En el complejo ámbito de la salud mental emerge un movimiento de gran importancia: los escuchadores de voces. En un contexto donde las alucinaciones auditivas a menudo son mal comprendidas, este grupo ofrece un espacio de comprensión y solidaridad. Con el enfoque en la recuperación centrada en la persona, busca generar un gran cambio rompiendo estigmas a nivel social y fomentando una cultura de aceptación y apoyo mutuo. Acompáñanos mientras exploramos la mencionada comunidad y reflexionamos sobre su significado en la comprensión las alucinaciones.

Una comprensión profunda

Las alucinaciones auditivas son percepciones auditivas en las que una persona escucha sonidos, voces u otros estímulos auditivos sin una fuente externa que los genere. Las experiencias pueden variar en intensidad y también en la duración y contenido. Asimismo, son interpretadas como reales por quien las experimenta, a pesar de la ausencia de estímulos auditivos externos.

Además, las alucinaciones pueden manifestarse de diversas maneras. Algunas de las cuales pueden ser la percepción de voces que comentan sobre la persona, conversan entre sí, emiten órdenes o expresan juicios.

Dichas experiencias pueden resultar perturbadoras y causar malestar en aquellas personas que las experimentan. Especialmente, si se presentan de forma recurrente o interfieren con las actividades cotidianas (Moskowitz et al., 2017).

Escuchadores de voces: ¿De qué trata?

A lo largo de la historia y en diversas culturas, la percepción de escuchar voces ha sido interpretada de diferentes maneras. Así, en algunos contextos se ha considerado como un don divino, una comunicación con entidades espirituales o una manifestación de lo sobrenatural. Por otro lado, también ha sido categorizado como un símbolo de posesión demoníaca o enfermedad mental. Ajeno a lo anterior, en la actualidad, la psiquiatría académica tiende a interpretar la experiencia de escuchar voces como un síntoma de afecciones mentales graves, como la esquizofrenia, y aborda el fenómeno desde un enfoque biogenético.

Movimiento de los escuchadores de voces: Desafiando concepciones tradicionales

El Movimiento de Escuchadores de Voces (Hearing Voices Movement, HVM por sus siglas en inglés), es una red internacional que ofrece un enfoque alternativo para comprender y abordar las experiencias de las personas que escuchan voces.

El movimiento de escuchadores de voces (Hearing Voices Movement, HVM, en inglés), es una red internacional que ofrece un enfoque alternativo para comprender y abordar las experiencias de las personas que escuchan voces. Adicionalmente, también busca comprender y abordar las experiencias de quienes ven visiones u experimentan otras percepciones sensoriales inusuales.

Este movimiento promueve la idea de que las voces tienen sentido y pueden ser útiles. De tal forma, sostienen que el significado y la utilidad aparecen si las voces se analizan en conjunto con los eventos traumáticos que las desencadenan.

Desafiando así, las concepciones tradicionales de la psiquiatría. De este modo, a través de la creación de espacios seguros de apoyo mutuo, el movimiento de escuchadores de voces busca empoderar a las personas para que puedan modificar su relación con las voces y encontrar formas de convivir con ellas de manera más saludable y significativa (Runciman, 2016).

¿De qué manera logra ayudar a las personas?

El movimiento de escuchadores de voces ayuda al cuestionar las percepciones tradicionales de la enfermedad mental. Permitiendo, por ende, un cambio de perspectiva hacia la comprensión de la experiencia individual. Pues, al centrarse en la narrativa y la agencia del sujeto, el movimiento empodera a las persona.

Lo anterior es posible creando espacios seguros de apoyo mutuo donde se fomenta la solidaridad y comprensión. A través de la resignificación de la experiencia y el fortalecimiento de los lazos comunitarios, se promueve la resiliencia y esperanza en el proceso de recuperación de aquellos que escuchan voces (Baroni et al., 2021).

Veamos algunas formas de ayuda…

En este sentido, a continuación exploraremos algunas de las formas concretas en las que este movimiento ofrece apoyo y comprensión a quienes viven dicha realidad:

  • Resignificación de la experiencia: El movimiento busca crear condiciones para que la experiencia de escuchar voces pueda ser resignificada, alejándose de la mentalidad prevaleciente que considera dicho fenómeno como parte de la locura, enfermedad mental o trastorno.
  • Apoyo mutuo y horizontalidad: Los grupos de escuchadores de voces se constituyen como espacios de auto y mutua ayuda, donde se promueve el respeto, la empatía y horizontalidad. Se fomenta, así, la participación democrática de todos los miembros, sin establecer jerarquías entre el saber teórico y el saber de la experiencia .
  • Validación de las experiencias individuales: Se valoran y respetan las explicaciones que cada persona atribuye a su experiencia de escuchar voces, reconociendo que todos los miembros tienen vivencias y cualidades para contribuir de manera igualitaria al grupo. Con esto, se entiende que no todas las estrategias serán efectivas para todos, promoviendo así un ambiente de aceptación y comprensión .
  • Construcción de vínculos y reducción del estigma: Los encuentros en los grupos permiten la creación de vínculos entre los participantes, abriendo la posibilidad de hablar sobre la experiencia de escuchar voces y promoviendo cambios en relación al estigma asociado a este fenómeno. Con lo que se busca generar un espacio de escucha cualificada, donde cada individuo pueda compartir su experiencia de manera respetuosa y empática.

Un enfoque centrado en la persona

La recuperación centrada en la persona en el ámbito de la salud mental se enfoca en la persona como la principal agente de su propio proceso de recuperación.

La recuperación centrada en la persona dentro del ámbito de la salud mental se enfoca en el sujeto como el principal agente de su propio proceso de recuperación. Dicho enfoque, reconoce las fortalezas, habilidades y recursos únicos de cada uno, permitiendo superar los desafíos de salud mental y alcanzar una vida plena y significativa.

De esta forma, se promueve un cambio de paradigma, pasando de un modelo tradicional centrado en la enfermedad a uno que fomente la autonomía y autodeterminación en el proceso de recuperación. Además, se busca una participación activa de la persona en todas las etapas de su atención, brindándole la oportunidad de tomar decisiones informadas sobre su tratamiento y cuidado.

Así pues, dicho enfoque y el llamado movimiento de escuchadores de voces comparten un compromiso profundo. Este compromiso es con la dignidad y los derechos humanos. Pues, surgiendo en una época de cambio social y activismo, ambos movimientos desafiaron las normas establecidas y abogaron por una sociedad más inclusiva y respetuosa (Davidson y González-Ibáñez, 2017).

Conclusión

El movimiento de escuchadores de voces emerge como un catalizador para un cambio significativo en el abordaje de las dificultades mentales. Al desafiar las concepciones arraigadas en la psiquiatría tradicional y al reconocer la importancia de las experiencias individuales, el movimiento ofrece un espacio seguro y solidario donde las personas pueden compartir sus vivencias y encontrar apoyo mutuo.

De esta forma, el mencionado enfoque, centrado en la persona, promueve una mayor participación en el proceso de recuperación y aboga por el respeto de la diversidad humana con lo que respecta a la salud mental. Por ende, inspira una transformación en la manera en que la sociedad enfrenta los desafíos mentales, guiándonos hacia una cultura más inclusiva y compasiva.

Referencias bibliográficas

  • Baroni, D. P. M., Barbosa, L. F. D. S., Minucci, G. S., Rodrigues, M. L., Santos, L. E. M., De Sousa, Y. O., Santos, I. T. S. y Trevisan, J. V. S. (2021). A Experiência de Formação do Primeiro Grupo de Ouvidores de Vozes de Minas Gerais. Estudos E Pesquisas Em Psicologia, 21(4), 1500-1521. https://doi.org/10.12957/epp.2021.64032
  • Davidson, L. y González-Ibáñez, À. (2017). La recuperación centrada en la persona y sus implicaciones en salud mental. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 37(131), 189-205. https://doi.org/10.4321/S0211-57352017000100011
  • Moskowitz, A., Mosquera, D. y Longden, E. (2017). Auditory verbal hallucinations and the differential diagnosis of schizophrenia and dissociative disorders: Historical, empirical and clinical perspectives. European Journal Of Trauma & Dissociation, 1(1), 37-46. https://doi.org/10.1016/j.ejtd.2017.01.003
  • Runciman, O. (2016). Escuchadores de voces: un cambio de paradigma para la esquizofrenia. Revista de enfermería y salud mental, (5), 22-26.