El cerebro humano es complejo y adaptable, capaz de cambiar en respuesta a diversas experiencias y aprendizajes. En el caso de las personas políglotas, que dominan múltiples idiomas, dicho órgano experimenta transformaciones significativas tanto en su estructura como en su función. A continuación, exploraremos cómo nuestra mente se adapta para manejar y procesar múltiples lenguas, así como los cambios estructurales y funcionales que se producen.

La neuroplasticidad en el lenguaje

cerebro políglota, neurplasticidad y lenguaje

La capacidad del cerebro para reorganizarse y adaptarse en respuesta a nuevas experiencias, conocida como neuroplasticidad, desempeña un papel crucial en la adquisición de múltiples idiomas. Este proceso permite que determinadas áreas se especialicen en procesar y almacenar la información lingüística. Así pues, dicho mecanismo facilita la gestión de múltiples sistemas en el cerebro de los políglotas (Gabriotti y Zomignan, 2020).

Del mismo modo, la plasticidad se manifiesta en cambios estructurales y funcionales en el encéfalo. Ejemplo de ello es el aumento de la materia gris en áreas específicas y la mejora de la conectividad neuronal. Así, la neuroplasticidad permite que el cerebro sea más eficiente en el procesamiento del lenguaje, utilizando menos recursos neuronales para manejar múltiples idiomas.

Áreas cerebrales involucradas

El procesamiento del lenguaje involucra áreas cerebrales específicas, cada una con funciones particulares. Entre ellas, se destacan el área de Broca, Wernicke y el giro angular. El área de Broca, ubicada en el lóbulo frontal izquierdo, es fundamental para la producción del habla y la sintaxis.

Por otro lado, el área de Wernicke, en el lóbulo temporal izquierdo, se encarga de la comprensión del lenguaje y el procesamiento semántico. Finalmente, el giro angular, situado en el lóbulo parietal, integra la información visual, auditiva y sensorial para facilitar la comprensión del lenguaje escrito y hablado.

En el caso de las personas multilingües, las áreas descritas muestran diferencias significativas en su organización cortical en comparación con las monolingües. La evidencia señalada podría indicar una mayor especialización y eficiencia en el procesamiento de múltiples idiomas, reflejando así la capacidad del cerebro para adaptarse a la complejidad del poliglotismo (Gabriotti y Zomignan, 2020).

Pero… ¿Existe un límite de tiempo para aprender idiomas?

cerebro políglota, neurplasticidad y lenguaje

Por otra parte, la teoría del período crítico sostiene que existe una ventana temporal durante la infancia en la que el cerebro es especialmente receptivo a la adquisición de códigos. Según esta hipótesis, aprender un nuevo idioma después de tal ventana se vuelve significativamente más difícil. Sin embargo, estudios recientes proponen que, aunque la infancia es un período óptimo para el aprendizaje de los sistemas de lenguaje, la capacidad de adquirir nuevas lenguas no desaparece por completo en la edad adulta.

En el caso de los políglotas, dicha habilidad se ve amplificada, insinuando que el cerebro podría seguir adaptándose y reorganizándose para aprender más idiomas. Tanto es así que, se desafía la noción de un límite rígido, destacando la sorprendente plasticidad del cerebro.

Adaptaciones de un cerebro políglota

Como ya adelantamos en los primeros párrafos, estudios recientes han demostrado que las personas multilingües utilizan menos recursos neuronales para procesar el lenguaje. En este sentido, la evidencia sugiere una mayor eficiencia en la tarea, que se traduce en activaciones cerebrales más pequeñas durante el procesamiento del idioma, en comparación con los monolingües.

Además, se ha observado que los políglotas muestran una reducción en la lateralización del lenguaje. Lo anterior, apunta hacia una representación y procesamiento más eficientes desde el inicio, siendo que tales diferencias funcionales reflejan la capacidad del cerebro para manejar múltiples sistemas lingüísticos de manera más efectiva (Jouravlev et al., 2020).

Influencia del entorno en la neuroplasticidad lingüística

cerebro políglota, neurplasticidad y lenguaje

Al mismo tiempo, el entorno juega un papel crucial en la remodelación del cerebro durante el aprendizaje de múltiples idiomas. La exposición temprana y sostenida a distintas lenguas estimula cambios estructurales y funcionales, fortaleciendo la conectividad neuronal (Gabriotti y Zomignan, 2020).

El input lingüístico

Del mismo modo, la calidad del input lingüístico recibido impacta la reorganización cortical. Un entorno rico en estímulos verbales genera una activación más eficiente de las redes neuronales del lenguaje y potencia su neuroplasticidad. Es así que la activación optimiza la capacidad del cerebro para procesar y almacenar información, favoreciendo un aprendizaje más rápido y sostenido a lo largo de la vida.

Y el aprendizaje autodirigido

Ahora bien, incluso en contextos donde el acceso a un entorno multilingüe es limitado, existen abordajes personalizados que las personas pueden utilizar para optimizar su exposición al lenguaje. Por ejemplo, las estrategias de aprendizaje autodirigido desempeñan un papel crucial en el mencionado proceso. Entre ellas se encuentran el uso de aplicaciones interactivas y plataformas de intercambio dialéctico, las cuales permiten una práctica constante y variada. En efecto, este tipo de tácticas facilita la consolidación del conocimiento y mejora la fluidez lingüística (Jouravlev et al., 2020).

Conclusión

Sin lugar a dudas, nuestra mente posee una asombrosa capacidad de adaptación, especialmente evidente en las personas que dominan múltiples idiomas. La neuroplasticidad, como base de dicha adaptabilidad, permite cambios significativos en la estructura y función cerebral, optimizando el procesamiento del lenguaje. En este sentido, la interacción de áreas cerebrales clave, como las áreas de Broca y Wernicke, es fundamental para el manejo eficiente de múltiples sistemas lingüísticos.

Por último, la influencia del entorno social y las estrategias de aprendizaje autodirigido destacan la importancia de los factores externos en la adquisición de idiomas. A través de las adaptaciones mencionadas, no solo se mejoran nuestras capacidades lingüísticas, sino que también experimentamos beneficios cognitivos relevantes. Como tal, se abren nuevas vías para la investigación futura en neurociencia y adquisición de lenguas.

Referencias bibliográficas

  • Gabriotti, R. B. y Zomignan, R. (2020). El cerebro bilingüe: procesos cerebrales durante la adquisición del lenguaje. Revista Científica Multidisciplinar Núcleo do Conhecimento, 5(8), 68-96. https://doi.org/10.32749/nucleodoconhecimento.com.br/educacion-es/el-cerebro-bilingue
  • Jouravlev, O., Mineroff, Z., Blank, I. A. y Fedorenko, E. (2020). The Small and Efficient Language Network of Polyglots and Hyper-polyglots. Cerebral Cortex, 31(1), 62-76. https://doi.org/10.1093/cercor/bhaa205