El dibujo es una actividad fundamental en el desarrollo de los niños. De hecho, es una acción que va más allá de simplemente plasmar imágenes en papel. Desde los primeros trazos cuando son pequeños hasta las obras más elaboradas de los adolescentes, el acto de dibujar desempeña un papel crucial en su crecimiento cognitivo, emocional y social. En esta nota, exploraremos la importancia del dibujo en la infancia, examinando cómo influye en la creatividad, la expresión emocional y el desarrollo motor.
Sobre la importancia de dibujar en la infancia
El dibujo en la infancia es una forma de expresión fundamental que permite a los menores comunicar sus pensamientos, emociones y experiencias de manera visual. Desde una temprana edad, los niños utilizan el dibujo como una herramienta para explorar el mundo que les rodea, desarrollar habilidades motoras finas y estimular su creatividad.
A través del dibujo, también pueden representar su imaginación, sus percepciones e interacciones con el entorno. Lo anterior, les ayuda tanto a construir significado como a comprender su realidad de una manera única y personal.
Adicionalmente, el dibujo en la infancia fomenta el desarrollo cognitivo, emocional y social. Lo cual proporciona a los adultos insights valiosos sobre el mundo interior de los infantes (Ruiz, 2018).
Dibujar desarrolla el pensamiento crítico
Más allá de una forma de expresión, el dibujo en la primera infancia emerge como una herramienta multifacética que no solo permite a los niños el desarrollo de sus ideas de manera visual, sino que también les brinda la oportunidad de explorar conceptos abstractos y concretos de forma tangible.
Así, al plasmar sus pensamientos en papel, pueden visualizar problemas y situaciones, lo que les ayuda a comprender mejor los conceptos y encontrar soluciones innovadoras. Dicha capacidad de expresión visual les facilita explorar y experimentar con diferentes enfoques, fomentando su pensamiento crítico y habilidades de resolución de problemas.
Adicionalmente, el dibujo en la primera infancia no solo se limita a la expresión creativa, pues también desempeña un papel crucial en la organización y estructuración de la información. Al representar visualmente sus ideas, los niños pueden identificar patrones, relaciones y conexiones que de otra manera podrían pasar desapercibidos (Papandreou, 2013).
Una forma de expresión: ¿Cuáles son los beneficios?
Sin dudas, el dibujo en la infancia es una gran forma de expresión. Dicha forma de expresarse ofrece una amplia gama de beneficios, y contribuye al desarrollo integral en diversas áreas. Algunas formas en las que el dibujo ayuda en la infancia incluyen:
- Expresión emocional: Dado que permite a los niños expresar sus emociones, sentimientos y experiencias de una manera no verbal. Esto les ayuda a procesar y comunicar sus emociones de forma creativa.
- Desarrollo de habilidades motoras: Al dibujar, los pequeños mejoran sus habilidades motoras finas. Lo anterior sucede al manipular lápices, ceras y pinceles.
- Estimulación de la creatividad: El dibujo fomenta la creatividad y la imaginación de los infantes al permitirles crear mundos y personajes imaginarios, explorar nuevas ideas y soluciones, y desarrollar su pensamiento divergente.
- Desarrollo cognitivo: También promueve el desarrollo cognitivo al ayudar a organizar sus pensamientos. Además de permitir mejorar sus habilidades de observación y representación, y fortalecer su capacidad para resolver problemas de manera visual.
- Comunicación y lenguaje: Dibujar, facilita la comunicación no verbal y el desarrollo del lenguaje. Y es que, posibilita a los niños a contar historias, describir sus dibujos y compartir sus pensamientos de manera visual.
- Autoexpresión y autoestima: Finalmente, este acto brinda una forma de autoexpresión única. Así, deja mostrar la identidad, intereses y perspectivas.
El dibujo como forma de comunicación
El hecho de que el dibujo esté presente en la niñez, se entrelaza estrechamente con la forma de comunicación. Esto es así, debido a su capacidad única de expresar ideas, emociones y experiencias a través de elementos visuales como colores, formas y líneas. Dicha expresión visual permite transmitir mensajes de manera creativa y simbólica. Trascendiendo así, las barreras lingüísticas y culturales.
Además, al ser un lenguaje universal, el dibujo se convierte en una herramienta accesible para que los niños compartan sus pensamientos. Y también para que se conecten con los demás de una manera profunda y significativa.
La interacción en el dibujo
En este sentido, el acto de dibujar fomenta la interacción social. Pues permite a los niños colaborar en proyectos artísticos, compartir sus creaciones y establecer conexiones emocionales a través de la expresión visual. Lo que a su vez, posibilita enriquecer sus habilidades comunicativas y su capacidad de relacionarse con los demás.
Por otro lado, esta forma de comunicación no verbal, complementa y enriquece la comunicación verbal. Dando paso a que los niños logren expresar ideas y sentimientos que a veces resultan difíciles de manifestar con palabras. De este modo, a través del dibujo, los niños pueden desarrollar una mayor conciencia de sí mismos y de los demás, fortaleciendo así su autoestima, creatividad y habilidades sociales (Knight, 2008).
Sobre el desarrollo motriz
Adicionalmente, el dibujo en la infancia desempeña un papel fundamental en el desarrollo motriz de los niños. Lo mencionado es posible, al involucrar una serie de habilidades motoras finas y gruesas. Por ejemplo, al sostener un lápiz, cera o pincel para dibujar, los pequeños trabajan en el desarrollo de la coordinación mano-ojo, que es esencial para actividades que requieren precisión visual y control motor (Collado, 1999).
Al trazar líneas, formas y patrones en el papel, mejoran su destreza manual y fortalecen los músculos de las manos y los dedos, contribuyendo al desarrollo de la motricidad fina. Estas habilidades motoras finas son cruciales para tareas como la escritura y realización de actividades cotidianas que requieren precisión y control.
Algunas consideraciones extra
Por otro lado, el dibujo también fomenta el desarrollo de habilidades motoras gruesas a través de movimientos amplios y coordinados. Al sentarse en una posición adecuada para dibujar, los menores trabajan en su equilibrio y postura, fortaleciendo los músculos del tronco y mejorando su control corporal. Con esto, al desplazarse por el espacio para seleccionar materiales o cambiar de posición desarrollan su coordinación motora global y su capacidad para realizar movimientos más complejos y coordinados.
Conclusión
Es fundamental reconocer y respaldar el proceso de dibujo en la infancia como una forma de expresión auténtica y significativa que contribuye al crecimiento y desarrollo integral de los niños. El dibujo no solo les permite comunicar ideas de manera creativa, sino que también les brinda la oportunidad de explorar conceptos, organizar información y desarrollar habilidades de pensamiento crítico y resolución de problemas.
De esta forma, al valorar y fomentar el arte del dibujo en los niños desde una edad temprana, se les proporciona una herramienta poderosa para expresar sus pensamientos, emociones y experiencias de manera visual y tangible. Este apoyo activo al proceso de dibujo no solo enriquece su desarrollo artístico, sino que también promueve el desarrollo cognitivo, emocional y social, permitiéndoles crecer de manera holística y creativa en un entorno que valora su expresión individual y capacidad de comunicación.
Referencias bibliográficas
- Collado, F. Y. (1999). The Role of Spontaneous Drawing in the Development of Children in the Early Childhood Settings.
- Knight, L. (2008). Communication and Transformation through Collaboration: Rethinking Drawing Activities in Early Childhood. Contemporary Issues In Early Childhood, 9(4), 306-316. https://doi.org/10.2304/ciec.2008.9.4.306
- Papandreou, M. (2013). Communicating and Thinking Through Drawing Activity in Early Childhood. Journal of Research in Childhood Education, 28(1), 85-100. Doi: 10.1080/02568543.2013.851131
- Ruiz, C. M. (2018). El uso del dibujo para potenciar la imaginación y la relación con el entorno en adultos y niños/as. Tsantsa. Revista De Investigaciones artísticas, (6), 203-222.