La enuresis nocturna en los niños se manifiesta en la incapacidad que tienen para controlar la micción durante el sueño. Para quien no le suene este término, la micción es el proceso mediante el cual la vejiga elimina la orina. Como consecuencia, los niños con dicha afección tienden a mojar la cama, haciéndose pis por la noche. Ahora, es muy común que los menores mojen la cama alguna vez, dado que durante su desarrollo pueden ocurrir accidentes propios del proceso de aprendizaje. Otra historia es cuando no se desarrolla un aprendizaje correcto y se tiende a mojar la cama de forma regular. Leamos más sobre el tratamiento de la enuresis nocturna en los niños.
¿Por qué se produce la enuresis?
En primer lugar, deben distinguirse las diversas causas del fenómeno dado que puede ser el resultado de factores tanto biológicos como de aprendizaje (Úbeda y Martínez, 2012).
El entorno suele jugar un papel crucial en la aparición de la conducta desadaptativa pero en otras ocasiones, el problema es causado por una afectación meramente biológica.
Tipos de factores que influyen en la enuresis
Los niños con enuresis nocturna no pueden controlar la orina cuando están dormidos ni tampoco despertarse para ir al baño (Bascom, 2019).
Contrariamente, evacuan el contenido de la vejiga durante el sueño. Las posibles causas pueden ser:
- Ambientales: Factores estresantes como la separación de los padres o el nacimiento de un hermano pueden provocar un retraso en el aprendizaje.
- Biológicas: La falla en el control de las micciones durante la noche puede deberse a un problema en los músculos de la vejiga o en los nervios eferentes. Por este motivo, siempre es recomendable consultar un urólogo.
Tratamiento de la enuresis
Antes que nada, es fundamental que todos los padres comprendan lo siguiente: Los niños no se hacen pis para llamar la atención.
En la gran mayoría de los casos esta afección tiene repercusiones muy serias en la vida social del pequeño.
De hecho, los menores suelen sufrir ansiedad, vergüenza y evitan eventos como el ir a dormir a la casa de un amigo. Por tanto, la primera premisa para los padres es que deben entender las verdaderas causas del problema y reforzar la autoestima de sus hijos.
La enuresis nocturna en los niños no es un problema nuevo
A lo largo de la historia han surgido diversas teorías y tratamientos para esta afección. Desde castigos y reprimendas hasta pañales con descargas eléctricas. Los niños han sido víctimas de la barbarie fruto de la ignorancia. Hoy en día, gracias al avance de la ciencia y las teorías conductuales se han elaborado tratamientos mucho más humanos y efectivos.
Ejercicios de entrenamiento en cama seca
Según un metaanálisis publicado por Rosa et al. (1999) las intervenciones conductuales tienen mayor efectividad. Especialmente, el entrenamiento en cama seca propuesto por Azrin et al. en 1974. Este tratamiento es muy versátil y puede adaptarse a los niños en la actualidad.
¿En qué consiste el tratamiento de la enuresis nocturna?
Este método se basa en la repetición de una rutina de forma escalonada que favorezca el aprendizaje.
Requiere del compromiso de los padres por medio de la motivación y el refuerzo positivo (premio) ante determinadas situaciones y evitación de las represalias.
Para que el abordaje sea exitoso debe eliminarse cualquier sentimiento de culpa, ya que es algo más común de lo que se cree en personas que carecen del control voluntario sobre el hecho.
Contrariamente, se debe enfatizar en las situaciones donde hay control para reforzar el mismo de forma positiva. Los ejercicios cuentan con 5 elementos:
- Uso de aparato despertador (opcional)
- Despertar escalonado
- Ingesta de líquidos y entrenamiento en retención (primera noche)
- Ejercicios de limpieza
- Consecuencias positivas
Aplicación del entrenamiento: 3 fases
Primera fase: Primera noche
- La primera fase consta de una noche de entrenamiento intensivo. Una hora antes de acostarse, se recuerda al niño cada etapa del entrenamiento haciendo hincapié en las consecuencias positivas. Se realizan 20 ensayos de repetición. El menor bebe 1 o 2 vasos de agua y se acuesta.
- Se le despierta cada hora (de forma agradable) para que acuda al baño. Luego se le proponen dos opciones: aguantar una hora más u orinar en ese momento. En caso de aguante, se lo premia por su decisión. En caso contrario, se le pide que aguante unos minutos más (premiando esta capacidad de aguantar) y luego se le deja orinar, también premiándolo por haberlo hecho en el lugar correcto. Al volver a la cama, se comprueba la sequedad de la misma y se repite el proceso. El niño ha de decir lo que va a suceder una hora después, tomar otro vaso de agua y acostarse.
- En caso de que se haya orinado en la cama, se le llama la atención verbalmente sin recriminaciones. El menor debe terminar de orinar, limpiar la cama, cambiar las sábanas y su ropa para luego repetir los 20 ensayos positivos.
Segunda fase: A partir del segundo día y hasta lograr 7 noches consecutivas secas
- En caso de que el día anterior (intensivo) haya mojado la cama, se repiten los 20 ensayos. Se le pide que explique lo que tiene que hacer, así como también se le recuerdan los premios que va a tener si lo hace bien.
- Despertar escalonado: 3 horas después de dormirse para que vaya a orinar, el niño deberá ir sin ayuda de los padres (no se dan opciones, ni se le pide que retenga). En caso de que no orine la cama, al próximo día se lo despertará media hora antes que el día anterior (2 horas 30 minutos después de dormirse) y así, sucesivamente, hasta llegar a 1 hora exacta posterior a dormirse para suspender el despertar escalonado. En caso de que orine en la cama se mantiene la hora del día anterior. Cada vez que no moje la cama debe ser premiado por los padres al siguiente día.
- Se tiene que asegurar que el niño esté despierto a la hora de ir al baño. Para esto, se pueden plantear problemas matemáticos para que responda o pedir que cite algún texto que sea de su gusto, por ejemplo.
Tercera fase: El final
Ya no se despierta al niño en caso de que moje la cama. Es decir, se le pide que haga la limpieza y si en una semana moja dos veces, se vuelve a la fase 2 hasta lograr 7 días consecutivos.
Premios
Con premios nos referimos a cosas que pueden ser simples, como una golosina o dulce que el niño disfrute mucho. Durante la noche, cada vez que se le despierte y cumpla la consigna, el refuerzo debe ser de estimulación por parte de los padres, recordando que en caso de seguir así tendrá un premio “X” en la mañana.
Otros aspectos importantes
- Motivación positiva: Eliminar los comentarios de carácter negativo y castigos, utilizando esa energía para motivar al niño en los ejercicios. El tratamiento es a base de práctica y repetición, por lo que puede suceder que durante el mismo, el menor siga mojando la cama. No hay que hacer de esto un drama ni mucho menos. Lo único que se aplicará, en esos casos, son los ejercicios de limpieza.
- Auto-instrucciones: Se estimula al niño a decirse a sí mismo frases motivadoras, estas cobrarán mayor importancia con el avance del tratamiento. Ejemplo: ¡Yo puedo solucionarlo!
- Modelamiento: Responsabilidad y autonomía. Adquisición de hábitos como la limpieza de cama, no beber agua en las noches (excepto primer día) o ejercicios de retención diarios, entre otros.
- Registro: El tratamiento es cíclico, lo que quiere decir que ante cualquier suceso se vuelve a pasos anteriores o se avanza, no se abandona. Para fomentar esto, es necesario que el pequeño lleve un registro escrito sobre la evolución en el que pueda hacer las acotaciones que desee.
Errores a evitar en la enuresis nocturna
- Saltarse pasos del entrenamiento.
- Fallas al despertar al niño.
- No llevar un registro.
- Desalentarse y abandonar el entrenamiento.
Conclusión
Es muy importante aplicar el tratamiento bajo la recomendación e instrucción de un profesional y siempre contar con segundas opiniones.
La enuresis nocturna en los niños no puede ser un tabú dentro de la familia porque así se marca la pauta de la vergüenza. Un aspecto que, sin duda, potencia la ansiedad y dificulta el tratamiento.
Referencias bibliográficas
- Azrin, N. H., Sneed, T. J. y Foxx, R. M. (1973). Dry bed: A rapid method of eliminating bedwetting (enuresis) of the retarded. Behaviour Research and Therapy, 11(4), 427-434. https://doi.org/10.1016/0005-7967(73)90101-0
- Bascom, A., McMaster, M. A., Alexander, R. T. y MacLean, J. E. (2019). Nocturnal enuresis in children is associated with differences in autonomic control. Sleep, 42(3). https://doi.org/10.1093/sleep/zsy239
- Úbeda, M. I. y Martínez, R. (2012). Enuresis nocturna. Pediatría Atención Primaria, 14, 37-43. https://doi.org/10.4321/S1139-76322012000200005
- Rosa, A. I., Olivares, J. y Sánchez, J. (1999). Meta-análisis de las intervenciones conductuales de la enuresis en España. Anales de Psicología, 15(2), 157-167. https://revistas.um.es/analesps/article/view/30031