La prosopagnosia es un desorden neurológico que se caracteriza por la incapacidad de reconocer rostros humanos. Debido a su naturaleza, está clasificada dentro de los tipos de agnosias visuales, recibiendo el nombre de “agnosia facial” o “ceguera facial”, incluyendo los casos de prosopagnosia congénita y adquirida. Su nombre deriva de los términos griegos πρόσωπον (aspecto) y de ἀγνωσία (desconocimiento). A continuación, indagaremos un poco más en el término prosopagnosia y cómo afecta la capacidad de identificar rostros familiares.

¿Cómo surge este término?

El término prosopagnosia o agnosia facial fue descrito por primera vez en 1947, por el neurólogo Joachim Bodamer, quien describió el caso clínico de un paciente de 24 años con una herida de bala en la cabeza. Lo cierto es que el accidente le produjo una lesión cerebral que le impedía reconocer las caras de sus propios familiares y amigos; era incluso incapaz de identificar su propio rostro frente al espejo.

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Sin embargo, podía distinguir a las personas a través de otras vías perceptivas como la voz o el tacto. También, podía identificarlas fijándose en características como la forma de caminar o el tono de voz.  El “reconocimiento facial” es un proceso de múltiples etapas que tienen como fin la identificación. Actualmente, el modelo cognitivo de reconocimiento facial más influyente es el de Bruce y Young (1986). 

Diferencias en el reconocimiento facial

Ahora, la forma de identificar si una cara es familiar o no, es diferente para una persona sana que para una con prosopagnosia. En principio, el cerebro de una persona sana tarda en reconocer una cara, unos 100 milisegundos. La persona que tiene este cuadro se fija en detalles con el fin de encontrar diferencias identificatorias.

Ceguera facial: ¿Cuáles son las causas?

Según su origen encontramos dos tipos de prosopagnosia o agnosia facial. Estos pueden dividirse en “evolutiva” o “adquirida”. Veamos qué conlleva cada una:

  • Prosopagnosia evolutiva: Está presente desde el nacimiento, teniendo un origen congénito. Las personas con esta afección no logran desarrollar las habilidades para reconocer rostros a pesar de no mostrar lesiones cerebrales y de tener la visión y memoria normal.
  • Prosopagnosia adquirida: Suele presentarse, principalmente, derivada de una lesión cerebral. Puede surgir de patologías como un traumatismo craneoencefálico o infecciones que afectan al sistema nervioso central (como encefalitis, tumores, meningitis, etc.).

Tipos de prosopagnosia adquirida

Según el grado de afección, encontramos tipos de prosopagnosia bien diferenciados. Esos son los siguientes:

  • Aperceptiva: La persona muestra una visión correcta, demostrando que ve las caras. Sin embargo, presenta fallos en su análisis estructural, siendo incapaz de identificarlas o reconocer rostros familiares.
  • Asociativa o prospamnesia: Es capaz de analizar estructuralmente las caras, identificar edad, sexo o etnia, pero es incapaz de identificar quién es la persona. Su reconocimiento de caras se basa en un análisis contextual no visual, fijándose en el tono de la voz o el color del pelo, por ejemplo.
Imagen obtenida de: Corrow et al. (2016)

Localización cerebral

En cuanto a la localización neuroanatómica de las lesiones asociadas a la prosopagnosia adquirida, no parece existir unanimidad. Sin embargo, la mayoría de los estudios realizados mediante técnicas de neuroimagen funcional en pacientes con lesiones cerebrales y aquellos sanos, nos indican que la percepción de caras estaría asociada a regiones posteriores del cerebro.

De manera concreta, la circunvolución occipitotemporal del hemisferio derecho. De hecho, estudios recientes muestran que, dependiendo de la localización cerebral de la lesión, se manifestará un tipo de prosopagnosia. Para la prosopagnosia aperceptiva se muestran lesiones en lóbulos temporales occipitales bilaterales (parte izquierda en la imagen). Por otra parte, la prosopagnosia asociativa ocurre por lesiones temporales anteriores (parte derecha en la imagen).

¿Qué signos pueden indicar prosopagnosia?

Actualmente, la prosopagnosia o ceguera facial no aparece clasificada dentro de la quinta edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, DSM-V, en inglés). No obstante, existen varios signos que identifican la existencia de prosopagnosia:

  • Incapacidad para reconocer a los miembros de la familia, amigos o personas familiares por su rostro.
  • No reconocer a personas familiares en fotografías (Test de Reconocimiento Facial de Benton)
  • Fijarse en características no faciales distintivas (como el peinado, vello facial, cicatrices, etc.) al conocer a personas nuevas o a la hora de reconocerlas posteriormente.
  • Dificultades en el reconocimiento en entornos donde las personas comparten características similares, como uniformes de trabajo o colegio.
  • Confundir o no reconocer a personajes famosos en películas o programas televisivos.

¿Cómo evaluar la prosopagnosia?

Existen diferentes formas de evaluar la ceguera facial dependiendo del tipo al que nos estemos refiriendo. Las mismas se pueden clasificar de la siguiente manera:

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  • Ámbito perceptivo: Aplicación de pruebas para valorar la capacidad de la persona para percibir los rasgos faciales que caracterizan una cara.
  • Emparejamiento de fotografías idénticas: El consultante deberá emparejar fotografías idénticas de diferentes rostros humanos. Con esta prueba se evalúa el nivel visoperceptivo básico.
  • Identificación perceptiva de rostros: Se le muestran imágenes distintas y debe contestar si el estímulo presentado corresponde a un rostro humano o no.
  • Dibujo de una cara: El sujeto ha de dibujar una cara humana.
  • Copia del dibujo de una cara: Deberá copiar el modelo de una cara.

¿Cómo es la vida de una persona con prosopagnosia?

Las personas con prosopagnosia desarrollan una serie de técnicas alternativas con el fin de identificar los rostros de, sobre todo, las personas familiares y más cercanas. Normalmente, recurren a “claves contextuales”, ayudándose de estas para distinguirlas del resto. Por ejemplo color y forma del pelo, tono de voz y forma de hablar, marcas características como lunares, cicatrices o gafas, forma de caminar, entre otras.

Conclusión

La prosopagnosia es un tipo de patología que, independientemente del origen fisiológico que tenga, engloba unos síntomas comunes. A causa de estos, se imposibilita el reconocimiento facial de las personas que la presentan. Este cuadro lo padece, actualmente, un 2 % de la población, entre ellos, el conocido actor Brad Pitt o el neurólogo Oliver Sacks.

Es importante identificar los síntomas y evaluar oportunamente a la persona con agnosia o ceguera facial. A fin de poder darle estrategias de afrontamiento adecuadas para aplicarlas en la vida diaria. En caso de que quieras aprender más sobre este tipo de cuadros, te invitamos a nuestro curso sobre síndromes neuropsicológicos.

Ilustración: Jean-FranÇois Martin

Referencias bibliográficas

  • Barton, J. y Corrow, S. L. (2016). The problem of being bad at faces. Neuropsychologia, 89, 119-124. Doi: 10.1016 / j.neuropsychologia.2016.06.008.
  • Corrow, S. L., Dalrymple, K. A. y Barton, J. J. (2016). Prosopagnosia: current perspectives. Eye and brain, 8, 165-175. https://doi.org/10.2147/EB.S92838
  • García, R. y Cacho, L. (2004). Prosopagnosia: ¿entidad única o múltiple?. Revista de Neurología, 38(7), 682-686. Doi: https://doi.org/10.33588/rn.3807.2003552
  • Lezak, M. D. (1995)Neuropsychological assessment. Oxford University Press.