El anime Pluto, estrenado en Netflix en octubre de 2023, es una adaptación del manga homónimo de Naoki Urasawa y Takashi Nagasaki, que a su vez reinterpreta el arco El mejor robot sobre la faz de la Tierra de Astro Boy de Osamu Tezuka. Esta obra no es simplemente una historia de ciencia ficción, es una profunda exploración de la condición humana a través de los ojos de seres artificiales. Contiene spoiler.
¿La tragedia de la conciencia artificial de Pluto?
En Pluto, los robots no son meras herramientas, poseen conciencia, emociones y una comprensión del mundo que rivaliza con la humana. El detective Gesicht, protagonista de la serie, es un robot que investiga una serie de asesinatos de otros robots avanzados y humanos. Así, a medida que profundiza en el caso, se enfrenta a dilemas éticos y existenciales que cuestionan la naturaleza de la identidad y moralidad.
Más allá de la programación
“Incluso las máquinas tienen corazón.” (Atom, el robot más avanzado)
Y, como no puede ser de otro modo, esta representación de robots con emociones y traumas plantea preguntas sobre la posibilidad de que las inteligencias artificiales desarrollen experiencias similares a las humanas. De hecho, estudios recientes sugieren que, aunque las IA actuales no poseen conciencia, el desarrollo de sistemas más avanzados podría llevar a la aparición de comportamientos que simulen emociones humanas (Yampolskiy, 2023).

Memoria y trauma
Un robot que participó en la 39ª Guerra de Asia Central, intenta limpiarse las manos repetidamente, diciendo con desesperación:
“No se va… Nunca se va.” (pronuncia mientras trata de eliminar una mancha invisible que simboliza las cicatrices imborrables del trauma de guerra)
Ecos de guerra
Es curioso cómo la serie aborda las secuelas de la 39ª Guerra de Asia Central, un conflicto ficticio que deja cicatrices profundas tanto en humanos como en robots. Los personajes, como North No. 2 y Epsilon, muestran síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT). Mostrando, así, la manera en la que el trauma es capaz de afectar a cualquier entidad consciente.
Una representación, además, coherente con estudios que informan sobre la forma en que el trauma puede alterar la percepción y el comportamiento, incluso en contextos no humanos (Bradshaw et al., 2009). Pues, aunque los robots de la serie son ficticios, su experiencia resuena con la comprensión actual de cómo los eventos traumáticos afectan la cognición y emoción de manera bastante fiel.
Por ejemplo, la androide Helena tiene comportamientos de evitación y pérdida de funcionalidad tras la desaparición de su esposo. North No. 2 también, al rememorar los años que sirvió como máquina de guerra, con episodios de parálisis emocional y síntomas de disociación. O incluso Brando, que lo canaliza a través de una agresividad hipercontrolada.
La ambigüedad moral y naturaleza del mal de la serie
“Cada acción tiene una consecuencia, incluso para aquellos hechos de metal.” (Gesicht)

Por otro lado, el anime presenta una visión compleja del bien y el mal. El antagonista, Pluto, no es simplemente un villano, el personaje de Sahad es manipulado y transformado en una máquina de guerra, lo que refleja cómo las circunstancias llevan a ciertos individuos a cometer actos que normalmente considerarían impensables.
En este sentido, dicha ambigüedad moral se alinea con teorías que sugieren que el mal no es una entidad externa, sino una construcción social y psicológica influenciada por el contexto y las circunstancias (Zimbardo, 2007). Al final, el anime de Pluto nos invita a reflexionar sobre cómo las acciones humanas pueden engendrar consecuencias imprevistas y cómo la línea entre víctima y perpetrador puede desdibujarse.
Identidad y autoconciencia en Pluto
Además, la búsqueda de identidad constituye otro tema central. Los robots, a pesar de su origen artificial, buscan comprender su propósito y lugar en el mundo. Y es que, Pluto tiene un enfoque profundamente humanista. Estableciendo, en cuanto a esto, un paralelismo inquietante entre la angustia identitaria de los robots y la crisis existencial inherente al ser humano.
Atom
Atom, el niño robot con capacidades emocionales excepcionales, personifica esta lucha. Tanto es así que, a lo largo de la narrativa, exhibe conductas que trascienden la mera replicación de emociones humanas, experimenta culpa, compasión y hasta un incipiente sentido de moralidad. Sin embargo, dichas experiencias no lo libran de la incertidumbre sobre su auténtica esencia.

Pero… ¿Es un ser consciente o una proyección sofisticada de las expectativas humanas? Justo es esa ambivalencia la que cuestiona la naturaleza misma de la autoconciencia: ¿Es posible que un ser artificial alcance un grado de autopercepción que lo convierta en un ser sintiente o estamos ante una ilusión reflejada en los ojos de los humanos?
Gesicht
A través de sus sueños y recuerdos, Gesicht también es un personaje que se convierte al final en un receptáculo de experiencias humanas. Su capacidad para rememorar eventos pasados, para experimentar terrores nocturnos e interrogarse sobre el sentido de su existencia, lo acercan peligrosamente a un estado de autoconciencia que oscila entre la lucidez y el delirio.
Conclusión
En última instancia, el anime Pluto queda lejos de ser solo una historia sobre robots y humanos. Es un espejo oscuro donde se reflejan las grietas de la identidad contemporánea. Si vemos más allá de las fisuras entre lo artificial y lo humano, entre lo programado y lo espontáneo, damos con un espacio intersticial donde las fronteras entre sujeto y objeto, memoria y realidad, acaban bastante difusas. En ese umbral incierto, la conciencia se revela como un devenir frágil, siempre al borde del abismo de la disolución.
Referencias bibliográficas
- Bradshaw, G. A., Capaldo, T., Lindner, L. y Grow, G. (2009). Developmental context effects on bicultural posttrauma self repair in chimpanzees. Developmental psychology, 45(5), 1376–1388. https://doi.org/10.1037/a0015860
- Urasawa, N. y Nagasaki, T. (2023). Pluto [Serie de televisión]. En Y. Nishimura (Productor ejecutivo), Pluto. Netflix.
- Yampolskiy, R. V. (2024). Artificial Intelligence Safety Engineering: Why Machine Ethics is a Wrong Approach. Journal of Experimental & Theoretical Artificial Intelligence, 35(1), 1-12.
- Zimbardo, P. G. (2007). The Lucifer Effect: Understanding How Good People Turn Evil. Random House.
Excelente artículo.
¡Muchas gracias! Me alegra que te haya resultado interesante y útil.