En la actualidad, la comprensión de los estados emocionales y su impacto en nuestra vida diaria se ha vuelto fundamental. El reconocimiento facial de las emociones es clave en diversos contextos, desde el desarrollo en individuos sanos hasta su manifestación en enfermedades neurodegenerativas. En este sentido, la conexión entre las expresiones faciales y las emociones juega un papel crucial en la comunicación, por lo que es esencial profundizar en este tema. En la siguiente nota, profundizaremos sobre las emociones morales y su influencia en nuestras percepciones y juicios sobre lo correcto e incorrecto.

Primero que nada, ¿qué son las emociones?

Corresponden a reacciones psicofisiológicas básicas en los seres humanos. En 1971, el psicólogo Paul Ekman identificó seis emociones básicas: enfado, asco, miedo, alegría, tristeza y sorpresa. Todas ellas universales, y manifestadas desde temprana edad en todas las culturas.

Por otro lado, se sabe que los mecanismos sociales y culturales desempeñan un papel crucial en la regulación y manifestación de las llamadas emociones morales (la culpa, vergüenza, indignación, empatía y orgullo moral). Pues influencian cómo se perciben, interpretan y expresan dichas emociones en diferentes contextos.

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En esto, las normas sociales dictan cómo expresarlas en diversas situaciones. Por ejemplo, algunas culturas fomentan la empatía y la compasión, mientras que otras tienden a la contención emocional (Klingner y Guntinas-Lichius, 2023).

Normas sociales

Cabe destacar que tanto las normas y estereotipos sociales afectan la interpretación de situaciones que desencadenan tales emociones. Así, las creencias culturales sobre lo correcto e incorrecto influyen en la percepción y evaluación de las acciones de los demás. Contextos, al fin y al cabo, que proporcionan referencia para entender las emociones morales.

Emociones morales

Como podemos observar, dado que las normas culturales guían la expresión de emociones que promueven la cohesión social y el respeto mutuo, este tipo de emociones se encuentra íntimamente y estrechamente relacionadas con el bienestar y el funcionamiento de la sociedad.

Podemos afirmar, por ende, que contribuyen al mantenimiento de la armonía y moralidad dentro de una comunidad. En este sentido, los mecanismos sociales y culturales actúan como filtros para experimentar, interpretar y expresar las emociones morales. Además, moldean cómo los seres humanos interactúan moralmente en sus entornos específicos. Así, se entiende que las expresiones faciales, emociones y estados emocionales son influenciados por estas normas. (Mercadillo et al., 2007).

Importancia del procesamiento cerebral de las emociones

El procesamiento cerebral de las emociones es un concepto que tiene mucho que ver en las expresiones faciales y las emociones. Estudios de imágenes funcionales han demostrado que procesar rostros emocionales activa diversas regiones del cerebro, incluidas áreas visuales, límbicas, temporoparietales, cerebelosas y prefrontales.

Dichas zonas participan en diferentes aspectos del procesamiento emocional, como la percepción, interpretación y respuesta a estímulos emocionales. De esta forma, la compleja red cerebral involucrada permite a los individuos reconocer e interpretar las expresiones faciales, comprendiendo así las emociones de los demás y respondiendo adecuadamente.

La red integra información sensorial, memoria y procesos cognitivos para generar respuestas emocionales basadas en señales faciales. Además, este procesamiento cerebral de las emociones es esencial para regular las propias emociones y poder transmitirlas a través de las expresiones faciales (Marcó et al., 2019).

Ahora, centrémonos en el reconocimiento facial de emociones

Por lo anterior, sabemos que el reconocimiento facial de emociones es crucial para comprender estímulos y mantener relaciones interpersonales saludables. Además, ayuda a predecir conductas prosociales. Por lo que los daños cerebrales o la degeneración neuronal pueden causar déficits en dicho reconocimiento, afectando la capacidad de relación social y comunicación efectiva.

De esta manera, un déficit en este proceso puede indicar alteraciones en áreas cognitivas como percepción, atención o memoria. O incluso también puede ser una señal temprana para el diagnóstico de enfermedades neurodegenerativas. Por tanto, resulta esencial considerar las expresiones faciales y los estados emocionales para una evaluación completa (Klingner y Guntinas-Lichius, 2023).

Enfermedades neurodegenerativas

Las expresiones faciales revelan estados emocionales en enfermedades neurodegenerativas. Estas enfermedades afectan el reconocimiento facial de las emociones, siendo crucial para comprender la experiencia emocional e interacción social (Marcó et al., 2019). Veamos algunos ejemplos:

  • En la enfermedad de alzhéimer, la tristeza es la emoción más afectada debido a la degeneración de regiones frontotemporales como la amígdala.
  • Los pacientes con párkinson tienen dificultades en expresar emociones negativas como el enfado y el miedo debido a disfunciones en vías dopaminérgicas.
  • La demencia frontotemporal causa alteraciones graves en el reconocimiento facial de emociones, tanto positivas como negativas, relacionadas con la atrofia de regiones específicas.
  • Los pacientes con esclerosis múltiple experimentan déficits en el reconocimiento facial de emociones, independientes de la gravedad de la enfermedad, vinculados con depresión y fatiga.

Conclusión

Por lo tanto, podemos concluir que las emociones desempeñan un papel central en nuestra vida diaria, ya que influyen en nuestras interacciones con los demás y en nuestra percepción del mundo que nos rodea. Las expresiones faciales, como manifestaciones visibles de nuestras emociones, son una herramienta invaluable para comunicar nuestros sentimientos y conectar con los demás a un nivel emocional profundo. Desde la sonrisa de la alegría hasta las lágrimas de la tristeza, estas expresiones nos permiten comprender mejor a los demás y fortalecer nuestros lazos emocionales.

En resumen, las expresiones faciales y las emociones están intrínsecamente vinculadas, y comprender la relación nos brinda herramientas poderosas para mejorar interacciones sociales, cuidar la salud emocional y fortalecer habilidades de comunicación y empatía. Sin embargo, es fundamental entender que las expresiones faciales pueden variar, lo que subraya la complejidad y la importancia de comprender las diferencias en la expresión emocional según el contexto cultural y social de las personas.

Referencias bibliográficas

  • Klingner, C. M. y Guntinas-Lichius, O. (2023). Facial expression and emotion. Mimik und Emotion. Laryngo- rhino- otologie, 102(01), 115-125. https://doi.org/10.1055/a-2003-5687
  • Marcó, S., Ferrer, M., Usall, J., Ochoa, S., del Cacho, N. y Huerta-Ramos, E. (2019). Reconocimiento facial de emociones en trastornos neurológicos: una revisión narrativa. Revista de Neurología, 69(05), 207-219.
  • Mercadillo, R. E., Díaz, J. L., Barrios, F. A., Mercadillo, R. E., Díaz, J. L. y Barrios, F. A (2007). Neurobiología de las emociones morales, 30(3).