La película Harta (Straw, 2025), en Netflix, se erige como un lienzo clínico y emocional, donde cada gesto dialoga con estructuras profundas del yo. Lejos de una narrativa contingente, exhibe una exploración introspectiva de mecanismos disfuncionales. Su historia articula temas de trauma, memoria intrusiva, regulación emocional y conflictos identitarios. Antes, como inciso, es importante recordar que las películas a menudo exageran o simplifican los trastornos psicológicos para favorecer la narrativa. Esto puede distorsionar la comprensión real de dichas condiciones. Por lo que no debe asumirse como una base para diagnósticos clínicos ni para comprender plenamente las complejidades de los trastornos en la vida real. No obstante, este tipo de análisis psicológico resulta valioso por su capacidad de simbolizar procesos psíquicos universales, representar metáforas del sufrimiento mental y poner en escena formas narrativas del trauma que, aunque ficcionadas, resuenan con la experiencia subjetiva de quienes lo padecen. Veámoslo. Contiene spoiler.

Ilusión de normalidad hasta el colapso

Tengo que hacerlo todo yo sola, cada maldita cosa que hago yo sola. Nadie nos ve, nadie nos oye… (Janiyah).

Janiyah enfrenta cada día la maternidad en solitario, la pobreza estructural, el racismo sistémico y la precariedad laboral. Se despierta sola para preparar el desayuno, lleva a su hija (quien padece una enfermedad crónica) al colegio sin apenas descanso, trabaja aguantando comentarios condescendientes y clientes hostiles… Todo ello ocurre mientras esquiva deudas, amenazas de desahucio y horarios que no perdonan su condición de madre soltera.

película Harta 
Cosulich, B. (2025). Taraji P. Henson como Janiyah Wiltkinson. [Imagen de la película Harta/Netflix]. Recuperado de www.marieclaire.com

Al principio, comienza el día intentando cumplir lo mundano, lleva a Aria al colegio, trabaja en el supermercado, enfrenta cobros. En estas escenas tempranas, su tensión es apenas perceptible. Una leve rigidez en la mandíbula, miradas breves al vacío.

Esa aparente normalidad es precisamente lo que hace explotar el clímax. Psicológicamente, esta alineación entre lo ordinario y lo opresivo prepara el terreno para lo inesperado, la ruptura radical de su mundo.

¿Cuál es el disparador sensorial en Harta?

Si te vuelvo a ver, donde sea, daré con la forma legal de pegarte un tiro en la cabeza, ¿me oyes? (policía a Janiyah).

Quedemos claro que no es un solo evento devastador lo que produce el colapso, es la sumatoria constante de microviolencias (de su jefe, la clienta, el policía, la casera…). Sin embargo, todo se intensifica durante la pelea con el presunto asaltante en el supermercado. Janiyah, por proteger las medicinas de su hija, finalmente dispara.

Ya sé que no tienes ni dinero, por eso he puesto tus cosas ahí, pero lo que no cojas que sepas que te va directamente a la basura (casera a Janiyah tras desahuciarla después de perder a su hija).

Ahora, ese gesto va más allá de un acto de autodefensa. Es la crisis de lo que en psicología se llama punto de inflexión traumático. De este modo, en ese instante, su cuerpo y mente responden ante una fuerza acumulada (no solo un miedo inmediato, años de precariedad emocional) con una salida violenta que rompe con su yo cotidiano.

El papel de la hija

Durante el robo al banco, Janiyah interactúa con Aria, aunque en realidad su hija murió la noche anterior. El estar conversando con lo inexistente puede reflejar una disociación por duelo complejo. Y no, no encaja mucho con una alucinación o delirio, es una construcción mental defensiva (Lanius et al., 2010).

Cosulich, B. (2025). Harta se estrenó en Netflix el 6 de junio de 2025. [Imagen de la película Harta/Netflix]. Recuperado de www.marieclaire.com

Entonces, hay una defensa psíquica extrema ante un trauma insoportable, que se manifiesta en forma de reexperiencia vívida y disociación. Así, su mente refuerza una realidad imaginada para evitar un colapso mayor.

Trauma en Janiyah

Desde la teoría del trauma, sabemos que los eventos traumáticos tienden a romper la capacidad narrativa del sujeto. Lo inenarrable se vuelve repetitivo, discontinuo, intrusivo (Caruth, 1996). Así puede ser el modo en que la mente traumatizada almacena y revive los recuerdos.

Despersonalización y desrealización

Todo lo anterior, mezclado con el fenómeno de despersonalización, vivencia de observarse desde fuera sin poder integrarse. Mismamente, cuando está en el banco, parece actuar de forma mecánica, sin congruencia emocional. Como si ella misma no estuviera allí del todo, observando la escena desde fuera de su cuerpo. Podría decirse que su mente está funcionando en modo desconectado.

Por otro lado, lo hemos comentado ya, hay muchas escenas mezclan el pasado con el presente sin una lógica clara (por ejemplo, flashbacks que se funden sin transición con la realidad actual). En consecuencia, el mundo pierde coherencia perceptiva para ella. No está experimentando la realidad como el resto de los personajes. Como inciso, ambos fenómenos suelen aparecer juntos en personas que han atravesado un trauma extremo.

Legado del trauma‑film

Las ventajas de ser un marginado (The Perks of Being a Wallflower, 2012), Réquiem por un sueño (Requiem for a Dream, 2000), Vals con Bashir (Waltz with Bashir, 2008), El hijo de Saúl (Son of Saul, 2015), Fragmentos de una mujer (Pieces of a Woman, 2020). Estas son algunas de las obras que podemos englobar en el llamado trauma‑film.

Cosulich, B. (2025). Película escrita, dirigida y producida por Tyler Perry. [Imagen de la película Harta/Netflix]. Recuperado de www.marieclaire.com

Harta es una película que preserva elementos del llamado trauma‑film paradigm, donde escenas de tensión actúan como desencadenantes potentes de respuesta emocional. Por eso engancha, el sistema emocional permanece en hipervigilancia crónica, parece que lo peor aún estuviera por venir (Kaplan, 2005).

Aquí, el lenguaje cinematográfico refuerza una codificación traumática que el espectador internaliza. Replicando el proceso de consolidación mnemónica implicado en el trastorno de estrés postraumático (TEPT) (Van der Kolk, 2015).

Además, el montaje visual y sonoro propone una forma de simulación perceptiva del trauma que se ve en los fundidos ambiguos, repeticiones mínimas, imágenes sin contexto que aparecen y desaparecen como flashazos. Y no es casualidad que estos elementos que reflejan el estado psíquico de la protagonista, parezca que nos llegan. Se acaba viendo la película desde unas sensación de desorientación, anticipación ansiosa y dificultad para interpretar lo que realmente ocurre.

Conclusión

Transformar la pantalla en espacio terapéutico es una absoluta transgresión cultural. Janiyah, una madre funcional, una trabajadora puntual, una ciudadana agotada, llega al límite por efectos acumulativos. La responsabilidad maternal, pobreza, racismo, violencia institucional… La película de Harta es una invitación cultural a releer el sufrimiento.

Referencias bibliográficas

  • Caruth, C. (1996). Unclaimed experience: Trauma, narrative, and history. Johns Hopkins University Press.
  • Kaplan, E. A. (2005). Trauma culture: The politics of terror and loss in media and literature. Rutgers University Press.
  • Lanius, R. A., Vermetten, E., & Pain, C. (Eds.). (2010). The impact of early life trauma on health and disease: The hidden epidemic. Cambridge University Press.
  • Perry, T. (Director). (2025). Harta [Película]. Netflix.
  • Van der Kolk, B. (2015). El cuerpo lleva la cuenta: Cerebro, mente y cuerpo en la superación del trauma. Traficantes de Sueños.