El término folie à famille, o delirio en familia, se refiere a un trastorno mental poco frecuente en el que los síntomas psicóticos, como delirios y alucinaciones, son compartidos por los miembros de una misma familia. Fenómeno que se produce cuando uno de los miembros de la familia, generalmente el inductor o la persona inicialmente afectada, transmite sus síntomas psicóticos a otros miembros, quienes, al compartir un entorno cercano y emocionalmente intenso, adoptan las mismas creencias delirantes. Esto es, una especie de transferencia de delirios de una persona a otra. A pesar de que la literatura sobre esta condición es escasa y se limita en gran medida a los informes de casos, veamos un poco más sobre este delirio en familia.
Un caso infantil
Un año antes de su ingreso, el niño comenzó a negarse a asistir a la escuela debido a dolores de cabeza y estómago, que se agravaron con el tiempo. Posteriormente, desarrolló síntomas neurológicos transitorios y alucinaciones, lo que le impidió asistir a la escuela durante más de medio año. Refirió haber escuchado voces que le hablaban y entre ellas. Estaba convencido de que estas procedían del mundo más allá. También informó haber visto una vez una figura parecida a un ángel que se le había aparecido durante la noche.
Después de 4 meses, los síntomas mejoraron espontáneamente y el menor pudo nuevamente asistir a la escuela sin mayores dificultades. El paciente insistió en que las voces le habían permitido regresar a la escuela. Sin embargo, los síntomas reaparecieron con intensidad 9 meses después, y fue ingresado en un hospital psiquiátrico.
¿Algo familiar?
Se descubrió que ambos padres también presentaban síntomas delirantes, con el padre experimentando alucinaciones y creyendo comunicarse con ángeles. Los síntomas paranoicos de la madre eran mucho menos marcados. Aunque niega haber tenido alucinaciones de ningún tipo, admite tener sensaciones abdominales sutiles que considera señales del mundo más allá. Ella informa haber sido inicialmente escéptica ante los relatos de su marido sobre sus encuentros con lo sobrenatural, pero finalmente llegó a creerle y posteriormente se unió a este en la comunicación con el mundo del más allá.
Unas semanas antes del ingreso del paciente en el hospital, los tres estaban tan desesperados que decidieron suicidarse juntos saltando de un puente. De camino a esto, el menor informó tener dolor abdominal severo, y la familia lo tomó como un señal de que no debían llevar a cabo sus planes. En cambio, decidieron buscar ayuda profesional para los síntomas del niño.
¿Pasaba algo con la escuela?
Exceptuando estos síntomas, su estado mental era normal, incluyendo estado de ánimo, capacidad de atención y pensamiento formal. En particular, no hubo características indicativas de esquizofrenia. El examen físico fue normal. Los exámenes de laboratorio de rutina, incluidos electrolitos, transaminasas, hemograma, función tiroidea y urocultivos, fueron normales. Una tomografía computarizada craneal y un electroencefalograma también eran normales. Se diagnosticó al pequeño con trastorno delirante inducido con somatización y angustia emocional.
Durante su estancia en el hospital, mostró mejoría, pero los síntomas regresaron al intentar asistir a una escuela ordinaria. Pues el día anterior a su asistencia presentó fuerte dolor de cabeza, dolor abdominal y vomitó varias veces.
Sus padres le retiraron del tratamiento, interpretando sus síntomas como señales del más allá. Tras el alta, continuó negándose a ir a la escuela, y se consideró la posibilidad de separarlo de sus padres para recibir el tratamiento adecuado (Wehmeier et al., 2003).
Cuando el delirio se comparte en la familia
El neurólogo y psiquiatra francés Jules Baillarger describió por primera vez esta condición en 1860. En Francia, Baillarger lo ha llamado folie communiquee (psicosis comunicada). En la psiquiatría alemana, fue nombrada Induziertes Irresein, por Lehman y Sharfetter. Y, en 1877, Lasegue y Falret acuñaron el término folie à deux. Una palabra francesa que significa locura compartida por dos.
En el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, Text Revision, DSM-5-TR, en inglés) esta condición ya no es una entidad separada, y se incluye en la sección de otro espectro de esquizofrenia no especificado y trastornos psicóticos (Al Saif y Al Khalili, 2023).
Características de la folie à famille
Si el trastorno psicótico compartido ya es poco frecuente, esta forma de delirio en familia lo es aún más, pues suele ver entre dos individuos solo, y son pacientes que no se descubren fácilmente debido a la falta de conocimiento. De hecho, es usual que el paciente principal esté a la defensiva y sea reservado con personas fuera de la familia, manteniendo los síntomas ocultos a profesionales de la salud y otros externos durante años. Sin embargo, estos delirios se comparten con los miembros de la familia que están en un entorno cercano y emocionalmente intenso.
Por lo general, se les refiere después de una complicación, como actuar según sus delirios y poner en peligro su vida o la de otros. Tal es así, que a veces, las parejas que comparten delirios particulares son ingresadas en el hospital juntas debido a un comportamiento de riesgo o a una agresión a sí mismas o a otros.
Los pacientes involucrados tienen una relación inusualmente estrecha y están aislados de los demás (por idioma, cultura o geografía). Así mismo, los delirios se manifiestan primero en la personalidad dominante, que a su vez influye en las personalidades más débiles y en las personas más sugestivas (aunque esto se deriva de la teoría psicodinámica). Pudiendo haber otras características psiquiátricas como el retiro social, las alucinaciones o los pensamientos suicidas.
¿Por qué en la familia?
Se cree que la progresión de los síntomas delirantes a una folie à famille refleja un intento de una familia de mantener la cohesión en presencia de un entorno hostil percibido. Compartir tales delirios dentro de la familia contribuye al desarrollo de una pseudocomunidad delirante, donde los miembros de la familia se alinean con las creencias delirantes del paciente principal para reducir el conflicto interno y enfrentar de manera unificada el estrés externo.
Este fenómeno se ve facilitado por la proximidad emocional y física, la fuerte influencia del paciente principal y la ausencia de opiniones contradictorias de fuentes externas. En muchos casos, esta pseudocomunidad delirante ofrece a los miembros una explicación coherente y compartida de su realidad distorsionada, reforzando la cohesión familiar pero aislándolos de la realidad objetiva (Srivastava y Borkar, 2010).
Conclusión
Este es el ejemplo de una clara relación patológica. Lo expuesto refleja la complejidad de la folie à famille, o delirio en familia, y la gravedad de las consecuencias conductuales y los deterioros psicosociales causados por delirios inducidos o compartidos. En caso de niños de por medio, estos tienen más probabilidades de beneficiarse de la separación que los adultos.
En todo esto, una evaluación de la naturaleza y la duración de la exposición al engaño puede proporcionar pistas sobre los posibles resultados del trastorno. Además, tener rasgos de personalidad premórbidas o factores de riesgo predisponentes puede complicar la afección, lo que lleva a considerar un diagnóstico alternativo. Por tanto, es crucial un enfoque multidisciplinario que involucre a psiquiatras, psicólogos y trabajadores sociales para abordar adecuadamente la situación, ofrecer apoyo integral y asegurar un ambiente más saludable y realista para todos los afectados, especialmente para los niños.
Referencias bibliográficas
- Al Saif, F. y Al Khalili, Y. (2023). Shared Psychotic Disorder. StatPearls Publishing.
- Ivanovic Kovacevic, S., Sobot, V., Vejnovic, A. M. y Knezevic, V. (2022). Shared psychotic disorder – a case study of folie à famille. European review for medical and pharmacological sciences, 26(15), 5362–5366. https://doi.org/10.26355/eurrev_202208_29402
- Srivastava, A. y Borkar, H. A. (2010). Folie a famille. Indian journal of psychiatry, 52(1), 69-70. https://doi.org/10.4103/0019-5545.58899
- Wehmeier, P., Barth, N. y Remschmidt, H. (2003). Induced delusional disorder. a review of the concept and an unusual case of folie à famille. Psychopathology, 36(1), 37-45. https://doi.org/10.1159/000069657