En el imaginario popular, los polígrafos, comúnmente conocidos como detectores de mentiras, han sido representados como dispositivos capaces de desenmascarar cualquier falsedad. Desde programas de televisión hasta investigaciones criminales, capturaron nuestra curiosidad durante décadas. No obstante, detrás de su apariencia tecnológica y uso en diversos ámbitos, esconden muchas interrogantes y debates sobre su precisión, funcionamiento y ética. En esta nota, exploraremos qué es un polígrafo, cómo opera y en qué contextos se utiliza.

¿Qué es un polígrafo?

Es una tecnología que mide diversas respuestas fisiológicas del organismo ante una situación específica y controlada. En concreto, se mesuran el ritmo cardíaco y la presión arterial mediante un mango colocado alrededor del brazo; la frecuencia respiratoria a través de tubos (neumógrafos) colocados en el pecho y la zona abdominal; y la respuesta galvánica de la piel mediante sensores colocados en las yemas de los dedos que evalúan la sudoración (Anta, 2012).

El principio detrás del uso del polígrafo es que los parámetros fisiológicos se ven modificados cuando una persona está mintiendo o sintiendo algún tipo de estrés relacionado con la veracidad de sus respuestas. Durante la prueba, se llevan a cabo preguntas relevantes y de comparación. Luego, se analizan los resultados ante las interrogaciones para poder así determinar si se presentan indicios de engaño (Honts et al., 2021).

Hagamos un breve recorrido por su historia

polígrafo y detector de mentiras

Si bien no se ha llegado a un acuerdo sobre quién fue el inventor del polígrafo, pareciese que sus primeros usos se remontan a 1895, con Cesare Lombroso. Este italiano fue quien estudió la relación entre los cambios en el sistema cardiovascular y la reacción fisiológica de las mentiras.

Posteriormente, en 1902, James Mackenzie inventó un sistema eléctrico para medir la presión arterial y el pulso yugular. Fue entonces cuando el cardiólogo escocés llamó a su invento polígrafo.

De todas formas, aquel dispositivo distaba mucho de lo que entendemos actualmente como un detector de mentiras. En este sentido, sí existe un consenso en que Leonard Keeler, en 1938, contribuyó de manera destacable a su creación, fabricando un artefacto compacto denominado Keeler Compact Polygraph (Anta, 2012).

Funcionamiento del polígrafo

En términos generales, el proceso para la detección de mentiras se da en tres pasos principales. En primer lugar, se le explica al entrevistado cómo es el polígrafo y el tipo de cuestionamientos que se le formularán. Luego, se registra la actividad fisiológica de la persona ante preguntas de control. Finalmente, a través de una serie de preguntas de sí o no, se graban nuevamente respuestas fisiológicas con ánimos de comparar y detectar variaciones.

Con respecto a los hallazgos obtenidos tras la prueba, de observarse variaciones sustanciales entre las mediciones, se determina que el sujeto podría estar mintiendo. En cambio, si no se presentan diferencias, la persona estaría respondiendo con la verdad. Asimismo, cabe la posibilidad de que los resultados sean inconclusos en situaciones donde hay pequeñas divergencias, pero que no son suficientes significativas (Anta, 2012).

Fiabilidad de los resultados

Sucede pues, que el polígrafo arroja resultados sobre modificaciones fisiológicas. Pese a ello, no es posible determinar la causa de tales alteraciones. El entrevistador podría por su parte condicionar los parámetros evaluados al evocar emociones o provocar nerviosismo en el entrevistado. En suma, existen una amplia variedad de trucos que alteran las pruebas. A modo de ejemplo, morderse la lengua o el labio hará que nuestro ritmo cardíaco, respuesta galvánica y respiración se vean distorsionadas (Anta, 2012).

Aplicaciones del polígrafo

polígrafo y detector de mentiras

Dicho instrumento es utilizado en diversas áreas. Específicamente, una de sus aplicaciones más frecuentes y conocidas, es en el contexto de la aplicación de la ley. Allí, se emplea en investigaciones jurídicas con el objetivo de evaluar la veracidad de los testimonios tanto de los sospechosos, como de los testigos.

A su vez, particularmente en juicios, los resultados de las pruebas de detectores de mentiras pueden ser presentados como evidencia en determinados países. No obstante, recalcamos que su admisibilidad varía según la jurisdicción.

Por otra parte, ciertas empresas aplican pruebas de polígrafo como parte de sus procesos de selección, o con la finalidad de monitorear a empleados en roles sustanciales, especialmente en sectores de seguridad y protección de información confidencial. De manera similar, emplean este instrumento en la evaluación de candidatos para determinados puestos en agencias gubernamentales y militares, donde la integridad y lealtad son cruciales (Honts et al., 2021).

Debates y controversias en torno al polígrafo

A pesar de su popularidad, su efectividad y validez siguen siendo objeto de debate, y su aceptación varía significativamente entre los diversos contextos. Como resultado, ciertos estudios sugieren que el polígrafo puede ser útil para identificar respuestas fisiológicas asociadas con el engaño, mientras que otros argumentan que su efectividad es limitada y que puede dar lugar a falsos positivos o negativos. Adicionalmente, existen enfoques y técnicas heterogéneas para la administración de pruebas de polígrafo, lo que genera discusión sobre cuál es la más efectiva (Blikhar et al., 2022).

Legislación y ética

Cabe añadir que la aplicación del polígrafo en procedimientos legales ha generado grandes debates. Como consecuencia, en ciertos países sus resultados no son admisibles como evidencia en los tribunales, propiciando discusiones sobre su utilidad en el sistema de justicia.

En última instancia, hay quienes formulan preocupaciones éticas en torno a la invasión de la privacidad y el consentimiento informado al momento de someter a una persona a una prueba de estas características. En este sentido, se delibera si es ético utilizar herramientas de dicha índole en contextos laborales o de seguridad, como los mencionados anteriormente.

Aspectos psicológicos: ¿Cómo influyen?

polígrafo y detector de mentiras

Tras comprender de qué manera se utiliza el polígrafo y en qué contextos, resulta interesante desatacar los aspectos psicológicos que podrían influir en su proceso de aplicación. Indudablemente, durante una prueba de polígrafo, el examinado podría evaluar el riesgo de ser descubierto al ocultar información.

Así, quienes son cuestionados, con frecuencia buscan controlar las respuestas fisiológicas al responder con una mentira, dificultando su detección. De tal forma, la capacidad de un individuo para manejar sus reacciones fisiológicas dependerá de su experiencia previa y habilidades. Igualmente, la preparación mental y las diferencias en los rasgos de personalidad impactan en cómo la persona responde a las preguntas durante el proceso (Blikhar et al., 2022).

Y… ¿En el examinador?

Ahora bien, la interpretación de los resultados del polígrafo también mantiene cuestiones subjetivas. Particularmente, los examinadores deben considerar no solo los datos fisiológicos obtenidos, sino que simultáneamente deben poder reconocer el contexto emocional y psicológico de los entrevistados. Esto requiere de una evaluación cuidadosa y una comprensión profunda de las dinámicas en juego (Blikhar et al., 2022).

Conclusión

A modo de síntesis, la utilización del polígrafo como detector de mentiras continúa siendo un tema de intenso debate, tanto en términos de precisión como de ética. A pesar de su gran popularidad, resulta crucial no pasar por alto la complejidad de los factores fisiológicos a evaluar.

En la actualidad, si bien los detectores de mentiras siguen siendo empleados en determinados contextos, la fiabilidad de sus resultados continúa siendo indagada. Por tal motivo, las investigaciones actuales exploran la posibilidad de aplicar herramientas más precisas y menos invasivas. En función de lo planteado… ¿Piensas que el polígrafo constituye una herramienta confiable para discriminar la verdad de la mentira? ¿U opinas que sus resultados deberían ser interpretados con una mayor cautela?

Referencias bibliográficas

  • Anta, J.Á. (2012). Detección del engaño: polígrafo vs análisis verbo-corporal. Quadernos de criminología: revista de criminología y ciencias forenses19, 36-46.
  • Blikhar, V., Zaiats , O., Pavliuk , N. y Kalka, N. (2022). Psychological and Legal Aspects of Verification and Detection of Lies during Polygraph Examination. BRAIN. Broad Research in Artificial Intelligence and Neuroscience13(1), 276-291. Doi: 10.18662/brain/13.1/284
  • Honts, C. R., Thurber, S. y Handler, M. (2021). A comprehensive meta‐analysis of the comparison question polygraph test. Applied Cognitive Psychology, 35(2), 411-427. Doi: 10.1002/acp.3779