Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) representan desafíos complejos, tanto para quienes los experimentan como para los profesionales de la salud que los tratan. En este contexto, el llamado signo de Russell emerge como un marcador clínico crucial que puede ser revelador de comportamientos alimentarios problemáticos. Este signo, pone de manifiesto la profundidad de la relación entre la psicología, la alimentación y la salud física. En esta nota examinaremos detalladamente el signo de Russell y su importancia en la identificación temprana y el diagnóstico preciso de los TCA.

¿Qué son los trastornos de la conducta alimentaria?

Antes de definir el signo de Russell nos introduciremos en los TCA. Los mismos, son afecciones médicas y psicológicas que pueden tener graves consecuencias para la salud física y mental de quienes los experimentan, incluyendo problemas cardíacos, desequilibrios electrolíticos, desnutrición, depresión y ansiedad.

Signo de Russell, trastornos alimenticios

Por estas razones, el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado pueden marcar una gran diferencia en el pronóstico y la recuperación del individuo afectado. Las principales características comunes en los TCA incluyen preocupaciones extremas por el peso y la imagen corporal, así como comportamientos alimentarios disfuncionales.

Ahora, ¿qué es el signo de Russell?

El signo de Russell es una manifestación física observada en pacientes con TCA, especialmente en aquellos que recurren al vómito como método para controlar su peso. Este signo se caracteriza por la presencia de cicatrices en los nudillos, resultado de la auto provocación del vómito usando los dedos.

Específicamente, lo que ocurre es que el vómito repetido expone la piel a los ácidos gástricos, que son altamente corrosivos, causando lesiones y callosidades en los nudillos. Dichas heridas pueden convertirse en cicatrices permanentes si el problema persiste. Además, el signo de Russell sirve como un indicador físico visible de los TCA subyacentes, y puede ser utilizado por los profesionales de la salud para identificar afecciones como la bulimia nerviosa.

Pero… ¿por qué se llama signo de Russell?

Es signo debe su nombre a Gerald Russell, un destacado psiquiatra conocido por su trabajo pionero en el campo de los TCA nacido en el Inglaterra, en 1928. Estudió medicina en la Universidad de Cambridge, y completó su formación en pediatría en el Hospital St. Thomas de Londres.

A su vez, Russell fue uno de los primeros en reconocer la importancia del enfoque multidisciplinario en el manejo de estos trastornos, abogando por la colaboración entre médicos, psicólogos, nutricionistas y otros profesionales de la salud. Su trabajo contribuyó significativamente a la mejora de los protocolos de tratamiento y la atención integral de los pacientes con TCA.

Telegraph Obituaries (2018). Gerald Russell, el primero que identificó y describió el fenómeno de la bulimia. [Fotografía]. Recuperado de www.telegraph.co.uk

Bulimia, trastorno independiente

Sus investigaciones pioneras sobre los trastornos alimentarios ayudaron a aumentar la comprensión médica y pública de estas condiciones. De hecho, fue uno de los primeros en identificar y describir el fenómeno de la bulimia nerviosa y desarrolló estrategias innovadoras para su tratamiento.

Russell introdujo por primera vez la bulimia nerviosa como un TCA independiente a la anorexia nerviosa en la revista científica Psychological Medicine bajo el título Bulimia nervosa: An ominous variant of anorexia nervosa, en 1979. En este artículo describió la diferenciación entre anorexia nerviosa y bulimia nerviosa, caracterizando a la última por episodios recurrentes de ingesta excesiva de alimentos seguidos de métodos compensatorios, como el vómito autoinducido.

¿Qué es la anorexia nerviosa?

La anorexia nerviosa se caracteriza por una restricción significativa de la ingesta de alimentos, lo que conduce a un peso corporal muy bajo en relación con la estatura, edad y desarrollo. En ella, existe un temor intenso a aumentar de peso, aún estando por debajo del peso normal. Su percepción del peso y la forma corporal está distorsionada, y su autoevaluación está exageradamente influenciada por el peso y la forma corporal.

Y la bulimia nerviosa…

Por otro lado, la bulimia nerviosa se identifica por episodios recurrentes de atracones de comida, seguidos por comportamientos compensatorios inapropiados para evitar el aumento de peso, como el vómito autoinducido, el uso excesivo de laxantes, los períodos de ayuno o el ejercicio excesivo. Estos episodios de atracones y comportamientos compensatorios ocurren, en promedio, al menos una vez a la semana durante tres meses.

Al igual que en la anorexia nerviosa, las personas tienen una percepción distorsionada de su peso y forma corporal, y su autoevaluación está excesivamente influenciada por estos factores. Sin embargo, a diferencia de la anorexia nerviosa, suelen mantener un peso corporal dentro del rango normal o incluso por encima del promedio.

Trastorno por atracones

El trastorno por atracón se distingue por episodios recurrentes de ingesta excesiva de alimentos en un período de tiempo definido, durante los cuales la persona siente una pérdida de control sobre su alimentación y consume una cantidad de alimentos mucho mayor de lo que la mayoría comería en un período de tiempo similar bajo circunstancias parecidas. Estos episodios se asocian típicamente con sentimientos de culpa.

A diferencia de la bulimia nerviosa, aquellos con trastorno por atracón no participan en comportamientos compensatorios, como el vómito o el uso excesivo de laxantes, para evitar el aumento de peso después de los atracones. Por tanto, es común que las personas con este trastorno experimenten un aumento significativo de peso.

Conclusión

En conclusión, el signo de Russell se caracteriza por cicatrices en los nudillos debido a la auto provocación del vómito y es un indicador importante de los trastornos de la conducta alimentaria. El trabajo pionero de Gerald Russell en la identificación y descripción del signo ha sido fundamental para la detección temprana y el abordaje de los trastornos alimenticios. Sin embargo, aún queda mucho por descubrir sobre la etiología, prevención y tratamiento.

En este sentido, es crucial continuar investigando en el campo para mejorar la comprensión del mismo y desarrollar estrategias más efectivas de intervención y prevención. Para trabajar en casos de anorexia o bulimia desde una perspectiva interdisciplinaria, te recomendamos nuestro curso de intervención en trastornos de la conducta alimentaria.

Referencias bibliográficas

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