Las neurosis, incluida la neurosis fóbica, son teorizadas por la psicodinamia como complejos trastornos mentales que afectan la vida diaria de quienes conviven con ellas. Desde el enfoque psicoanalítico hasta las aproximaciones cognitivo-conductuales, cada perspectiva ofrece una comprensión única y herramientas para el tratamiento. Conocer dichos distintos enfoques no solo amplía nuestra visión sobre las afecciones mentales, sino que también nos capacita para adaptar el tratamiento a las necesidades individuales de cada persona, maximizando así las posibilidades de recuperación y bienestar emocional. Entonces, ¿Qué son las neurosis? Más específicamente, ¿Cómo se caracteriza a la neurosis fóbica desde la psiquiatría francesa?
Aproximaciones a las neurosis
Las neurosis, como lo describió Pierre Janet, son trastornos de la personalidad. Las mismas, surgen de conflictos internos que dificultan la capacidad de las personas para interactuar socialmente. Especialmente, cuando se trata de estados efectivos. Tales conflictos se manifestan en forma de ansiedad, miedo irracional u obsesiones, entre otros síntomas.
Aunque son capaces de causar un malestar significativo, generalmente no distorsionan la percepción de la realidad. A diferencia de las personas con psicosis, como la esquizofrenia.
Sin embargo, aún así, las neurosis pueden tener un impacto significativo en la vida diaria de una persona. De tal forma, afecta el bienestar emocional y la capacidad para funcionar de manera óptima en diversos entornos sociales y laborales.
Los síntomas neuróticos
Según las teorizaciones psicodinámicas, los síntomas neuróticos abarcan trastornos en el comportamiento, las emociones o el pensamiento. Los anteriores, funcionarían como un mecanismo de defensa contra la angustia. Consecuentemente, se cree que los síntomas reflejan un conflicto interno en el sujeto, obtieniéndose “ciertos beneficios” secundarios de la neurosis al enfrentar la angustia.
Por otro lado, se describe que existe un carácter neurótico del Yo. Este fenómeno se manifiesta cuando la persona intenta establecer relaciones saludables y alcanzar un equilibrio interno satisfactorio, pero fracasa repetidamente debido a rasgos de personalidad que pueden incluir trastornos sexuales, alteraciones del sueño, mecanismos defensivos de tipo proyectivo e, incluso, conductas agresivas, entre otros (Ey, 1979).
La neurosis fóbica: ¿Qué es?
Particularmente, la neurosis fóbica se caracteriza por la intensa concentración de la angustia en personas, objetos, situaciones o acciones específicas. La fobia, como síntoma, se manifiesta como un intenso medio específico mediante el cual el sujeto proyecta el estímulo que causa su angustia hacia el exterior. Según la teoría, con el objetivo inconsciente de generar un mecanismo para reducirla. Lo anterior significa que la persona con la fobia experimenta un miedo desproporcionado hacia ciertos objetos, situaciones o actividades, y busca evitarlos o enfrentarlos de manera compulsiva.
Dicho comportamiento podría ser interpretado como una estrategia de defensa. De tal manera, le permite al sujeto generar reacciones que le proporcionen cierto alivio o control sobre su ansiedad. Es decir, para la persona con la fobia, las reacciones se convierten en medidas de lucha “contrafóbica”. Por tanto, en acciones que realiza para contrarrestar su miedo. Por ejemplo, una persona con fobia a las alturas podría evitar subir a lugares elevados o, en caso de tener que enfrentar la situación, podría experimentar intensa ansiedad acompañada de síntomas físicos como sudoración, taquicardia o mareos.
No es un miedo leve
El fenómeno del miedo es común y adaptativo. De hecho, se encuentra presente en diversas experiencias humanas. Por ejemplo, es normal sentir vértigo al asomarse a un precipicio o experimentar cierto temor a situaciones desconocidas. Sin embargo, en los casos de neurosis fóbica, las reacciones son más intensas y persistentes y, según el psicoanálisis, se debe a un mecanismo proyectivo de defensa.
En estos casos, las fobias tienen un impacto significativo en la vida diaria de la persona. Por lo tanto, afectan sus relaciones interpersonales, su desempeño laboral o académico y su bienestar emocional en general. Pues, las reacciones a los objetos temidos, en general, son desmedidas y perjudican severamente el día a día de quienes conviven con ello (Ey, 2008).
Una hipótesis actual de la fobia en psiquiatría
En la actualidad, algunos autores psicodinámicos teorizan que el ataque de pánico representa una manifestación moderna de la fobia. Como resultado, la angustia se convierte en el principal foco de atención para los analistas, presentándose de forma específica bajo la denominación de “ataque de pánico”, según lo descrito en diversos manuales de psiquiatría. En dicho contexto, lo clasifican dentro de los Trastornos de Ansiedad, junto con las fobias.
En cuanto a la forma de experimentarlos, la misma se caracteriza por episodios repentinos e intensos de angustia, cuya duración varia y se manifiesta de manera espontánea, ya sea en relación con un evento identificable o sin una causa aparente. Por último, cabe destacar que los síntomas incluyen una combinación de sentimientos de aprensión, miedo o terror, acompañados de manifestaciones físicas que pueden abarcar síntomas cardiovasculares, entre otros.
Un fenómeno desafiante
Otros síntomas comunes son mareos, sudoración, temblores, hormigueos y escalofríos. Además, existe la posibilidad de que experimentar una sensación de parálisis, dificultad para respirar y una desconexión con la realidad, manifestada como estados de despersonalización y desrealización. En tales estados, la percepción de la realidad se distorsiona, y la persona siente una amenaza inminente a su integridad y existencia continua frente a la fobia (Campodónico, 2014).
Conclusión
Explorar la neurosis fóbica revela la evolución de la psiquiatría francesa y la psicología dinámica, así como también su relevancia. Pues, estudiar las raíces históricas nos permite comprender su desarrollo y las actualizaciones en psiquiatría. Desde los primeros trabajos de Pierre Janet hasta los enfoques contemporáneos de la terapia cognitivo-conductual y la psicofarmacología, se han realizado múltiples transformaciones en los marcos teóricos.
Sin lugar a dudas, creemos que conocer la historia de las disciplinas resalta la importancia de comprender la complejidad de las afecciones mentales y cómo los enfoques de tratamiento han evolucionado con el tiempo. Por tanto, una perspectiva histórica ofrece una base sólida para abordar los desafíos contemporáneos en salud mental con mayor claridad y comprensión. Si te interesa aprender más acerca de la evaluación y el diagnóstico de las fobias, así como también de su tratamiento con terapia cognitivo conductual, te invitamos a nuestro curso sobre fobias específicas.
Referencias bibliográficas
- Campodónico, N., (2014). La delimitación de la clínica de las fobias a partir de los cambios introducidos por el contexto cultural del Siglo XXI. Perspectivas en Psicología: Revista de Psicología y Ciencias Afines, 11(2), 75-82.
- Ey, H., Bernard, P. y Brisset, C. H. (1979).Tratado de psiquiatría. Masson.
- Ey, H. (2008). Estudios psiquiátricos. Polemos.