Ataque a los Titanes, en España, y Ataque de los Titanes, en Hispanoamérica, (Shingeki no Kyojin, 2013), adaptado del manga homónimo de Hajime Isayama, no es meramente una obra de ficción, es un espejo que refleja las complejidades de la condición humana. A través de su narrativa, se exploran temas que resuenan con las experiencias psicológicas y sociales de la humanidad. Este análisis de Shingeki no Kyojin se adentra en las profundidades de la serie, desentrañando las capas psicológicas que la componen. Contiene spoiler.
La psicología del miedo y la paranoia colectiva
La gente que teme a los titanes se esconde tras estos muros sin cuestionar nada. Pero en realidad, estos muros no nos protegen de los titanes. Solo nos impiden ver lo que realmente es el mundo (Dot Pixis, comandante de la guarnición)
Desde el inicio, la humanidad en Ataque a los Titanes vive confinada tras muros colosales, una metáfora palpable del miedo omnipresente que traspasa la mera barrera física contra los titanes. El temor constante a lo desconocido y a la aniquilación inminente genera una paranoia colectiva que moldea las decisiones y comportamientos de la sociedad.
De hecho, el miedo es el eje sobre el que gira la estructura social y política de la humanidad. La amenaza de los titanes sirve como catalizador para explorar cómo el miedo puede unificar y, simultáneamente, dividir a una comunidad (pues aquellos que cuestionan el statu quo son vistos como traidores o insensatos).
Desesperanza aprendida
Todo esto acaba dando pie a la obediencia ciega y la justificación de políticas autoritarias, resultando en la conocida desesperanza aprendida (Seligman, 1975), donde las personas, después de experimentar un miedo extremo y continuado, dejan de intentar cambiar su situación incluso cuando existen oportunidades para hacerlo.
Lo anterior, además, se refuerza con la memoria histórica de los ataques de los titanes que ha quedado impresa en la identidad cultural de la humanidad restante. Como ocurre con sociedades que han atravesado genocidios, guerras o dictaduras, el miedo aquí ni siquiera ha desaparecido con el tiempo, se ha ido transmitiendo generacionalmente a través de narrativas culturales.
La deshumanización del enemigo en Ataque a los titanes
La deshumanización no ocurre espontáneamente, sino que es una construcción deliberada dentro de un sistema ideológico. En el anime, los altos mandos dentro de los muros refuerzan la idea de que los titanes son el enemigo absoluto, creando un discurso de guerra que legitima cualquier acción tomada contra ellos. Pero, como se acaba viendo, la línea entre humano y monstruo es más delgada de lo que parece (Cantacuzino, 2011).
Los titanes son bestias grotescas e irracionales, seres que devoran humanos sin propósito aparente. Pero la estructura del enemigo como entidad inhumana se desmorona cuando se revela la existencia de titanes cambiantes, como Annie, Reiner y Bertolt.
¿Cuánto tiempo llevamos matando humanos sin darnos cuenta? (Armin)
El anime invierte progresivamente los roles de víctima y victimario. ¿No es lo que ocurre cuando Marley deshumanizaba a los eldianos como base de su sistema de opresión? ¿Son entonces los enemigos una construcción narrativa, pero no una realidad absoluta? ¿No suena esto a lo que ocurrió con la propaganda nazi contra los judíos en la Alemania de los años 30 y 40? (Hlioui, 2021).
Identidad y propósito en Ataque a los titanes
Hay una búsqueda del significado de la vida construido en medio del caos para todos los personajes, forzados a redefinir quiénes son constantemente. Es más, podría decirse que existe un dilema central, y es: si todo lo que creíamos sobre nosotros mismos resulta ser una mentira, ¿qué nos queda? Manifestado en tres niveles, además: la búsqueda del sentido en medio de la desesperación, la transformación de la identidad cuando el propósito cambia, y la angustia existencial cuando el vacío se hace evidente.
El poder de la masa
¿Sigo esta orden o actúo según mis convicciones? Este es el dilema omnipresente de muchos de los personajes. Especialmente de Eren, en quien podría verse la subversión última de ello. Pues acaba rechazando cualquier consenso y forjando su propio destino al margen de la voluntad ajena. Pero la resistencia individual puede conducir tanto a la liberación como a la destrucción total.
Ahora, ¿puede la ideología de la mayoría moldear hasta el punto de hacer creer que se actúa por voluntad propia? Sí, y además se ve claro en Floch Forster. Que acepta sin resistencia la lógica de la fuerza y la supremacía eldiana, justificando cualquier acto en nombre del bien mayor. No olvidemos que ese es parte del poder de la masa, otorgar a ciertos individuos un propósito y una identidad.
La psicopatología del poder en el anime
Este es el castigo por los pecados de nuestros ancestros. Es nuestro deber sufrir (Frieda Reiss)
El poder y la ambición son temas recurrentes, con personajes que sucumben a la corrupción moral en su búsqueda de control. Este descenso hacia la oscuridad no deja de ser un reflejo de cómo el poder, muchas veces, corrompe y distorsiona la moralidad, llevando a decisiones que sacrifican la ética por el beneficio personal o colectivo.
Y es que, el Rey Fritz no solo impuso un régimen de confinamiento dentro de los muros, sino que inculcó en la población una ideología de sumisión absoluta. Para garantizar que nadie se rebelara ni cuestionara su gobierno.
Su poder no se basaba en la violencia directa, sino en la manipulación psicológica masiva (autoritarismo pasivo). De hecho, el ejemplo más contundente de su corrupción moral es su juramento de renuncia a la guerra. A pesar de tener el poder absoluto del Titán Fundador, Fritz impuso una ideología pacifista extrema que impedía a sus descendientes usar ese poder para proteger a su gente, incluso ante la amenaza de Marley.
Conclusión
Si piensas que Shingeki no Kyojin es un relato sobre la guerra, el poder o la libertad, estás equivocado. Es una exploración profunda de la percepción humana y de cómo las narrativas construyen la realidad. Es incómoda, porque da cuenta de que no hay un enemigo absoluto, sino perspectivas moldeadas por el miedo, la historia y la necesidad de supervivencia.
Y porque, irremediablemente, la lealtad, identidad y justicia son conceptos frágiles, siempre a merced del contexto y de quién cuente la historia. Sí, todos, en algún momento, somos parte de una masa que cree tener la razón, sin ser conscientes de cuántas veces hemos sido moldeados por discursos ajenos a nuestra voluntad.
Referencias bibliográficas
- Cantacuzino, M. (2011). The line dividing good and evil. Political Theology, 12(5), 770-777. https://doi.org/10.1558/poth.v12i5.770
- Hlioui, A. (2021). The good ‘US’ vs. the evil ‘THEM’ as fluid constructs in the “Attack on Titan” manga. International Journal of Progressive Sciences and Technologies, 27(2), 1-10. https://ijpsat.org/index.php/ijpsat/article/view/3325
- Isayama, H. (2009-2021). Shingeki no Kyojin [Attack on Titan]. Kodansha.
- Isayama, H. (Creador). (2013-2023). Shingeki no Kyojin [Attack on Titan]. Wit Studio & MAPPA.
- Seligman, M. E. P. (1975). Learned helplessness: Depression, development, and death. W. H. Freeman.