Una adecuada alimentación en la infancia cumple un rol fundamental para el crecimiento y desarrollo infantil, ya que el desayuno en esta etapa de la vida es considerado una de las comidas más importantes del día. Sin embargo, lamentablemente es la comida que más se omite en niños de primaria, lo cual puede tener un impacto negativo en su rendimiento escolar. Por lo tanto, nos proponemos revisar detalladamente las características de un desayuno adecuado y la influencia directa que tiene en el rendimiento escolar de los niños.
El desayuno en la infancia
La alimentación en los niños es importante porque contribuye al desarrollo físico y cognitivo. La palabra “desayuno”, deriva del latín ieiunum que significa vacío de alimentos, mientras que el prefijo “des”, implica cortar con la ausencia de ingesta. Es la primera comida del día y la que nos quita el ayuno del día anterior. Se puede desayunar hasta treinta minutos después de despertarnos, no obstante, es importante clarificar que, tomar un alimento a media mañana, no reemplaza al desayuno.
La ingesta de esta primera comida del día implica tener incorporado un hábito saludable que ha sido respaldado por estudios como el de Varela et al. (2017). Además, como menciona Herrera (2013), el desayuno es considerado como la comida más importante del día a pesar de que es la que más se suele omitir en la etapa escolar.
Por lo tanto, es relevante explorar las posibles repercusiones de esta omisión y qué consecuencias puede tener en la infancia si se elimina el desayuno del día a día. En este sentido, la investigación actual ha puesto parte de sus esfuerzos en averiguar cómo la carencia de una alimentación adecuada puede afectar el rendimiento escolar, así como el crecimiento físico y emocional de los niños.
El estudio enKid sobre el desayuno y su relación con la obesidad
En España se diseñó un estudio epidemiológico observacional transversal entre 1998 y el 2000 llamado enKid, cuya finalidad fue investigar los hábitos alimenticios y el estado nutricional de los niños y jóvenes. A partir de un análisis entre el peso y altura de los participantes, se concluyó que casi un 40% de los niños y jóvenes sufren obesidad o sobrepeso.
Respecto a la situación geográfica, Andalucía y Canarias, fueron las comunidades que poseían el mayor número de estos casos. En cuanto a la obesidad, se determinó con mayor frecuencia en el género masculino que en el femenino. Y, además, se presentaba más en familias con niveles socioeconómicos bajos en las que los niños no solían desayunar (Ballesteros y Herrera, 2006).
¿Qué tiene que tener un buen desayuno en la infancia?
En referencia al contenido del desayuno, este puede variar entre una cultura y otra. Sin embargo, el estudio enKid estableció que para que definamos un desayuno como “completo“, este debe contemplar al menos uno de los siguientes contenidos de cada grupo:
- Un alimento del grupo lácteo (yogurt, leche, queso).
- Una variedad de cereales (pan, copos de maíz, barras de cereal, etc.).
- Al menos una fruta (preferentemente en pedazo, pero también puede ser en zumo siempre y cuando se limite la cantidad de azúcar procesado).
Beneficios de tener una buena alimentación
Un niño tiene una buena alimentación si la misma es variada. Es decir, si consume múltiples alimentos y, además, es moderada en cuanto a cantidad. Tal es la importancia de la alimentación que sus beneficios repercuten en acciones relacionadas a cuestiones académicas.
Centrándonos en los beneficios, podemos observar un impacto positivo en las consecuencias físicas de las infancias con buena alimentación, destacando el dinamismo y el crecimiento corporal dentro de los parámetros esperados. Respecto a lo cognitivo, se resalta la capacidad de atender de manera activa durante la clase y una buena capacidad retentiva de información. Además, también se encuentra que los pequeños bien alimentados son más curiosos, competitivos e innovadores (Nuñez et al., 2017).
Desayuno y rendimiento escolar
El rendimiento escolar es entendido como el nivel de conocimiento que posee un alumno. Este se obtiene a través de una evaluación de desempeño. A partir de un determinado resultado, se calcula si dicho desempeño se encuentra por debajo, dentro de lo esperado, o si los conocimientos son superiores a lo esperado para la edad. Concretamente, el proceso de aprendizaje en los niños está influenciado por múltiples factores.
Los logros o dificultades académicas que presente un niño se atribuyen a diferentes aspectos, entre ellos aspectos genéticos, cognitivos, emocionales, ambientales o nutricionales.
Cuando se producen ayunos muy largos, el rendimiento escolar se ve afectado de manera negativa. Además, la omisión de alimentos por más de 10 o 12 horas produce hipoglucemia (bajo nivel de azúcar en la sangre), lo que se traduce en que los pequeños respondan a las demandas escolares con fatiga (Ballesteros y Herrera, 2006).
Estudios: Beneficio del desayuno en el rendimiento escolar
Para comenzar, podemos encontrar el estudio de Mahoney, Taylor, Kanarek y Samuel (2005). En este caso, se estudió si la ingesta de desayuno tenía efectos positivos respecto al rendimiento académico. Participaron 30 niños sanos de primaria quienes fueron divididos en dos grupos homogéneos: los que desayunaban (cualquier tipo de ingesta, que no fuera necesariamente un desayuno completo nutritivamente) y los que no.
Este estudio tuvo una duración de tres semanas y, tras finalizar, concluyeron lo siguiente:
- Los niños que consumían un desayuno puntuaban más alto que la media en las pruebas de memoria espacial, memoria a corto plazo y atención auditiva.
- Las niñas que incluían cereales a su desayuno puntuaron levemente mejor que la media del resto de los niños que no los incluían.
Estudio de Jofré et al. (2007)
Esta investigación estudió la importancia del desayuno en 26 alumnos sanos de primer año de primaria. Se establecieron dos grupos diferenciados porque uno ingería desayuno y el otro no, aplicándose pruebas de procesamiento secuencial y simultáneo de información. Dentro de las conclusiones se destaca que:
- Los niños que no desayunan presentaron un desempeño en el procesamiento secuencial y simultáneo de la información disminuido en comparación con los que sí lo hacían. Reportando que sus resultados se encontraban por debajo de la media.
- El ayuno trae como consecuencia deficiencias en el procesamiento de la información.
Estudio de Osuna y López (2009)
Estos autores analizaron si el desayuno contribuía a obtener buenas calificaciones. Los participantes fueron 224 niños sanos de tercer año de primaria, divididos en dos grupos: los que desayunaban y los que no.
Se aplicó una prueba estandarizada y, a partir de los resultados obtenidos, se consideraba si su rendimiento era deficiente, acorde o superior al esperado. Dentro de las conclusiones, los autores mencionan que:
- Un 2% más de alumnas desayunaban respecto a los varones.
- Quienes desayunaban obtenían puntuaciones 2.27 veces más altas de la media que quienes no lo hacían.
Recomendaciones para padres
Dados los beneficios de una buena alimentación en la infancia, es esencial que los padres sirvan de modelo con los alimentos que eligen y el modo en el que los consumen. Respecto al desayuno, los padres deben incorporar este hábito saludable para volverlo parte de una rutina familiar.
Además, en referencia al desayuno en la infancia es importante que los progenitores planifiquen las compras semanales en una lista para que, al momento de ir de compras, se adquieran únicamente los alimentos que desean y así no tentarse con otros menos saludables. Por otra parte, tener una planificación alimenticia semanal puede ser beneficioso para alimentarse correctamente y de forma variada (Moreno y Galiano, 2015).
Conclusión
A modo de síntesis, una buena alimentación en la infancia es importante para el desarrollo de los niños. Hoy por hoy, el tema del desayuno en la infancia genera debate debido a que hay quienes dicen que no siempre es necesario desayunar.
No obstante, también hay estudios donde se concluye que los niños que desayunan obtienen mejores resultados en las actividades académicas que quienes no lo hacen. Tal es así que incluso la omisión de esta comida trae consecuencias negativas en el funcionamiento cerebral de los más pequeños. En consecuencia, establecer al desayuno como parte de la rutina diaria es clave para un mejor desempeño escolar y, por supuesto, un hábito que perdurará en el futuro. Así, el desayuno y el rendimiento escolar pueden ser dos aspectos importantes a tomar en cuenta en el ámbito educativo.
Referencias bibliográficas
- Ballesteros, F. y Herrera, R. (2006). Estudio sobre el desayuno y el rendimiento escolar en un grupo de adolescentes. Nutrición Hospitalaria, 21(3), 346-352. https://pesquisa.bvsalud.org/portal/resource/pt/ibc-048386
- Herrera, A. (2013). El desayuno y su importancia ¿Es realmente el desayuno una necesidad fisiológica o un hábito saludable?. Revista Gastrohnup, 15(2), 20-27. https://revistas.univalle.edu.co/index.php/gastrohnup/article/view/1261
- Mahoney, C. R., Taylor, H. A., Kanarek, R. B. y Samuel, P. (2005). Effect of breakfast composition on cognitive processes in elementary school children. Physiology & behavior, 85(5), 635-645. Doi: 10.1016/j.physbeh.2005.06.023
- Moreno, J. M. y Galiano, M. J. (2015). Alimentación del niño preescolar, escolar y del adolescente. Pediatría Integral, 19(4), 268-276. https://www.pediatriaintegral.es/publicacion-2015-05/alimentacion-del-nino-preescolar-escolar-y-del-adolescente/
- Nuñez, R. B., Zambrano, M. Q., Alarcón, M. S., Monar, L. V. y Cisneros, J. C. (2017). Alimentación saludable como factor influyente en el rendimiento escolar de los estudiantes de instituciones educativas en Ecuador. FACSALUD-UNEMI, 1(1), 34-39. https://doi.org/10.29076/issn.2602-8360vol1iss1.2017pp34-39p
- Jofré, J. M., Jofré, M. J., Arenas, M. C., Azpiroz, R. y De Bortoli, M. Á. (2007). Importancia del desayuno en el estado nutricional y el procesamiento de la información en escolares. Universitas Psychologica, 6(2), 371-382. http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-92672007000200015
- Osuna, S. L. C. y López, C. J. H. (2009). Desayuno y calificaciones en alumnos de tercer año de primaria. Pediatría de México, 11(1), 12-14. https://www.medigraphic.com/pdfs/conapeme/pm-2009/pm091e.pdf
- Varela Arévalo, M. T., Tenorio Banguero, Á. X. y Duarte Alarcón, C. (2018). Prácticas parentales para promover hábitos saludables de alimentación en la primera infancia en Cali, Colombia. Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, 22(3), 183-192. Doi: 10.14306/renhyd.22.3.409