Viktor Emil Frankl nació en 1905 y fue un médico austriaco proveniente de una familia judía de clase media. Siendo joven sintió gran interés por la filosofía existencial. Especializado en neurología y psiquiatría, realizó su formación como psicólogo individual a sus 21 años. Se involucró en el primer Centro de Asesoramiento Juvenil en Viena, atendiendo a jóvenes con problemas afectivos. Veamos un poco más quién fue Viktor Frankl y por qué se le considera el precursor de la logoterapia y la resiliencia.
¿Cómo empezó todo?
Al llegar la Segunda Guerra Mundial en Europa, Frankl atraviesa la experiencia más trágica de su vida. Fue prisionero por más de 2 años en 4 campos de concentración nazis donde morirían sus padres, hermanos y amigos. Es ahí donde nace su famoso libro El hombre en busca de sentido (Man’s Search for Meaning, en inglés), en 1946.
Desde su experiencia personal, visibilizó los problemas del quehacer del ser humano en relación a su condición mortal. Asimismo, postuló cómo, ante distintas condiciones de vida, nacen las ansias de salir adelante a través de algo que va más allá de los anhelos. A esto se lo denominó resiliencia. Y es que, Frankl sin mencionarla directamente, nos sitúa ante una perspectiva antropológica y psicoterapéutica que sintoniza con dicho concepto.
¿Qué es la logoterapia?
El concepto de logoterapia proviene del griego, siendo su significado similar a espíritu. Para Viktor Frankl, la existencia no se reduce a lo biológico ni a lo físico, sino que es un fenómeno que trasciende sobre todo. Este autor sentía que había un vacío en la práctica psicoterapéutica y deseaba complementar a la corriente psicológica más trabajada entonces, el psicoanálisis.
Es así como implementa la dimensión espiritual como parte necesaria de estudio. Dimensión que hace referencia a la capacidad que tiene el ser humano de poder integrar las experiencias dañinas de la existencia. Desarrollando, de esta forma, una vida psicológicamente sana basada en la resiliencia (Gengler, 2009).
Logoterapia y humanismo
La logoterapia es una modalidad de terapia nacida gracias a la corriente humanista o denominada Tercera fuerza dentro de la psicología. Es de corte existencialista, lo que quiere decir que aborda principalmente problemáticas de la existencia humana, sufrimiento y depresión. Otros reconocidos autores de dicha corriente son Carl Rogers, Abraham Maslow y Erich Fromm.
Usualmente, los precursores reportaban en sus estudios que los tratamientos imperantes de la época no eran los adecuados para los conflictos que veían en la práctica terapéutica. Para Viktor Frankl, la logoterapia es una compañera del ser humano en su rutinaria espiritual. Pues apoya y favorece la búsqueda del sentido de la vida de acuerdo a una escala de valores personales. Con esto, habla de una experiencia intransferible para cada persona. De tal modo que, como resultado, cada uno le otorga valor a cada experiencia y, en consecuencia, la posibilidad de desarrollo en la existencia humana (Acevedo, 2002).
Logoterapia y su relación con la resiliencia
En primera instancia, la resiliencia puede ser definida como una capacidad. Se refiere a una forma de ser creativo y potenciar lo espiritual de la conducta humana personal o grupal.
Con esto, el individuo se mantiene integrado, a pesar de la adversidad, y puede lograr un desarrollo positivo de acuerdo a sus metas personales. Y, como resultado, se producen conductas sanas frente a situaciones adversas. En otras palabras, la resiliencia integra la relación con la formación de un individuo que resiste y se moviliza ante la adversidad.
En logoterapia, la resiliencia es considerada como una actitud primordial. Un móvil esencial en la constante búsqueda de significado, explorando la dimensión espiritual y abordando áreas que superan el ámbito psicofísico. Es decir, el hombre está en constante búsqueda del fundamento de su propia vida. Además, acuña que mientras no responda a la misión que le ha estado confiada por la vida misma, no podrá realizarse como tal (Molla, 2002).
La búsqueda del significado de la vida
Según lo anteriormente expuesto, el ser humano ha de darle sentido a cada una de sus emociones. Es por esto mismo que en la depresión y trastornos afectivos similares, la resiliencia actúa como capacidad transformadora que se apoya también en la logoterapia. Por ende, es vital conocer en qué consisten ambos conceptos para otorgar herramientas que permitan gestionar mejor los casos donde predomine la frustración, angustia, depresión, miedo, duelo, etc.
Lo interesante del trabajo realizado por Frankl es esta propiedad tan importante de haber vivido lo que postula. Especialmente, las experiencias relacionadas con la resiliencia. Su relato es congruente a su teoría, ya que es algo llevado a la práctica. Sobre todo, por esta dimensión espiritual no religiosa, que anteriormente no era tomada en cuenta.
Aplicaciones de la logoterapia
Esta terapia puede ser aplicada en diferentes problemáticas. Concretamente, las que se refieren a la pérdida de perspectiva de la vida y sus consecuencias.
Algunos ejemplos
En un estudio realizado por Correa y Machado (2018), se establece que los resultados obtenidos tras la aplicación de logoterapia se relacionan con la disminución de sintomatología depresiva. En este caso, la terapia se aplicó a un grupo experimental que sufrió de estrés postraumático y atravesaba un duelo.
Como resultado, se observó que la implementación de dicha teoría, aumentaba el sentido de la vida desde lo cualitativo. Asimismo, propiciaba la voluntad y minimizaba la experiencia emocional del sufrimiento.
En el caso de adicciones, como el alcoholismo, estudios han demostrado que la intervención logoterapéutica puede aumentar la autoestima en quienes lo experimentan. Y es que, con esta modalidad de terapia, son instados a valorar la relación con ellos mismos y con los demás. Además, también puede ayudar en lo relacionado con sentimientos de desvalorización. De este modo, se fomenta la apertura hacia una vida llena de valores y redescubrimientos emocionales (Milanés, et al., 2018).
Conclusión
La logoterapia, en general, es la instancia idónea para aprender a vivir, ya que implica gestionar adecuadamente los acontecimientos de la vida. Es ahí donde se encuentra la importancia de esta y, sobre todo, su apoyo para personas con problemas existenciales.
Gran parte de la obra de Viktor Frankl se refiere a la resiliencia. Realizando una propuesta para la intervención ante el sufrimiento, que ha de ser personalizada y tener en cuenta la circunstancia concreta por la que pasa la persona.
En definitiva, somos seres sociales que vivimos inmersos en contextos particulares y, desde tal particularidad en mayor o menor medida, eso tiene que ver con quiénes somos. Por ello, hay que aprovechar cada situación de transformación y trabajar desde el presente para construir un futuro más provechoso.
Referencias bibliográficas
- Acevedo, G. (2002). Logoterapia y resiliencia. NOUS, (6), 23-40.
- Correa, A. F. y Machado, A. M.(2018). Programa de logoterapia: estudio piloto de una intervención grupal en usuarios de consultorios de psicología de la Universidad de Ibagué con síntomas depresivos [Tesis de grado]. Universidad de Ibagué.
- Gengler, J. (2009). Análisis existencial y Logoterapia: Bases Teóricas para la Práctica Clínica. Psiquiatría y Salud Mental, 26(3-4), 200-209. https://pesquisa.bvsalud.org/portal/resource/pt/lil-708264
- Milanés Delgado, V., Hidalgo Martinola, D. R., Monteagudo Castro, Y., Sánchez Ricardo, L. y Rodríguez Martínez, N. D. (2018). La logoterapia como alternativa terapéutica para la potenciación del sentido de la vida en pacientes alcohólicos. MediSan, 22(01), 71-77. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30192018000100010
- Molla, M. (2002). Aportes de la Logoterapia, Espiritualidad y Proyecto de Vida en la Comunidad Terapéutica (Presentación de conferencia). Conferencia Episcopal Peruana, Lima, Perú.