la interocepción pueden influir significativamente en el bienestar. A modo de ejemplo, las personas con más ansiedad tienden a prestar más atención a las señales internas. Por otro lado, las personas con depresión suelen tener dificultades con la precisión interoceptiva, lo que puede afectar su capacidad para percibir señales internas de hambre, saciedad o emociones positivas. Por esto, resulta crucial continuar investigando y desarrollando técnicas que contribuyan a su entendimiento.

Referencia bibliográfica

  • Desmedt, O., Luminet, O., Walentynowicz, M. y Corneille, O. (2023). The new measures of interoceptive accuracy: A systematic review and assessment. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 105388. Doi: https://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2023.105388