El uso excesivo de redes sociales y pantallas tiene un impacto directo en el bienestar y salud mental de las personas. Y es que, vivimos en una realidad en la que el uso de medios digitales (redes sociales, videojuegos, mensajería y sitios de Internet) son parte de nuestro día a día. Un contexto en el cual la mayoría de los adolescentes prefieren comunicarse a través de los móviles que teniendo encuentros cara a cara. Siguiendo esta línea de pensamiento, varios estudios han encontrado que se asocia con un nivel de bienestar más bajo, mayores niveles de estrés y síntomas relacionados con la depresión y la ansiedad. Acompáñanos a profundizar en distintos aspectos de las redes sociales y la relación del uso excesivo de redes sociales con el bienestar psicológico.

¿Qué son las redes sociales?

Las redes sociales constituyen un medio de comunicación, tanto formal como informal, que funciona a través de Internet. Estas permiten la conexión de personas con amigos, conocidos o incluso desconocidos, por lo que, también favorecen que se puedan entablar nuevas amistades.

Así, en las redes, la persona crea un perfil de usuario en el que describe y comparte tanta información como decida, publica contenido sobre su vida, gustos o intereses, interactúa y puede formar parte de comunidades con las que tenga preferencias en común. Sin embargo, también es un elemento que permite mostrar y tener una imagen social que, muchas veces, puede no ser cercana a la real.

¿Por qué enganchan las redes sociales?

person holding space gray iPhone X

En primer lugar, la necesidad de socializar es algo sano. Sin embargo, en ocasiones puede ir en contra. Un ejemplo de ello es el miedo a perderse algo (Fear Of Missing Out, FOMO, en inglés), que se relaciona con la necesidad de estar conectado a las redes sociales para actualizar contenido y, de esta forma, que el usuario no pase desapercibido. En consecuencia, dicha conducta genera un comportamiento compulsivo de conectarse frecuentemente a las redes.

Otro punto de enganche que pueden generar las redes sociales está relacionado con la posibilidad de creación de una vida paralela. Es decir, a la alternativa de ser otra persona, proyectando una imagen que se asemeje más a lo que gustaría ser, mostrando una vida atractiva y popular.

Sumado a lo anterior, no podemos olvidar mencionar aquellos factores propios de la red social. Un claro ejemplo son los me gusta o likes, comentarios y reposteos que pueden generar una sensación inmediata de felicidad, debido a los diversos sistemas de recompensa que operan en el cerebro.

Uso de las redes sociales en la adolescencia

Los seres humanos somos seres sociales por naturaleza. En consecuencia, tenemos la necesidad de pertenecer a un grupo y esto nos lleva, irremediablemente, al deseo social de interactuar con los demás. Las interacciones sociales están asociadas con una buena salud tanto mental como física a lo largo de la vida. Pero, ¿cómo influye este uso de las redes sociales en la adolescencia?

Un gran cambio

La adolescencia es una etapa crucial para las interacciones sociales, la necesidad de pertenencia se hace incluso mucho más evidente que en otras etapas del desarrollo. El que un adolescente invierta tiempo con sus iguales es muy importante y, además, es un marcador crítico de dicha etapa para aumentar la independencia, construir relaciones fuera de la familia y conformar la identidad. Sin embargo, la interacción social entre adolescentes y adultos jóvenes ha cambiado.

En la actualidad, la comunicación digital ha desplazado a la interacción cara a cara, lo cual puede ir acompañado de un incremento de sentimientos de soledad, debido a un déficit percibido de intimidad en las relaciones. Adicionalmente, esta interacción ha llevado a que las actividades que vinculadas con salir de la casa, como por ejemplo ir al cine, salir al parque o asistir a fiestas, disminuyan sustancialmente.

Relación entre el uso de redes sociales y el bienestar psicológico

Se entiende por bienestar psicológico al desarrollo de capacidades y crecimiento personal, donde la persona muestra prácticas saludables y un funcionamiento efectivo. En consecuencia, esto genera un sentimiento positivo con respecto a la apariencia física, inteligencia o aspecto económico.

man holding smartphone in close up photography

En varias investigaciones se ha estudiado la relación que existe entre el uso de redes sociales y el bienestar psicológico, y se ha encontrado que los adolescentes y adultos jóvenes que invierten mucho tiempo usando medios digitales reportan un bienestar psicológico inferior. Por ende, se observan mayores niveles de estrés y problemas psicológicos, una satisfacción de vida inferior, menor sensación de felicidad, más sentimientos de soledad y mayor aislamiento social (Hunt et al., 2018).

En este sentido, la profesora de psicología Jean Twenge (2017), nos remarca que los adolescentes y adultos jóvenes están en primera línea de la peor crisis de salud mental, con una mayor tasa de depresión, la cual ha aumentado exponencialmente desde el 2011.

Redes sociales y jóvenes: Facebook, Instagram y su relación con el bienestar

Se ha comprobado que, tanto el uso de Facebook como de Instagram, se correlacionan positivamente con síntomas de asociados a la depresión, causados por las comparaciones sociales y la violencia estética que producen estas redes sociales. Específicamente, el uso de Facebook se asocia con una autoestima más baja y soledad.

Y, por otro lado, se ha reportado que un uso elevado de Instagram se correlaciona con problemas en la imagen corporal. Además, según resultados de estudios, el doble de adolescentes que usan medios digitales más de 5 horas al día (con respecto a quienes los usan 1 hora) han tenido un mayor número de intentos suicidas (13.2% vs 6.6%) (Twenge, 2019).

Posibles causas de un menor bienestar psicológico

En un intento por encontrar las posibles causas de este menor bienestar psicológico, algunos estudios han encontrado que el uso de redes sociales puede quitar tiempo que se podría emplear para realizar otras actividades más beneficiosas, tanto para la felicidad como para la salud mental. Ejemplos de estas actividades podrían ser la interacción cara a cara, el ejercicio, la lectura y el tiempo fuera de casa.

Por otro lado, la luz azul emitida por los dispositivos electrónicos interfiere con la producción de melatonina, la hormona del sueño. Debido a ello, se produce un sueño más corto y de peor calidad, culminando en un mal descanso. Este aspecto conlleva un riesgo para el bienestar, pudiendo causar depresion y/o ansiedad. Para aprender más sobre este último cuadro y sus bases neuropsicológicas, te recomendamos nuestro curso en ansiedad.

Además, algunas investigaciones han encontrado que la presencia de móviles en situaciones sociales reduce el placer y goce de dichas actividades y experiencias. Al tener el móvil, por ejemplo, el disfrute del momento queda de lado y es desplazado por querer mostrar al mundo un vídeo perfecto o una foto con ciertas características para conseguir el mayor número de likes.

¿Uso excesivo de redes sociales?: La importancia de moderar sus usos y algunos efectos positivos

Se ha determinado que limitar el uso de redes sociales en 10-20 minutos diarios, influye significativamente en la disminución de síntomas depresivos y de soledad. De la misma manera, tiene efectos positivos en el bienestar subjetivo y en la promoción de un estilo de vida más saludable. Asimismo, después de 4 semanas teniendo un uso limitado, se reduce el miedo a perderse algo y la ansiedad (Hunt et al., 2018).

Así, algunas plataformas como Instagram o Youtube ya cuentan con alertas para ayudar a limitar el uso excesivo de redes sociales. Y, en este punto, resaltamos el rol de los padres y educadores para restringir el uso por de más y guiar hacia la construcción de un vínculo mas sano con las mismas. Y es que, buscar alternativas de ocio no digitales permite reforzar las relaciones interpersonales cara a cara, conectar más con nosotros mismos y nuestras emociones.

Conclusión

En la sociedad actual existe el miedo de estar desconectado y esto se hace latente por una presión implícita de estar conectado todo el tiempo con los demás. Con los me gusta y los reposteos, una persona puede sentirse parte de un grupo y validada, aunque esto pueda ser solo parte de una ilusión.

Sin embargo, todo esto no puede compararse con las interacciones cara a cara o experiencias que pueden tenerse lejos de las pantallas y redes sociales. En este sentido, dentro de las consecuencias del uso excesivo del teléfono y las redes sociales nos encontramos con un menor bienestar psicológico generando mayores síntomas de ansiedad y depresión. De esta forma, un uso responsable y consciente evitará efectos negativos en el bienestar psicológico, salud física y relaciones sociales.

A pesar de que se ha mostrado que la retroalimentación que recibimos en línea y redes sociales es muy importante y tiene un impacto incluso a nivel cerebral, nos quedan algunas reflexiones pendientes: ¿Qué pasa cuando la retroalimentación que recibimos no es buena? ¿Cuáles son las consecuencias de pensar que tener muchos seguidores es más importante que tener relaciones de amistad sanas? ¿Cuál es el resultado cuando no queremos salir de casa porque preferimos estar frente a una pantalla?

Referencias bibliográficas

  • Brailovskaia, J., Ströse, F., Schillack, H. y Margraf, Jü. (2020). Less Facebook use- More well-being and a healthier lifestyle? An experimental intervention study. Computers in Human Behavior, 108, 106332. https://doi.org/10.1016/j.chb.2020.106332
  • Hunt, M., Marx, R., Lipson, C. y Young, J. (2018). No More FOMO: Limiting Social Media Decreases Loneliness and Depression. Journal of Social and Clinical Psychology, 37(10), 751-768. https://doi.org/10.1521/jscp.2018.37.10.751 
  • Twenge, J. (2017). iGen. Why Today´s Superconnected Kids are Growing Up Less Rebelious, More Tolerant, Less Happy- and Complete Unprepared for Adulthood. Atria Books.
  • Twenge, J. (2019). More Time on Technology, Less Happiness?. Current Directions in Psychological Science, 28(4), 372-379. https://doi.org/10.1177/0963721419838244
  • Twnge, J. (2020). Why increases in adolescent depression may be linked to the technical environment. Current opinion in Psychology, 32, 89-94. Doi: 10.1016/j.copsyc.2019.06.036
  • Twenge, J., Spizburg, B. y Campbell, K. (2019). Less in-person social interaction with peers among US adolescents in the 21st century and links to loneliness. Journal of Social and Personal Relationships, 36(6), 1892-1913.  https://doi.org/10.1177/0265407519836170