En el alto rendimiento, las diferencias físicas entre atletas de élite son cada vez más pequeñas. Lo que inclina la balanza suele estar en la mentalidad: foco, regulación emocional, autoconfianza, capacidad de anticipar la jugada antes de que ocurra. Así, la imaginería motora, entendida como el ensayo mental de movimientos sin ejecutarlos, es una de las herramientas más utilizadas por psicólogos en esta área. En los últimos años, apareció un catalizador en el ámbito deportivo que promete potenciarla: la realidad virtual. La pregunta que se abre es clara: ¿podría un entorno inmersivo acelerar las adaptaciones neuromusculares y llevar antes al pico de rendimiento? En la siguiente nota, analizaremos un estudio reciente que busca responderlo.

Más que solamente imaginación…

La teoría psiconeuromuscular sostiene que imaginar un movimiento genera respuestas musculares reales, aunque de baja intensidad, y activa redes corticales semejantes a las del gesto ejecutado. Entonces, si la práctica mental es vívida y multisensorial, el cerebro recibe señales lo bastante parecidas al movimiento real como para fortalecer rutas motoras y optimizar la preparación.

Realidad virtual y deporte y imaginería

Dicho de otra manera, la mente ensaya y el cuerpo toma nota. Modelos como PETTLEP, con indicadores sobre físico, entorno, tarea, tiempo, aprendizaje, emoción y perspectiva (Physical, Environment, Task, Timing, Learning, Emotion, Perspective, PETTLEP en inglés), maximizan la equivalencia entre imaginar y hacer.

En este marco, la realidad virtual añade un valor distintivo. Al recrear escenarios en primera persona con un muy buen nivel de detalle, intensifica la vivencia de estar realmente en acción.

Del espejo al casco de realidad virtual

La investigación comparó un modelo de Imaginería Basada en Realidad Virtual con métodos tradicionales que combinaban relajación y observación en video, además de un grupo control. Treinta atletas de fitness y culturismo participaron durante doce semanas en un protocolo de tres sesiones semanales de veinticinco minutos.

Los grupos experimentales realizaron relajación progresiva, observaron ejecuciones modelo en 2D para el método clásico y en 3D inmersivo con gafas Oculus para la realidad virtual. Adicionalmente, practicaron imaginería kinestésica centrada en extensiones de piernas, seguida de la ejecución física del movimiento.

¿Cómo se midieron las variables?

La activación del recto femoral, músculo diana de la tarea, se registró con electromiografía, mientras que el pectoral mayor funcionó como control para descartar activaciones inespecíficas. Además, se evaluaron las habilidades de imaginería kinestésica mediante cuestionarios validados.

Lo que posibilitó: Mayor activación y mejor

Los resultados mostraron que el grupo con entrenamiento inmersivo alcanzó mayores niveles de activación muscular y mejoró sus habilidades de imaginería. Lo más llamativo fue la rapidez del cambio: los atletas con simulación virtual llegaron a su pico de activación una semana antes que los del método tradicional. Mientras tanto, el músculo control permaneció estable, lo que refuerza que los hallazgos.

Dichos datos coinciden con la teoría psiconeuromuscular, donde el llamado efecto Carpenter describe microcontracciones asociadas a la imaginería. La inmersión 3D parece intensificar ese efecto al recrear con mayor realismo las señales sensoriales del movimiento, alineándose mejor con el modelo PETTLEP.

¿Por qué la realidad virtual cambia el juego en el deporte?

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La diferencia fundamental está en la inmersión. Mientras que mirar un video y luego imaginar, ayuda; estar dentro del escenario, intensifica la vivencia. Esta tecnología añade señales visuales, espaciales y temporales que la imaginería tradicional exige construir mentalmente.

De este modo, se reduce el esfuerzo cognitivo y se facilita la concentración de la energía en la sensación kinestésica del movimiento. Asimismo, el hallazgo de un pico en la séptima semana del entrenamiento coincide con la literatura, que ubica las principales adaptaciones neuromusculares entre las semanas seis y doce, lo que refuerza la validez de los resultados.

Del gimnasio a la cancha y, ¿a la rehabilitación?

Aunque el protocolo se aplicó en atletas de fitness, su lógica podría extenderse a otras áreas e incluso a la rehabilitación clínica. En disciplinas colectivas, se podría utilizar para recrear escenarios tácticos en primera persona, ensayar jugadas y entrenar la toma de decisiones bajo presión.

En el ámbito médico, la imaginería kinestésica con apoyo de realidad virtual podría contribuir a mantener la activación neuromuscular durante periodos de inmovilización, reducir la atrofia y preservar patrones motores en fases tempranas de recuperación. Por ejemplo, las lesiones de rodilla o cadera, donde el recto femoral es central, se beneficiarían de este enfoque.

Entre la promesa tecnológica y sus límites

Como toda investigación aplicada, tiene limitaciones. Primeramente, la muestra fue pequeña y concentrada en un perfil muy específico, reduciendo la posibilidad de generalizar los resultados. Más aún, el foco en un solo músculo impide saber si el patrón se repite en cadenas musculares más complejas, mientras que el seguimiento limitado a doce semanas deja abierta la pregunta sobre la persistencia de los efectos y su transferencia a situaciones competitivas.

Realidad virtual y deporte y imaginería

Otro aspecto a considerar es que, aunque esta nueva tecnología ofrece un entorno inmersivo atractivo, implica costos tecnológicos y logísticos que limitan su implementación a gran escala. Además, la novedad del modelo dificulta comparar sus resultados con otros estudios de largo plazo, ya que la evidencia acumulada aún es incipiente y requiere mayor consolidación en distintos contextos deportivos y clínicos.

Entrar en la escena para salir más fuerte

En conjunto, los datos sugieren que entrar a la escena con realidad virtual hace que la imaginería deje una huella más profunda. Se observa mayor activación neuromuscular, mejor habilidad kinestésica y una llegada más temprana al pico de rendimiento. Para entrenadores y deportistas, el mensaje es claro: quienes ya utilizan imaginería podrían multiplicar su efecto con apoyo de esta tecnología.

Pero, quienes aún no lo hacen, tendrían aquí una vía con respaldo fisiológico y psicológico. En la carrera por ganar décimas de segundo, evitar lesiones y acelerar recuperaciones, la unión entre realidad virtual y deporte deja de ser promesa de futuro para convertirse en un recurso del presente.

Referencia bibliográfica

  • Bedir F., Bedir D., Yılmaz H., Ağduman F., Şen İ., Kıyıcı F., Korkmaz O., Yıldız M. y Çelik E. (2025). Investigation of the effect of a virtual reality-based imagery training model on muscle activation in athletes. Frontiers Psychology, 16, 1553327. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2025.1553327