Ozempic se ha convertido en un tema de creciente interés tanto en el ámbito médico como en la cultura popular. Originalmente desarrollado para el manejo de la diabetes tipo 2, este fármaco cada vez es más nombrado debido a su capacidad para reducir el apetito y promover la pérdida de peso. Sin embargo, se ha generando una amplia discusión sobre sus posibles beneficios y riesgos. ¿Qué sabemos realmente sobre Ozempic? ¿Cómo funciona y cuáles son sus efectos adversos? Y más importante aún, ¿qué implicancias tiene su uso, particularmente en el contexto de la búsqueda de soluciones rápidas para adelgazar? En esta nota exploraremos no solo la farmacología y los efectos de Ozempic, sino también las consideraciones éticas que surgen en torno a su uso.
Ozempic bajo el microscopio: ¿Qué es?
Ozempic es el nombre comercial de la semaglutida, un medicamento inicialmente desarrollado para el tratamiento de la diabetes. Pertenece a la clase de los agonistas del receptor de péptido-1 similar al glucagón (Glucagón Like Peptide-1, GLP-1, en inglés). En síntesis, constituye un tipo de hormona fundamental para la regulación de la glucosa en sangre.
Al administrarse mediante inyección subcutánea, Ozempic actúa estimulando la liberación de insulina cuando los niveles de glucosa son elevados. Así, reduce la producción de glucagón.
Además de su efecto en el control de la glucosa, este fármaco tiene la capacidad de retardar el vaciado gástrico llevando a una sensación de saciedad prolongada. Este último efecto es lo que ha impulsado su reciente popularidad como tratamiento para la pérdida de peso.
Composición del Ozempic
La composición de este fármaco incluye semaglutida como su principio activo, junto con excipientes que facilitan su absorción y estabilidad en el organismo. Al ser un análogo sintético del GLP-1, imita la acción de esta hormona natural en el cuerpo.
La capacidad dual de la semaglutida ha llevado a muchas personas sin un diagnóstico de diabetes a considerar el uso de Ozempic. Sin embargo, esta decisión podría conllevar consecuencias no deseadas para la salud de los pacientes.
Efectos adversos
En este sentido, a pesar de sus posibles beneficios, el fármaco no está exento de efectos secundarios. Entre ellos pueden darse náuseas, vómitos, diarrea, e incluso un riesgo potencial de pancreatitis y problemas tiroideos. Por tal motivo, es fundamental comprender su funcionamiento y posibles riesgos, previo a considerar su implementación (Koman et al., 2024).
Ozempic y su uso para la pérdida de peso
Ahondando en los efectos del fármaco, recientemente la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA, en inglés) aprobó la semaglutida para el tratamiento médico de la obesidad en adultos y niños mayores de 12 años. Sucede pues, que múltiples estudios han demostrado la efectividad los medicamentos con semaglutida para la pérdida de peso en adultos, incluso en aquellos sin diabetes.
A modo ilustrativo, un estudio longitudinal evaluó el uso de semaglutida para la pérdida de peso en pacientes sin diabetes. Los resultados arrojan que el 85.8% de los participantes que recibieron el fármaco alcanzaron una pérdida de peso de al menos el 5%. Asimismo, el 33.4% de los participantes en el grupo de semaglutida lograron una pérdida de peso de al menos el 20%, en comparación con solo el 2.2% en el grupo placebo (Moiz et al., 2024).
Pese a los resultados favorables del uso controlado del Ozempic para la pérdida de peso, su aumento de popularidad y demanda ha generado una escasez mundial continua del mismo. Aún así, esta es solamente una de las múltiples complicaciones y consideraciones éticas que trae consigo utilizar Ozempic con tales objetivos (Oswald, 2024).
Redes sociales: ¿Algo que ver?
La popularidad de dicho fármaco como herramienta para la pérdida de peso no solo se ha extendido por los consultorios médicos, sino también en el vasto universo de las redes sociales. En cuanto a ello, plataformas como TikTok han sido fundamentales para amplificar la demanda. Especialmente, a través del respaldo de celebridades y la viralización de contenido que promueve su uso.
Explorando los contenidos
Un análisis reciente de vídeos de TikTok con el hashtag #Ozempic reveló que la mayoría de estos se enfocaban en los efectos de pérdida de grasa asociados con el fármaco. Mientras que menos del 5% abordaban el uso no indicado o la problemática escasez del medicamento para pacientes diabéticos. De hecho, más de un tercio de estos vídeos estaban diseñados para animar o incitar a los espectadores a usar Ozempic como un método para adelgazar (Oswald, 2024).
Las repercusiones de las drogas para bajar de peso
En este sentido, el incremento en la popularidad de medicamentos como este está teniendo un impacto considerable en la percepción sobre los cuerpos. Así, tales fármacos están siendo utilizados como símbolos de un discurso que simplifica de forma peligrosa las ideas sobre salud y peso. Sea como fuere, a medida que aumenta el interés público en tales alternativas, es probable que las implicaciones éticas y sociales de esta tendencia se vuelvan aún más relevantes en el futuro próximo.
Si bien Ozempic y otros medicamentos a base de semaglutida han demostrado ser efectivos en la pérdida de peso, su uso plantea controversias y preocupaciones. Por lo que, a pesar de los resultados alentadores en términos de reducción de grasa corporal, es crucial entender que estos fármacos no son milagrosos y que su administración debe ser manejada con precaución. De esta manera, los efectos adversos de Ozempic deben ser considerados seriamente, especialmente en personas sin un diagnóstico de diabetes.
Un fármaco entre debates y discusiones
Sumado a lo anterior, el uso de Ozempic en el contexto de la pérdida de peso plantea importantes preguntas acerca de su impacto en la salud mental y en la narrativa social sobre los cuerpos. En esta misma línea, promover este tipo de medicamentos como soluciones rápidas para adelgazar podría reforzar la obsesión cultural por la delgadez, influyendo negativamente en la autoestima y el bienestar psicológico de las personas.
Es así, que algunos activistas destacan que este fenómeno en redes sociales refleja y refuerza narrativas problemáticas en torno a la gordofobia, perpetuando la discriminación contra los cuerpos no hegemónicos (Oswald, 2024).
Conclusión
El uso de Ozempic ha suscitado un creciente interés tanto en el ámbito clínico como en la esfera pública. Empero, esta tendencia hacia la utilización de fármacos para el control del peso plantea serias preocupaciones éticas y de salud.
Mismamente, desde una perspectiva de salud mental, especialmente en el contexto de los trastornos de la conducta alimentaria, la proliferación del uso de medicamentos para adelgazar puede tener efectos perjudiciales. Como consecuencia, es imperativo que cualquier consideración sobre el uso de Ozempic esté guiada por profesionales de el área que evalúen de manera integral tanto los beneficios potenciales como los riesgos asociados. Por último, si te interesa profundizar en estos cuadros desde una perspectiva interdisciplinaria, te recomendamos nuestro curso de intervención en trastornos de la conducta alimentaria.
Referencias bibliográficas
- Koman, A. M., Przygodzka, S., Gadżała, K., Janik, I., Pliszka, M., Palacz, K.A., Brygida Kułak, K., Sztybór, I., Kuśmierska, M. y Chamera-Cyrek, K. (2024). Ozempic (semaglutide) – review of pharmacological properties, mechanism of action and clinical applications. Quality in Sport, 16. https://doiorg.proxy.timbo.org.uy/10.12775/QS.2024.16.52659
- Moiz, A., Levett, J. Y., Filion, K. B., Peri, K., Reynier, P. y Eisenberg, M. J. (2024). Long-Term Efficacy and Safety of Once-Weekly Semaglutide for Weight Loss in Patients Without Diabetes: A Systematic Review and Meta-Analysis of Randomized Controlled Trials. The American journal of cardiology, 222, 121-130. https://doi.org/10.1016/j.amjcard.2024.04.041
- Oswald, F. (2024). Anti-fatness in the Ozempic era: State of the landscape and considerations for future research. Fat Studies, 13(2), 128-134. https://doi.org/10.1080/21604851.2024.2307674