El estudio Sex differences in the association between chronotype and risk of depression, publicado en Scientific Reports en 2020, explora cómo los cronotipos influyen en el riesgo de depresión. Este análisis sugiere que los patrones de sueño y vigilia afectan de manera distinta a hombres y mujeres. Los ritmos biológicos, como por ejemplo el cronotipo tardío, parecen impactar más en la salud mental de las mujeres. En este sentido, surge la pregunta ¿de qué manera los ritmos circadianos influyen en el bienestar psicológico y en el riesgo de depresión? ¿Cómo es que se expresan estas diferencias entre hombres y mujeres?
Depresión y cronotipos
La depresión es un trastorno que afecta al 4.4% de la población mundial. Caracterizado por sentimientos persistentes de tristeza, desesperanza y falta de interés en actividades cotidianas. Así, va más allá de las fluctuaciones normales del estado de ánimo y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes la experimentan.
Ahora, parece que existe una fuerte asociación de este trastorno con el cronotipo. Es decir, las preferencias individuales en cuanto al momento del día en que uno se encuentra más alerta y activos, están estrechamente vinculadas al ritmo circadiano, el reloj interno y biológico de aproximadamente 24 horas que regula los procesos fisiológicos en los organismos.
En esta línea, existen dos extremos principales de cronotipos: el cronotipo temprano, asociado con aquellos que son madrugadores y tienden a ser más activos por la mañana, y el cronotipo tardío, relacionado con quienes son noctámbulos y muestran mayor vitalidad por la tarde y noche.
Ahora bien.. ¿Hay diferencias según el genero?
A pesar de la riqueza de evidencia que sugiere esta asociación, la información específica sobre las diferencias de género en esta relación es escasa. Mientras que las mujeres tienen el doble de probabilidades de ser diagnosticadas con depresión que los hombres. De este modo, la comprensión detallada de cómo el cronotipo puede influir de manera dispar en hombres y mujeres sigue siendo limitada.
Este estudio se propone abordar dicha brecha en el conocimiento. Para conseguirlo, explora las complejidades de la conexión entre el cronotipo y la depresión, con un enfoque particular en las diferencias de género. Utilizando, para ello, datos significativos y representativos de la población.
Estudios previos sobre cronotipos y depresión
A pesar de que investigaciones previas señalan que aquellos con cronotipos tardíos podrían enfrentar mayores niveles de depresión, la exploración de las diferencias de género en tal ecuación aún está en gran medida en la penumbra. Además, como se ha mencionado, las mujeres, que tienen el doble de probabilidades de recibir un diagnóstico de depresión en comparación con los hombres, podrían verse particularmente afectadas por el cronotipo tardío.
¿Cómo se llevo a cabo este estudio?
La investigación se gestiona dentro del marco del Séptimo Estudio Nacional de Salud y Nutrición de Corea, realizado en 2016. En esta, se examinaron las asociaciones entre el cronotipo, definido por el tiempo medio de sueño corregido en días laborables, y la depresión. Categorizando a los participantes en cronotipos tempranos, intermedios y tardíos, la evaluación de la depresión se llevó a cabo mediante la escala de depresión de 9 preguntas (Patient Health Questionnaire, PHQ-9, en inglés).
El análisis, por su parte, se fundamentó en regresiones logísticas multivariadas, permitiendo una evaluación ajustada por diversas covariables. Un enfoque metodológico que proporcionó el abordaje riguroso para explorar la conexión entre los patrones circadianos y la salud mental en el estudio.
¿Quiénes participaron?
La investigación involucró a 5,550 adultos no turnados, con edades comprendidas entre 19 y 80 años. Los participantes fueron seleccionados cuidadosamente a partir de los datos recopilados en la encuesta, representando así una muestra significativa y diversa de la población coreana. Se excluyeron 201 participantes que trabajaban en turnos y 631 debido a datos incompletos. Asegurando, de esta manera, la integridad y coherencia de la muestra final utilizada para el análisis.
Género, cronotipos y depresión
De los 5,550 adultos no turnados de 19 a 80 años, el 7.4%, 4.5% y 9.3% de los grupos de cronotipos tempranos, intermedios y tardíos, respectivamente, mostraron depresión. Por su parte, las mujeres con cronotipo tardío tenían un riesgo significativamente mayor de depresión en comparación con aquellas con cronotipo intermedio.
Diferencias importantes entre mujeres y hombres
Si bien el análisis detallado reveló que el cronotipo tardío se vinculaba con un incremento en el riesgo de depresión específicamente en mujeres, no se observó una asociación significativa en hombres después de ajustar por diversas covariables. Este patrón resalta una disparidad en la manera en que los patrones circadianos influyen en la salud mental de hombres y mujeres.
Contrariamente, las mujeres con cronotipo temprano no exhibieron una diferencia significativa en el riesgo de depresión. Subrayando la complejidad de tales relaciones y la importancia de considerar el género al analizar la interacción entre el cronotipo y la salud mental.
Lo anterior, podría sugerir que el desarrollar estrategias de intervención y prevención es imperativo considerar enfoques específicos para cada género. Brindando así una atención más precisa y efectiva a las necesidades particulares de hombres y mujeres en el ámbito de la salud mental.
No olvidemos las limitaciones
A pesar de la significativa relevancia de los resultados obtenidos, es esencial abordar algunas limitaciones metodológicas que podrían influir en la interpretación de los hallazgos. En primer lugar, la falta de una evaluación directa de la exposición a la luz limita la comprensión completa de cómo este factor crucial podría modular la relación entre el cronotipo y la depresión.
Además, el uso de una versión modificada del cuestionario de cronotipo de Munich (The Munich ChronoType Questionnaire, MCTQ, en inglés) podría introducir ciertos sesgos, ya que no se empleó la versión exacta del ultracorto MCTQ y tampoco se evaluaron aspectos específicos, como el uso del despertador en días libres. Asimismo, la ausencia de consideración de variables potencialmente relevantes, como los trastornos del sueño, constituye una limitación que sugiere la necesidad de investigaciones futuras más detalladas y exhaustivas que aborden estos aspectos para fortalecer la validez y la generalización de los resultados.
En definitiva…
El estudio subraya la importancia de desentrañar las intrincadas interacciones entre el cronotipo, la depresión y las diferencias de género. Con base a esto, las futuras investigaciones podrían adentrarse en los mecanismos biológicos y comportamentales subyacentes, proporcionando perspectivas más nítidas para el desarrollo de intervenciones específicas y personalizadas en el ámbito de la salud mental. Por último, si te interesa profundizar en técnicas de evaluación, diagnóstico y abordaje del sueño, te recomendamos nuestro curso en trastornos del sueño.
Referencia bibliográfica
- Kim, K. M., Han, S. M., Heo, K., Kim, W. J. y Chu, M. K. (2020). Sex differences in the association between chronotype and risk of depression. Scientific reports, 10(1), 18512. https://doi.org/10.1038/s41598-020-75724-z