De vez en cuando las noticias nos informan de la actuación de un asesino en serie sobre una determinada zona. Un reguero de víctimas, generalmente sin conexión entre ellas, aparecen en relativo breve espacio de tiempo. Las muertes suelen ser tremendamente violentas y la poca información que suele filtrarse a los medios nos hablan de conductas atroces cometidas sobre las víctimas. En algunos casos incluso canibalismo, mutilación o una violencia inusitada. Así, se suelen vivir tales episodios con mucho miedo si se reside por la zona de actuación, por ejemplo. Además de con una ansiedad que solo desaparece cuando las fuerzas policiales suelen detener a la persona. Ahora, en la criminalidad serial e investigación serial, como en cualquier caso, siempre puede haber obstáculos. Veamos un poco más qué problemas pueden surgir.
Investigación serial: La puesta en marcha
Con más frecuencia que un asesinato serial, la sociedad suele sufrir la actuación de agresores sexuales en serie. De hecho, quizás nos suenen más casos en los que se reporta la presencia de una serie de asaltos, generalmente sobre mujeres, con sometimiento de violaciones sexuales, acompañados en la mayoría también de violencia física (pudiendo acabar en asesinato).
En ambas situaciones se genera una situación de pánico en la sociedad.
Un aspecto que suele traducirse en presión mediática y, en la mayoría de las ocasiones, también política sobre los dirigentes de las fuerzas policiales.
¿El fin? Actuar con rapidez y competencia en la captura.
Ahora, la labor policial se torna compleja en multitud de ocasiones donde algunas investigaciones, por un motivo u otro, se hacen muy complejas y difíciles de resolver.
Una de estas suele ocurrir ante criminales seriales. Especialmente, en asesinos y agresores sexuales.
En estos casos se pone a prueba a los equipos de investigadores en una cuenta atrás que solo finaliza con la detención del culpable. Y es que, el paso de tiempo se correlaciona positivamente con una mayor probabilidad de fracaso, cantidad de información que gestionar y presión sobre el equipo (Scerra, 2011).
Cuando la investigación serial no es fácil
Una de las principales características de la criminalidad serial, especialmente en el asesinato serial (con componente sexual o no), es que el agresor es desconocido para la víctima. Es decir, no está en su círculo de relaciones, con lo que detectar, vincular e identificar a un sospechoso es muy complicado. Sobre todo, si no se cuenta con evidencias que puedan establecer una línea de investigación.
Ahora, en la mayoría de los homicidios y asesinatos, el culpable guarda una relación más o menos cercana con la víctima, por lo que los investigadores suelen empezar a investigar por el entorno directo de la víctima.
Sin embargo, si el entorno directo e indirecto de la víctima se agota sin encontrar un posible sospechoso, el número de posibles culpables se amplía enormemente, complicando la investigación y las probabilidades de resolución.
Así pues, las características de esta criminalidad serial se alejan de la criminalidad común. Por lo que la metodología, estrategias, recursos y esfuerzos son completamente distintos a los de una investigación no serial.
Problemática de la investigación serial
El primer problema en estos casos es precisamente la identificación de la serie. Esto es, los profesionales se encuentran ante crímenes que están vinculados entre ellos, forman parte de una serie y están siendo cometidos por el mismo autor o autores (Jiménez, 2011).
A esta situación no se llega de forma inmediata.
Generalmente, suelen aparecer varios casos en los que, durante el transcurso ya avanzado de la investigación, por alguna razón, se relacionan y empiezan a vincularse.
Algunas veces los casos aparecen con una relación temporal cercana, en otras suceden en momentos temporales distintos.
Este primer paso de la identificación del crimen como serial, suele ser el más difícil para las fuerzas y cuerpos de seguridad. Rossmo (2000) identifica una serie de variables que influyen y complican los esfuerzos por vincular una serie. Veámoslas.
El miedo de la sociedad
Este miedo surge especialmente en el asesinato serial, cuando se descubre que hay una persona que siente placer matando a otras y que cualquiera puede ser su próxima víctima.
Leyton, en su libro Cazadores de Humanos, cuenta la histeria que se produjo en la sociedad estadounidense cuando, en la década de los ochenta, el Departamento de Justicia informó de que había nada menos que unos cien asesinos múltiples en Estados Unidos (EE. UU.) preparados para actuar en cualquier momento.
Inexperiencia policial
Como hemos comentado anteriormente, la investigación de un caso serial es complicada. No se parece en nada a cómo se desarrolla y se gestiona por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad una investigación no serial. Aspecto que hace que a veces los propios investigadores nieguen la existencia de este tipo de criminalidad.
Generalmente, las estrategias de investigación usuales no funcionan en este tipo de casos. Se requiere un trabajo en equipo arduo, coordinado y muchos profesionales.
Problemas de jurisdicción, disputas internas y la presión mediática y política que suelen rodear este tipo de casos complican la situación.
Esta problemática pudo verse en el caso del “asesino de la baraja”.
Los investigadores siguieron varias líneas de investigación sin cuestionarse acerca de la posibilidad de que se tratara de un asesino serial hasta casi el final.
Prácticamente, cuando el propio asesino entró por la puerta de la comisaría.
La inexperiencia en este tipo de casos hace que las evidencias de vinculación no sean perceptibles para los investigadores y que se descarten todas las líneas de investigación posibles antes de admitir que se encuentran ante un asesino en serie.
Mala coordinación
En relación con este punto anterior, los esfuerzos de coordinación de las distintas fuerzas y cuerpos de seguridad del estado o policías son necesarios en este tipo de casos.
Es muy posible que cada caso, antes de ser vinculado, se asigne a distintos investigadores, que a su vez tienen sus equipos de trabajo y recursos, entre otros.
Cuando los casos por fin se vinculan y se confirma la existencia de un único autor es necesario reasignar la dirección del caso.
De este modo, hay que compartir la información entre los distintos equipos, coordinar los recursos, no duplicar los trabajos y buscar la cooperación frente a la interferencia.
Aprendizaje criminal
El criminal aprende con el tiempo y cambia su forma de actuar, lo que puede hacer que no se vinculen muchos casos al mismo autor dado que ya no se parecen entre sí, aparentemente. De hecho, un buen análisis de vinculación con casos anteriores sin resolver puede ser muy útil (Meaney, 2004).
Efecto de copy cat y falsas confesiones
El fenómeno conocido como “copy cat”, criminales que copian el modus operandi de otros criminales. Así mismo, las falsas confesiones de personas que, ante la repercusión mediática y la notoriedad que suele rodear la criminalidad serial, se autoinculpan para hacerse famosos.
Conclusión
Es necesario ser consciente de las peculiaridades y características de este tipo de investigaciones donde posiblemente la metodología, los recursos y la toma de decisiones que se realizan y usan en una investigación no serial no sean las más idóneas.
En la próxima nota veremos qué podemos hacer para solventar este tipo de problemas.
Referencias bibliográficas
- Brantingham, P. J. y Brantingham, P. L. (1984). Patterns in Crime. Macmillan.
- Egger, S. (1998). The Killers among Us: An Examination of Serial Murder and its Investigation. Prentice-Hall.
- Federal Bureau of Investigation (2005). Serial murder: Multi-disciplinary perspectives for investigators. http://www.F.B.I.gov/publications/serial_murder.htm#two
- Jiménez, J. (2011). Manual Práctico del Perfil Criminológico. Criminal Profiling. Lex Nova.
- Meaney, R. (2004). Commuters and marauders: An examination of the spatial behaviour of serial criminals. Journal of Investigative Psychology and Offender Profiling, 1, 121-137.
- Rossmo, D.K. (2000). Geographic profiling. Boca Ratón. CRC Press.
- Salfati, C. G. y Bateman, A. L. (2005). Serial Homicide: An Investigation of Behavioural Consistency. Journal of Investigative Psychology and Offender, 2, 121-144.
- Scerra, N. (2011). Impact of police cultural knowledge on violent serial crime investigation. Policing: An International Journal of Police Strategies & Management, 34(1), 83-96.
- Sorochinski, M. y Salfati, C. G. (2010). The consistency of inconsistency in serial homicide: patterns of behavioural change across series. Journal of Investigative Psychology and Offender Profiling, 7, 109-136.