El ciclo menstrual es un proceso intrínseco en el cuerpo de las mujeres en edad fértil que tiene un impacto significativo en su estado de ánimo. A lo largo de cada ciclo, las fluctuaciones hormonales juegan un papel crucial en cómo se sienten, afectando desde su energía y vitalidad hasta su bienestar emocional. De esta manera, comprender dicha relación íntima, es fundamental para poder abordar de manera integral la salud y el bienestar de las mujeres. En esta nota, exploraremos cómo estas variaciones hormonales afectan directamente en el estado de ánimo.

Ciclo menstrual: ¿Qué es? 

Como ya dijimos, el ciclo menstrual es un proceso biológico fundamental que ocurre en las mujeres en edad fértil. El mismo dura aproximadamente 28 días y abre oportunidad a la reproducción de la especie, siendo parte de la salud general del cuerpo femenino. Así, desde la pubertad hasta la menopausia, cada mes, el cuerpo de la mujer se prepara para un posible embarazo.

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Por lo general, la regularidad en el ciclo es síntoma de un equilibrio hormonal adecuado, mientras que irregularidades podrían señalar problemas de salud como trastornos hormonales (por ejemplo, hipotiroidismo), estrés u otras enfermedades orgánicas subyacentes. Por tanto, prestarle atención a esta característica es una de la maneras preventivas para detectar y tratar problemas de salud de manera temprana (Diez de la Hoz, 2024).

Las fases del ciclo

El ciclo menstrual se divide en cuatro fases: menstrual, folicular, ovulatoria y lútea. Cada una de estas, se caracteriza por cambios hormonales y fisiológicos específicos, los cuales describiremos a continuación:

  • Fase menstrual: Primero, el ciclo comienza con la fase menstrual. Durante esta fase, el revestimiento del útero se desprende y se expulsa del cuerpo a través de la vagina. Los niveles de estrógeno y progesterona son bajos, lo que puede causar cansancio y cambios de humor.
  • Fase folicular: A continuación, la fase folicular se inicia el primer día de la menstruación y se extiende hasta la ovulación. En esta fase, la hipófisis libera la hormona foliculoestimulante (follicle-stimulating hormone, FSH, en inglés), que estimula los ovarios para que produzcan folículos. A medida que los folículos crecen, producen estrógeno, engrosando el revestimiento del útero y mejorando el estado de ánimo y la energía.
  • Ovulación: Luego, en la mitad del ciclo, ocurre la ovulación. Durante esta breve pero crucial fase, un folículo maduro libera un óvulo en la trompa de falopio. El aumento repentino de estrógeno provoca un pico de la hormona luteinizante (luteinising hormone, LH, en inglés), desencadenando la liberación del óvulo. Muchas mujeres experimentan un aumento en la energía y la libido en dicha fase.
  • Fase lútea: Esta fase dura aproximadamente 14 dias. Después de liberar el óvulo, el folículo vacío se convierte en el cuerpo lúteo, que produce progesterona. Si no ocurre la fertilización, los niveles de progesterona y estrógeno disminuyen, provocando la descomposición del revestimiento uterino y el inicio de un nuevo ciclo menstrual. 

Cuando las hormonas entran en juego

El ciclo menstrual a lo largo de sus fases involucra una serie de cambios hormonales. En este sentido, las hormonas estrógeno y progesterona son las principales protagonistas en la regulación del ciclo. De hecho, a medida que estas hormonas fluctúan, también lo hace el estado de ánimo (Mota et al, 2021).

¿Qué influencia tienen estas hormonas en la fase menstrual y folicular?

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En primer lugar, tal como dijimos, durante la fase menstrual los niveles de estrógeno y progesterona son bajos. Esta caída hormonal puede provocar sentimientos de cansancio y una mayor susceptibilidad a la irritabilidad.

A medida que el ciclo avanza hacia la fase folicular, los niveles de estrógeno comienzan a aumentar, lo que generalmente resulta en una mejora del estado de ánimo. El incremento de dicha hormona tiene efectos positivos en el cerebro, ya que eleva los niveles de serotonina. Esta última, también conocida como la hormona de la felicidad, es una gran reguladora del estado de ánimo ya que, cuando sus niveles aumentan en los circuitos neuronales, genera sensaciones de bienestar, relajación, satisfacción y aumento de la concentración y la autoestima.

¿Y en la ovulación y fase lútea?

Luego, durante la ovulación, el estrógeno alcanza su punto máximo. Un pico hormonal que desencadena un aumento en la energía, pero también se relaciona con cambios de humor abruptos debido a las fluctuaciones rápidas. Finalmente, en la fase lútea, el estrógeno disminuye, mientras que la progesterona aumenta, induciendo en muchos casos síntomas premenstruales como tristeza y ansiedad. Esta montaña rusa hormonal es una de las razones por las cuales muchas mujeres experimentan variaciones significativas en su estado de ánimo a lo largo del ciclo menstrual.

El estrógeno como nexo entre ciclo menstrual y estado de ánimo

Esta hormona sexual femenina desempeña un papel fundamental en la regulación del ciclo menstrual y el mantenimiento de varias funciones corporales. Producida principalmente por los ovarios, es responsable de estimular el crecimiento del revestimiento del útero durante la fase folicular del ciclo menstrual. Y, además sus implicaciones en la salud sexual y reproductiva, tienen un impacto significativo en el cerebro.

¿Cuál es ese impacto?

En primer lugar, tales hormonas ofrecen propiedades neuroprotectoras, ayudando a proteger las células cerebrales del daño y de la muerte. Además, mejoran la memoria y la función cognitiva. Por otro lado, las fluctuaciones en los niveles de estrógenos durante el ciclo menstrual afectan el estado de ánimo, tal como lo mencionábamos. Inclusive, la disminución de sus niveles durante la menopausia se asocia con un mayor riesgo de depresión.

Asimismo, influyen en la plasticidad cerebral, lo que facilita el aprendizaje y adaptación a nuevas experiencias. También regulan neurotransmisores clave como la serotonina, dopamina y acetilcolina. Y, como último punto a destacar, mejoran el flujo sanguíneo cerebral, beneficiando la salud cerebral en general.

La progesterona como hormona coprotagonista

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Al igual que en el caso del estrógeno, una de sus funciones consiste preparar el revestimiento del útero para una posible implantación de un óvulo fertilizado. Si no ocurre la fertilización, los niveles de progesterona caen, lo que desencadena el inicio del ciclo menstrual.

Sin embargo, a diferencia del estrógeno, la progesterona tiende a tener un efecto calmante en el cerebro. Actúa como un modulador de los receptores GABA, aumentando la actividad de este neurotransmisor inhibitorio y promoviendo una sensación de relajación y reducción de la ansiedad. Además, ayuda a mejorar la calidad del sueño, lo cual es esencial para la salud mental y física (Ocampo Rebollar, 2017).

Adicionalmente, la progesterona interactúa con otras hormonas como el cortisol, la hormona del estrés. De esta manera, en situaciones estresantes donde los niveles de cortisol aumenten, se exacerban los síntomas premenstruales, afectando negativamente el estado de ánimo. Por ello, es fundamental que las mujeres practiquen el autocuidado y busquen estrategias para manejar el estrés durante esta fase del ciclo menstrual.

Conclusión

Existe una relación clara y significativa entre el ciclo menstrual y el estado de ánimo. Dado que, a medida que las hormonas como el estrógeno y la progesterona fluctúan a lo largo del ciclo, también lo hacen los sentimientos y emociones de las mujeres. Sin embargo, no podemos ignorar el papel de otras hormonas en estos cambios emocionales. Pues la serotonina, influenciada por los niveles de estrógeno, y el cortisol, la hormona del estrés, también inciden directamente en cómo una mujer se siente durante su ciclo menstrual. Estas interacciones hormonales complejas subrayan la importancia de comprender el ciclo menstrual no solo desde una perspectiva reproductiva, sino también desde un enfoque integral de la salud emocional y mental.

Referencias bibliográficas

  • Díez de la Hoz, S. (2024). Interacción hormonal y comportamental: explorando la relación bidireccional entre el ciclo menstrual y los hábitos de la mujer [Trabajo Final de Grado]. Universidad de Cantabria.
  • Mota, V., Peralta, P. y Borromé, Y. (2021)Relación entre los niveles de ansiedad y depresión y los cambios en el estado de ánimo durante el ciclo menstrual [Tesis doctoral]. Universidad Iberoamericana (UNIBE).
  • Ocampo Rebollar, A. (2017). Cambios emocionales relacionados con cambios hormonales durante el ciclo menstrual de la mujer [Tesis doctoral]. Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).