Además del estigma, los jóvenes transgénero y de género diverso y sus familias pueden enfrentarse a un estrés adicional relacionado con la toma de decisiones con respecto a las intervenciones sociales y médicas específicas de cara a afirmar la identidad de género. Existe en este proceso una especie de transición social, que no implica ninguna intervención médica o quirúrgica, y se puede lograr de muchas maneras y en múltiples grados. Esta transición abarca, por ejemplo, elegir el peinado, ropa o uso de un nombre y pronombres congruentes con la identidad de género de uno. La transición social puede ocurrir en todos los entornos, o puede limitarse a entornos específicos, como en el hogar, en eventos de apoyo específicos o de vacaciones. ¿Qué es exactamente la transición social?

Un caso de transición

Lupita es una joven de 23 años a quien se le asignó un género masculino al nacer y tenía antecedentes de trastorno depresivo mayor y ataques de pánico. A los 18 años, después de una evaluación integral, inició una terapia hormonal de afirmación de género con su proveedor de atención primaria. Cambió su nombre a “Lupita”, su pronombre a “ella”, y comenzó a vestir ropa más tradicionalmente femenina. Al año siguiente, empezó a asistir a la universidad y enfrentó un continuo acoso por motivos de género por parte de otros estudiantes como resultado de su apariencia física no conforme con su género.

Los servicios de salud de su universidad no afirmaban su género y se referían a ella repetidamente por su nombre de nacimiento y pronombres masculinos. Comenzó a desmoralizarse, y después de 5 meses decidió deshacer la transición. Se deprimió progresivamente e intentó suicidarse en su segundo año.

Tras ello, se fue a otra universidad donde encontró proveedores clínicos que afirmaron su género y reanudó la terapia con estradiol y espironolactona (un antiandrógeno). Además de su afirmación social a través del nombre, los pronombres y estilo de vestir. Su estado de ánimo mejoró y pudo graduarse. Ahora quiere someterse a una cirugía de aumento de senos (Turban, 2017).

El concepto trans explicado

Las personas transgénero suponen un grupo diverso de personas cuya identidad de género difiere del sexo que les fue asignado en el momento del nacimiento. Así, se utiliza el término trans para referirse a las personas cuya identidad y/o expresión de género no corresponde a las normas y expectativas tradicionalmente asociadas.

Incluye a personas transexuales, transgénero, de identidad no binaria o con una expresión de género diversa. Y, por supuesto, no constituye una patología pero, en muchos casos, demanda atención sanitaria, reconociendo la libre autodeterminación del género como un derecho humano fundamental. Pero… ¿Qué es la transición social?

La transición social como parte fundamental

La transición o transición social supone el momento que la persona transgénero puede necesitar para vivir acorde a su identidad de género de manera satisfactoria. Este proceso puede incluir cambios sociales (ropa, corte de pelo, nombre, documentación…). A partir de la pubertad, intervenciones médicas como: bloqueadores de la pubertad (hasta los 14 años); terapia hormonal de afirmación de género (a partir de los 15 años); intervenciones quirúrgicas (a partir de los 18 años).

Esta etapa requiere la participación de todo el entorno social, comenzando por el ámbito más cercano: familia y amistades. En consecuencia, supone un momento en el que la relación con los iguales y con el entorno familiar va a tener que reestructurarse y que, especialmente en las personas en edad escolar, condiciona el tránsito en el entorno educativo. Y en todas las actividades usuales, deportivas, recreativas, asociativas y, más adelante, laborales. Se trata, por tanto, de un parte de vida de especial vulnerabilidad, que puede requerir de habilidades sociales y de afrontamiento de la ansiedad derivada del estrés de hallarse bajo el juicio de todo el entorno (de Castro Peraza et al., 2023).

3 tipos de juicios clínicos

El juicio clínico en esta área varía significativamente, dividiéndose en tres enfoques principalmente:

La transición de género comienza con una transición social
  1. El primer enfoque sugiere que se deberían instituir técnicas psicoterapéuticas para ayudar a los niños transgénero a identificarse con el género asignado al nacer. Este enfoque se basa en el supuesto de que la identidad de género en los jóvenes prepúberes puede ser maleable y que las intervenciones psicoterapéuticas pueden promover la identificación con el género asignado al nacer. Evitando, con ello, la necesidad de futuras intervenciones médicas.
  2. El segundo recomienda explorar la identidad de género con el paciente, sin intervenciones para disminuir la identificación de género cruzado. Sin embargo, este enfoque desaconseja simultáneamente la transición social, citando posibles altas tasas de desistencia en la identificación de género cruzado desde la niñez hasta la adolescencia y evidencia anecdótica de que algunos jóvenes transgénero que finalmente regresan a vivir como su género de nacimiento sufren angustia, principalmente debido al miedo del juicio de sus pares.
  3. El tercer enfoque recomienda una exploración abierta de la identidad de género del niño sin ningún objetivo a la vista (transgénero o no) y apoya la transición social para aquellos niños que expresan un deseo. Pues prohibirla puede provocar vergüenza en el paciente y dañar las alianzas entre el paciente, a familia y proveedor. Lo que en última instancia conduce a malos resultados de salud mental.

En cuanto al último…

Este tercer enfoque es único al permitir a los jóvenes transgénero, incluidos los niños prepúberes, realizar una transición social. Es decir, vivir a tiempo completo su identidad de género experimentada, incluida, en este estudio, utilizando el pronombre opuesto al género asignado al nacer. En cuanto a esto, al parecer, la base de evidencia acumulada sugiere que estos jóvenes en transición social tienen una salud mental superior en comparación con jóvenes transgénero remitidos a clínicas a quienes no se les permitió la transición social (Turban, 2017).

El papel de los profesionales de la salud

La parte psicológica

La transición de género es un proceso muy complejo. Se debe consultar a los médicos que tengan experiencia en la asistencia a las personas en transición. Aquí, los profesionales de la salud mental pueden considerar ayudar a mejorar el apoyo social, los métodos de afrontamiento y habilidades de resolución de problemas. Y a las familias a evaluar sus opciones, sopesar los riesgos y los beneficios, y tolerar la incertidumbre. 

Estos pueden proporcionar orientación sobre cómo apoyar a las familias en la toma y ejecución de decisiones sobre el momento. Además de la naturaleza de los pasos hacia la transición social, y ayudarlas a afirmar y apoyar, incluso si no se lleva a cabo la transición social de género. Así, pueden ayudar a las familias a abogar por su hijo en la escuela y la comunidad (por ejemplo, el acceso a los baños en la escuela). Y, a medida que se acerca la pubertad, ayudar a allanar el camino para la toma de decisiones sobre las intervenciones hormonales.

La parte médica

Esta toma de decisiones puede incluir la consideración de la supresión reversible de la pubertad con análogos de hormonas liberadoras de gonadotropinas. Y, posiblemente en una etapa posterior, el uso de hormonas en un tratamiento hormonal cruzado, incluidos los estrógenos y la testosterona, en caso de.

En esto, los médicos han de discutir los riesgos y beneficios de la transición social y médica con los pacientes de una manera adecuada para el desarrollo. Especialmente, cuando son los niños prepúberales están considerando la transición social.

Así, el profesional puede considerar el riesgo de angustia posterior debido al arrepentimiento posterior a la transición, si la identificación cruzada de género se desvanece después de la pubertad. Del mismo modo, también puede sopesar dicho riesgo contra el beneficio potencial de una transición de género prepúber que podría mejorar el funcionamiento psicosocial de los niños cuya identidad transgénero es afirmada por otros (Lothwell et al., 2023).

Conclusión

Aunque históricamente se ha limitado el discurso a los términos de hombres y mujeres, es fundamental reconocer la amplia gama de diversidades de género. Pues es lo que está ganando aceptación y reconocimiento en nuestra sociedad de forma gradual. Aún persiste la necesidad de un esfuerzo social significativo para transformar nuestra perspectiva sobre la diversidad de género, reconociéndola como un aspecto enriquecedor y valioso para nuestra sociedad. Eso sí, el debate sobre los méritos de la transición social prepuberal está servido.

Referencias bibliográficas

  • de Castro Peraza, M. E., Lorenzo Rocha, N. D., García Acosta, J. M., Díez Fernández, O., Rodríguez Novo, N., Pérez Ramos, A., Perdomo Hernández, A. M. y Castro Molina, J. (2023). Beneficios de la transición social temprana en menores transgénero. Perspectivas de familias: estudio cualitativo [Benefits of early social transition in transgender minors. Family perspectives: qualitative study.]. Revista espanola de salud publica97, e202301007.
  • Lothwell, L. E., Libby, N. y Adelson, S. L. (2020). Mental Health Care for LGBT Youths. Focus (American Psychiatric Publishing)18(3), 268-276. https://doi.org/10.1176/appi.focus.20200018
  • Turban J. L. (2017). Transgender Youth: The Building Evidence Base for Early Social Transition. Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry56(2), 101-102. https://doi.org/10.1016/j.jaac.2016.11.008