Cuando se produce una muerte perinatal, un torbellino pasa por la vida de quienes esperaban con ansias el bebé, derribando la identidad construida, los proyectos y expectativas. Lo creado e imaginado deja un vacío. Y una gran duda queda latente, ¿se es padre/madre cuando se trata de un bebé que no completó su nacimiento y desarrollo? ¿Cómo sobrellevar el duelo perinatal? Existe una concepción errónea sobre la pérdida perinatal. Y es que, muchas veces se trata como una muerte no sucedida, silenciosa, de la que no se habla. Y no hay denominación para quienes la sufren.
¿Qué es la muerte perinatal?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) denomina a la muerte perinatal, aquella que se produce entre la semana número veintidós de gestación y los primeros siete días de vida después del nacimiento.
Tipos de muerte perinatal
Las muertes fetales se categorizan de acuerdo al tiempo de gestación en:
- Temprana: Entre las veinte y las veintiséis semanas de gestación.
- Muerte fetal tardía: Desde las veintiocho semanas de gestación.
- Neonatal temprana: Producida durante los primeros siete días después del nacimiento.
- Neonatal tardía: Entre el día ocho y el veintiocho después del nacimiento del bebé.
¿Cuáles son las causas de muerte perinatal?
Según la OMS (2016), el 75% de las muertes de recién nacidos se dan en la primera semana de vida, siendo las causas más comunes la prematurez, infecciones, complicaciones en el parto y defectos congénitos. Por otra parte, los trastornos hipertensivos y el parto pretérmino son los casos más comunes de muerte fetal.
Otras causas establecidas son:
- Anomalías genéticas
- Trastornos del crecimiento
- Infecciones
- Complicaciones provocadas por una falla en el funcionamiento de la placenta
- Otras condiciones neonatales
Efectos psicológicos de la muerte perinatal
Con base a investigaciones, se observó en aquellos padres que sufrieron una pérdida de este tipo sentimientos de tristeza, ansiedad, insensibilidad, culpa, desgano, irritabilidad, negación de la realidad y depresión (Soto et al., 2016).
Se agrega que, además, la personalidad de los padres, la cultura, la forma en que se concibió al bebé, si fue deseado y programado, actúan como factores de riesgo para ese tránsito por el dolor (López, 2010).
Conectar con la pérdida
Bourne (1968) estudió los efectos de la muerte en las madres y los médicos. Como resultado, encontró que los doctores tendían a reaccionar como si no hubiera acontecido nada, creyendo que era la manera más protectora para las madres. No se le permitía ver al bebé y se recomendaba tener otro pronto para remediar la pérdida.
Tras el paso de los años, y gracias a otros estudios e investigaciones sobre el tema, se puso énfasis en que los progenitores tuvieran un espacio para pensar en la muerte de su hijo y expresarla. Así, se comenzó a destacar la importancia de tener contacto con él para lograr un duelo saludable (Kirkley-Best y Kellner, 1982).
El duelo perinatal
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fourth Edition; DSM IV, en inglés) define al duelo como una reacción a la muerte de una persona querida.
Es esperable, personal, intransferible. En este caso, el duelo perinatal conlleva la pérdida de un vínculo más bien simbólico, basado en deseos y expectativas.
Con motivo de hacer un poco menos aterradora una experiencia que es devastadora, se orienta a que la familia, al igual que los profesionales de la salud, sean parte del proceso, brindando herramientas y apoyo.
Aquí, el fragmento de un testimonio sobre la pérdida perinatal:
“Mi bebé ha muerto. No me digas que es para mejor, o que las cosas pasan por una razón. Mis sueños y mi futuro están enterrados con ella. Esta impensable, inexplicable tragedia, se ha vuelto mi realidad.
Nunca seré quien una vez fui. Mi bebé ha muerto (…) La amarga estación de hielo que enfrento no puede sanar con curitas o con un beso. Así que, por favor, no trates de quitar mi dolor. Es todo lo que queda. Es la única emoción que puedo sentir (…)
Pero como el mundo continúa en completo olvido, por favor detente un momento. No me impulses a abandonar su memoria. Ofrece tu bondad. Habla a mi alma con palabras suaves. Mi bebé ha muerto”.
“Dear Cheyenne” (Joanne Cacciatore, 1996).
¿Cómo podemos ayudar frente a un caso de muerte perinatal?
Es importante que ante una situación de este tipo, podamos brindar un espacio de acompañamiento que haga que el proceso se produzca de la manera más saludable posible.
Guía para profesionales de la salud
- Poner en palabras lo acontecido, siendo honestos.
- Escuchar con empatía y comprensión. La comunicación afectiva deja huellas.
- Llamar al bebé con su nombre.
- Aceptar el silencio.
- Permitir que los padres puedan tomar decisiones. Esto les devuelve el control en un momento que lo perdieron.
- Concederles la posibilidad de elegir cómo será el parto, en el caso de que el fallecimiento haya acontecido antes; recomendando un parto natural, el cual posibilita conectar con la pérdida y, a su vez, no sufrir las consecuencias de una cesárea.
- Darles tiempo, es una situación única y marcará la diferencia.
- Ofrecer ver y alzar al bebé. Tener un recuerdo de ese momento es esencial.
- Dejar solos a los padres, que puedan despedirse, ya que será la única vez que podrán verlo.
- Permitir a la familia ser parte de ese momento si lo desean.
- Preguntar de forma general sobre sus emociones, de manera que puedan explorar los sentimientos.
- Ofrecerles participar en grupos de ayuda con padres que estén pasando por la misma situación.
- Estar disponibles como profesionales para responder de forma honesta a cualquier duda sobre la muerte (Soto et al., 2016).
Guía para la familia
- Manifestarse de forma empática, expresando su disposición. Posiblemente no la soliciten, pero sí la necesiten y agradezcan.
- Escuchar, así como también aceptar los silencios. Esto permite que puedan organizar sus pensamientos y comprender sus emociones.
- La comunicación no verbal es esencial, lenguaje corporal, contacto visual, expresión facial y tono de voz adecuados.
- Evitar las perogrulladas como, por ejemplo, “eres joven”, “las cosas pasan por alguna razón”, “tu bebé está en un lugar mejor”, “Mejor que no ha ocurrido más adelante”, “debes seguir con tu vida”. No tienen validez y generan mayor tristeza.
Conclusión
En base a testimonios de padres que sufrieron una muerte perinatal surge la siguiente pregunta: ¿Es posible superar una pérdida de este tipo?
Pensar la muerte, ponerla en palabras, sentirse acogido y comprendido por el entorno, permite que este tránsito por el dolor sea lo más saludable posible.
La manera en la que enfrentarán ese duelo perinatal dependerá de los recursos internos y externos, del apoyo y las herramientas recibidas. Por tanto, los profesionales de la salud, la familia y allegados son claves en el proceso.
Referencias bibliográficas
- American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596
- Bourne, S. (1968). The psychological effects of stillbirths on women and their doctors. The Journal of the Royal College of General Practitioners, 16(2), 103-112. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2236635/
- García, A. (2010). Duelo perinatal: un secreto dentro del misterio. Revista Asociación Española de Psiquiatría, 31(109), 53-70. https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_abstract&pid=S0211-57352011000100005
- Kirkley-Best, E. y Kellner, K. R. (1982). The forgotten grief: a review of the psychology of stillbirth. The American journal of orthopsychiatry, 52(3), 420-429. https://doi.org/10.1111/j.1939-0025.1982.tb01428.x
- Nguyen Ngoc, N. T. (2006). Causes of stillbirths and early neonatal deaths: Data from 7993 pregnancies in six developing countries. Bulletin of the World Health Organization, 84(9), 699-705. https://doi.org/10.2471/BLT.05.027300
- Villasís-Keever, M. A. (2016). Actualización de las causas de mortalidad perinatal: la OMS publicó en 2016 el ICE-PM. Revista Mexicana de Pediatría, 83(4), 105-107. https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=68234
- Soto, V., Rodriguez, N. E., Martínez, C., Rubio, S. y Martínez, C. (2016). “Guía de actuación y acompañamiento en la muerte gestacional tardía. Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca (HCUVA)” Murcia, España. Recuperado de https://www.redelhuecodemivientre.es