El acoso escolar, un fenómeno que captó la atención de la investigación en la década de 1980 tras tragedias en Noruega y preocupaciones en Japón continúa siendo un desafío global en la actualidad. Este fenómeno mantiene una prevalencia alarmante que hace evidente la necesidad de abordar este problema de manera efectiva. De esta forma, con el objetivo de lograr una reducción significativa en las conductas de acoso escolar, es fundamental que los investigadores y educadores enfoquen sus esfuerzos en encontrar diversas formas para prevenir este fenómeno. En esta nota profundizaremos en la importancia de la prevención del acoso escolar, destacando la necesidad de un enfoque integral basado en la investigación actual.
¿Qué es el acoso escolar?
En el campo del acoso escolar, destacados investigadores como Farrington (1993) y Olweus (1991) han definido este fenómeno como un comportamiento agresivo que incluye tres elementos claves. Estos elementos son: la intención de dañar, la repetición de las acciones y el desequilibrio de poder entre el acosador y la víctima. En términos simples, los acosadores buscan causar daño a sus víctimas de manera repetida y prolongada, aprovechando un poder desigual.
De este modo, el acoso escolar puede ocurrir en múltiples contextos, incluyendo no solo la escuela, sino también entornos en línea (ciberbullying) involucrando a acosadores, víctimas, espectadores y defensores, y generando así, un desequilibrio de poder físico o social. Además, dada la importancia de sus efectos a largo plazo, es crucial implementar intervenciones para abordarlo.
Consecuencias del acoso escolar
Como es de esperarse, el acoso escolar se asocia fuertemente con riesgos para la salud mental y comportamental. Por ejemplo, las víctimas pueden experimentar ideación suicida, ya que el acoso las hace sentir atrapadas y desesperadas. También, es común que desarrollen ansiedad y depresión, debido al estrés constante y la tristeza. Cabe destacar que estos problemas no solo afectan su bienestar emocional, sino también su rendimiento escolar y sus relaciones personales.
En este sentido, la participación en el acoso escolar esta vinculada con un bajo rendimiento académico, el absentismo y el consumo de drogas. Asimismo, aunque no siempre es causal, existe una asociación clara entre el acoso escolar y consecuencias indeseables a lo largo de toda la vida.
Importancia de la investigación sobre el acoso escolar
Así, es evidente que necesitamos de intervenciones efectivas y éticas. Abordar este problema no solo promueve el desarrollo psicológico óptimo, sino que también protege los derechos humanos, especialmente los de los niños. De hecho, las revisiones recientes confirman la efectividad de los programas contra el acoso aunque, cabe señalar, con ciertas limitaciones en los métodos de evaluación.
¿Cómo se realizó la investigación?
Se realizó una revisión sistemática para evaluar la efectividad de las estrategias de prevención contra el acoso escolar. Esta etapa incluyó la búsqueda exhaustiva y la evaluación crítica de la literatura relevante. Para identificar estudios pertinentes, los investigadores aplicaron criterios estrictos de inclusión y exclusión, evitando así el sesgo sistemático. La revisión incluyó estudios publicados desde 2009 y se basó en criterios rigurosos para garantizar la calidad y relevancia de los resultados. Este proceso garantizó una evaluación precisa de “lo que funciona” en la prevención de este fenómeno. Es así que resulta necesario informar a los responsables encargados de la creación e implementación de diferentes políticas asociadas a la prevención de este fenómeno, así como también a todo profesional que forme parte de este campo.
Algunas limitaciones
Aunque la investigación muestra la efectividad de los programas antiacoso escolar, tiene limitaciones al no analizar los componentes de intervención. Los autores sugieren evaluar estas diferencias para mejorar futuras políticas e intervenciones. En definitiva, si bien los resultados son alentadores, se necesita más investigación para entender cómo mejorar la prevención del acoso escolar.
Los hallazgos de las estrategias de prevención
El análisis incluyó 100 estudios sobre programas antiacoso escolar. Se descubrió que estos programas redujeron significativamente tanto la conducta de acoso como la victimización entre los estudiantes.
En otras palabras, los estudiantes que participaron en estos programas mostraron una disminución en la tendencia de acosar a otros. También reportaron menos experiencias de ser víctimas de acoso en comparación con aquellos que no recibieron la intervención. De esta forma, los hallazgos respaldan la eficacia de implementar programas que incluyan variadas estrategias de prevención contra el acoso escolar para mejorar el ambiente escolar y proteger a los estudiantes, fomentando la empatía e inclusión.
Consideraciones finales
Los resultados respaldan la efectividad de las estrategias de prevención contra el acoso escolar. En esta línea, Los autores pudieron observar una reducción del 19% al 20% en la perpetración y del 15% al 16% en la victimización, por lo que resulta crucial seguir mejorando estos programas para entornos escolares seguros.
Además de las intervenciones antiacoso, es esencial fortalecer la conciencia y educación sobre este problema. Esto incluye fomentar la empatía y la inclusión, implementar políticas claras y colaborar entre educadores, padres y estudiantes para prevenir el acoso. Por último, si quieres interiorizarte más en esta temática, te recomendamos nuestro curso en prevención e intervención del acoso escolar.
Referencia bibliográfica
- Gaffney, H., Ttofi, M. M., y Farrington, D. P. (2019). Evaluating the effectiveness of school-bullying prevention programs: An updated meta-analytical review. Aggression and Violent Behavior, 45, 111-133. https://doi.org/10.1016/j.avb.2018.07.001