La demencia frontotemporal (DFT) es una forma progresiva de demencia que afecta principalmente a las personas menores de 65 años. Estudios anteriores sugieren que la degeneración del lóbulo frontotemporal es el segundo diagnóstico más común de demencia en esta población. En este sentido, a partir del consenso en el establecimiento de criterios para la degeneración lobular frontotemporal se ha presentado la oportunidad de comenzar a generar estudios a gran escala. Así, surge en 2008 una investigación que se propone como objetivo examinar las correlaciones neurales de la DFT y situar la enfermedad en el marco de la neuropsiquiatría cognitiva. En esta nota, exploraremos los hallazgos de este metaanálisis que evalúa las redes neuronales en la demencia frontotemporal.
El lóbulo frontal y temporal
En primer lugar, es necesario mencionar que los lóbulos frontal y temporal están asociados íntimamente con la personalidad, el comportamiento y el lenguaje. El lóbulo frontal, situado en la parte delantera del cerebro, es fundamental para funciones cognitivas superiores como la toma de decisiones, el control de impulsos, la planificación y la organización. También juega un papel crucial en la regulación de emociones y comportamientos sociales.
Por otro lado, el lóbulo temporal, ubicado a los lados del cerebro, es esencial para el procesamiento auditivo y la comprensión del lenguaje. Además, está involucrado en la formación de recuerdos y la interpretación de las señales emocionales.
Juntos, estos lóbulos contribuyen de manera significativa a nuestra capacidad de interactuar con el entorno, comunicarnos eficazmente y mantener comportamientos adecuados en diversas situaciones sociales. Con esto, existen 3 cuadros neurodegenerativos de estos lóbulos, que son: la DFT, la demencia semántica y la afasia progresiva no fluida.
¿Qué es la demencia frontotemporal?
El subtipo más común, la DFT, se caracteriza por alteraciones en el comportamiento y la personalidad. Las personas experimentan una disminución en la conducta social interpersonal, deterioro en la regulación de la conducta personal, embotamiento emocional y pérdida de percepción. Simultáneamente, suelen presentarse dificultades en la cognición social. Además, a diferencia de otras formas de demencia como el alzhéimer, esta suele presentarse a edades más tempranas.
Por otro lado, en cuanto a los otros dos subtipos, inicialmente no presentan alteraciones en el comportamiento. Sin embargo, sí afectan significativamente el dominio del lenguaje.
¿Qué ocurre con respecto a las bases neurales de esta alteración?
A pesar de los avances en la caracterización clínica, aún existe controversia sobre las bases neurales de la DFT. Algunos estudios sugieren que se asocia con un deterioro bilateral en las regiones prefrontales y temporales anteriores del cerebro, observándose una marcada atrofia. Por el contrario, otros la vinculan exclusivamente a los lóbulos frontales, denominándola “variante frontal de la degeneración del lóbulo frontotemporal”. Con relación a dicha controversia, los autores de este estudio postulan que la DFT afecta principalmente a la parte frontal y media del cerebro, la ínsula anterior derecha y el tálamo medial.
Redes neuronales afectadas en la demencia frontotemporal
Con el objetivo de comprender qué redes neuronales se ven afectadas, los investigadores llevaron a cabo un análisis exhaustivo de la literatura existente donde se identificaron diversos estudios que utilizaron técnicas de imágenes tales cómo la resonancia magnética. Teniendo en cuenta esto, ¿qué datos revelaron estas investigaciones?
En primer lugar, los estudios mostraron alteraciones en áreas de la corteza frontal medial anterior, región clave para la teoría de la mente. Debido a esto, en personas que presentan tal demencia, el acceso a los estados mentales propios o ajenos se ve deteriorado, un fenómeno conocido como “ceguera mental“. De hecho, presentan especial dificultad para la detección de errores sociales, el engaño, la comprensión de chistes y la lectura de la mente en los ojos. Es definitiva, muestran dificultades para interpretar situaciones sociales.
A su vez, se observó que la región polar de la corteza prefrontal medial anterior también se encontraba afectada. Esta área es activada durante juicios estéticos, sociales, morales u otros evaluativos y en tareas de mentalización que requieren de autorreferencia. Por último, se visualizaron alteraciones en la corteza cingulada anterior, fuertemente relacionada con la percepción de emociones y dolor.
Y esto, ¿cómo se manifiesta?
Con relación a las dificultades funcionales, están caracterizadas clínicamente por una superficialidad emocional inapropiada, falta de preocupación y una pérdida de calidez emocional y empatía. En consonancia, presentan dificultades para reconocer tanto las expresiones faciales como vocales de las emociones. No obstante, en lo que a los síntomas de depresión se refiere, estos no suelen presentarse con frecuencia, lo que podría estar relacionado con el embotamiento emocional y la pérdida de la percepción.
En conjunto, todas las alteraciones pueden llevar a características clínicas tales como el declive en el seguimiento de las normas sociales, o incluso el comportamiento antisocial y desinhibido. Finalmente, la DFT altera la personalidad y el “yo” de las personas manifestando cambios en los rasgos de personalidad e incluso en valores políticos, sociales o religiosos.
Breve aclaración y miradas futuras
Surge la necesidad de aclarar que al haber sido realizado años atrás, la literatura existente acerca de las demencias y sus redes neuronales, así como también la tecnología utilizada en las mediciones, puede haber incrementado.
Por tal motivo, debemos tener en cuenta las limitaciones que comprende dicha investigación para poder analizar con exactitud las implicancias que tiene el deterioro cognitivo característico de las demencias en las personas. En este sentido, si te interesa saber más acerca de las bases neuropsicológicas y su proceso diagnóstico, te invitamos a nuestro curso sobre las demencias.
¿Qué rol tienen las redes neuronales en la demencia frontotemporal?
A modo de conclusión, podemos decir que las alteraciones en las redes neurales subyacentes a dichas funciones explican los cambios observados en el comportamiento, la personalidad y la cognición, característicos en las personas con DFT. Los datos recabados, confirman la hipótesis de que esta demencia afecta principalmente a las estructuras frontomedianas, que se encuentran relativamente preservadas en el envejecimiento normal.
En otro orden de ideas, los autores del estudio destacan la importancia de situar a la demencia desde el marco de la neuropsiquiatría cognitiva. De este modo, podremos comprenderla no solo desde una perspectiva neurobiológica, sino también considerando los aspectos cognitivos y psiquiátricos que la caracterizan.
Referencia bibliográfica
- Schroeter, M. L., Raczka, K., Neumann, J. y Von Cramon, D. Y. (2008). Neural networks in frontotemporal dementia – A meta-analysis. Neurobiology of Aging, 29(3), 418-426. Doi: 10.1016/j.neurobiolaging.2006.10.023