¿Por qué, en ocasiones, sentimos que no somos comprendidos por quienes más nos importan, incluso cuando nos demuestran afecto? Esta pregunta ha guiado durante décadas tanto investigaciones como reflexiones personales. En este marco, la teoría de los cinco lenguajes del amor, se ha popularizado como una propuesta útil para mejorar la comunicación emocional en las relaciones íntimas. Si bien nace desde un enfoque práctico y cotidiano, el modelo ha ganado interés dentro del ámbito psicológico, convirtiéndose en objeto de estudio reciente. A continuación, exploraremos en qué consiste dicha teoría, cómo se asocia con la psicología y sus implicancias en el desarrollo de vínculos saludables.

Hablemos sobre su origen…

La teoría de los cinco lenguajes del amor fue propuesta por el consejero matrimonial Gary Chapman en su libro Los cinco lenguajes del amor: Cómo expresar un compromiso sincero con tu pareja (The Five Love Languages: How to Express Heartfelt Commitment to Your Mate, 1992, en inglés). Su planteo central es que, así como las personas hablan diferentes idiomas durante la comunicación, también existen distintas maneras de expresar y recibir amor en las relaciones. Cuando tales formas no coinciden, se generan malentendidos, frustraciones y distanciamiento emocional.

Cinco lenguajes del amor
Centro de Literatura Cristiana. (s.f.). Gary Chapman, reconocido pastor bautista, consejero matrimonial y autor del influyente libro Los cinco lenguajes del amor [Fotografía]. Recuperado de www.clcuruguay.com

Concretamente, Chapman identificó cinco maneras principales en las que se suele manifestar y percibir el afecto: palabras de afirmación, tiempo de calidad, recibir regalos, actos de servicio y contacto físico. Según el autor, cada persona posee uno o dos lenguajes del amor principales, o sea, las formas más significativas a través de las cuales se siente amada y logra establecer una conexión emocional (Chapman, 1992).

Fundamentos psicológicos de la teoría

Dicha propuesta se encuentra relacionada con las teorías del apego y la inteligencia emocional. Primeramente, las preferencias por ciertas maneras podrían reflejar patrones de apego desarrollados en la infancia y manifestados en la adultez. Por ejemplo, quienes poseen un apego evitativo suelen mostrarse menos receptivos a demostraciones de contacto físico o verbales (Mikulincer y Shaver, 2016).

En segundo lugar, la inteligencia emocional, entendida como la capacidad de percibir, comprender y regular emociones propias y ajenas, es un componente clave. Aquellos con mayores niveles manejan mejor sus emociones y reportan mayor sensibilidad para responder según las necesidades afectivas del otro. Lo anterior, influye en la calidad y satisfacción de los vínculos interpersonales (Rachmi et al., 2024).

Profundicemos, entonces, en los cinco lenguajes del amor

Antes de detallarlos, queremos poner el énfasis sobre la idea de que no todos valoramos las mismas demostraciones en igual medida. Por lo que, identificar cuál es más significativo para cada uno, marcará una diferencia en la calidad de los vínculos. A continuación, se describen los cinco estilos principales:

Cinco lenguajes del amor
  • Palabras de afirmación: Son las expresiones verbales que comunican afecto, aprecio o admiración. Frases como “me encanta cómo resolviste eso” o “gracias por estar” tienen un impacto profundo en quienes valoran tal lenguaje. Dicho reconocimiento verbal refuerza la autoestima y fortalece el vínculo.
  • Tiempo de calidad: Involucra dedicar atención plena y compartir momentos significativos. Más que pasar tiempo juntos, se trata de estar presentes emocional y cognitivamente. Dichas instancias se caracterizan por el sostenimiento de una conexión mutua y la validación del otro como prioridad en la relación.
  • Recibir regalos: El acto de obsequiar representa un pensamiento en el destinatario, fortaleciendo el lazo emocional a través de la atención y la intención. A diferencia del materialismo, el enfoque no suele centrarse en el valor económico del obsequio, sino en el gesto simbólico.
  • Actos de servicio: Se tratan de acciones que alivian la carga del otro o responden a sus necesidades prácticas. Desde preparar una comida hasta ayudar en una tarea compleja, tales actos son percibidos como demostraciones de amor comprometidas.
  • Contacto físico: En este estilo, se valoran gestos como abrazos, caricias o tomarse de la mano. El contacto corporal funciona como un regulador emocional, facilitando la liberación de oxitocina y promoviendo una sensación de seguridad y cercanía.

Ahora, ¿cuál es su evidencia científica?

Si bien la teoría ha tenido una amplia difusión en el ámbito popular, su respaldo empírico dentro de la psicología científica continúa siendo limitado. Incluso, una revisión crítica reciente destaca que los tres supuestos centrales del modelo: la existencia de un lenguaje primario, la delimitación en cinco categorías y la mayor satisfacción cuando hay coincidencia en ambos miembros de la pareja; carecen de validación sólida.

A pesar de que algunas personas pueden identificarse con ciertos estilos de comunicación, la teoría no ha demostrado una consistencia estable entre estudios. Además, subrayan que el modelo tiende a ignorar factores contextuales relevantes, como las diferencias culturales, las dinámicas de poder o las normas de género, que también influyen en cómo se expresan y perciben las muestras de afecto.

Cinco lenguajes del amor

En este sentido, en lugar de pensar al amor y su comunicación mediante uno o dos idiomas principales, diversos autores proponen una metáfora alternativa: una dieta equilibrada. Es decir, los distintos comportamientos afectivos, no limitados a cinco categorías fijas, nutren la relación de formas diversas y complementarias, según las necesidades y circunstancias de cada vínculo (Impett et al., 2024).

Usos prácticos y alcances relacionales

Un estudio examinó la influencia de la intencionalidad en la práctica de tales lenguajes dentro de relaciones románticas universitarias. Los hallazgos sugieren que la intención con la que se expresa afecto resulta más decisiva que la coincidencia entre la pareja. Dicho resultado permite pensar en la utilidad del modelo en otros contextos relacionales, como la clínica o la educación. En tales espacios, la intencionalidad y la sensibilidad hacia los lenguajes del amor del otro podrían mejorar la comunicación, reducir tensiones y fortalecer las relaciones interpersonales (Langlais et al., 2025).

Por otro lado, una investigación profundizó en la aplicación del constructo dentro de la comunicación matrimonial. Los autores encontraron que el conocimiento y uso consciente de los lenguajes del amor fomentan una mayor intimidad emocional y satisfacción conyugal. Además, subrayaron la importancia de la adaptación mutua y del diálogo constante para trabajar sobre los obstáculos comunes. Por esta razón, la integración del concepto a la vida cotidiana, contribuye a la consolidación de vínculos afectivos más saludables y duraderos (Rostami et al., 2025).

Conclusión

La teoría de los cinco lenguajes del amor ofrece una herramienta beneficiosa para comprender cómo se construye la comunicación emocional en las relaciones afectivas. Aunque surge en un libro de autoayuda, el modelo ha sido progresivamente integrado en la reflexión psicológica contemporánea. Incluso, los estudios sugieren que la intencionalidad con que se expresa el afecto podría ser más determinante que la coincidencia en estilos. Además, se ha observado que el conocimiento mutuo y la adaptación consciente en la comunicación emocional favorecen una mayor intimidad, satisfacción relacional y manejo de conflictos.

Aun así, su aplicación requiere una mirada crítica que contemple las diferencias culturales, de género y contextuales que influyen en cómo se expresa y se recibe el afecto. De esta manera, vale preguntarse: ¿Cómo podemos utilizar la teoría para mejorar la comunicación emocional sin perder de vista la complejidad sociocultural y emocional de cada relación?

Referencias bibliográficas

  • Chapman, G. (1992). Los 5 lenguajes del amor: El secreto del amor que perdura. Editorial Unilit.
  • Impett, E. A., Park, H. G. y Muise, A. (2024). Popular psychology through a scientific lens: Evaluating love languages from a relationship science perspective. Current Directions in Psychological Science, 33(2), 87-92. https://doi.org/10.1177/09637214231217663
  • Mikulincer, M. y Shaver, P. R. (2016). Attachment in adulthood: Structure, dynamics, and change (2nd ed.). The Guilford Press.
  • Pagan, V. C., Langlais, M., y Chacón, V. (2025). Understanding the Role of Intentionality Within the Five Love Languages Among College Students. The Family Journal0(0). https://doi.org/10.1177/10664807241312204
  • Rachmi, R., Asri, A., Sa’diyah, S., Nuswantoro, P. y Mokodenseho, S. (2024). The Influence of Emotional Intelligence and Effective Communication on Interpersonal Relationship Quality and Life Satisfaction in Indonesia. The Eastasouth Journal of Social Science and Humanities1(2), 68. https://doi.org/10.58812/esssh.v1i02.213
  • Rostami, M., Saadati, N., Parsakia, K. y Gharibian, F. (2025). The role of love languages in enhancing marital communication. KMAN Counseling and Psychology Nexus, 3(1), 1-8. https://doi.org/10.61838/kman.fct.psynexus.3.14