Aunque pueda parecer sorprendente, el manejo clínico de pacientes con sospechas de infecciones del sistema nervioso central no cumple con los estándares recomendados. Esto, como resultado, da paso a años perdidos y reducción de la calidad de vida. Cuando hablamos de encefalitis nos referimos a aquella inflamación del cerebro causada por una infección o una enfermedad autoinmune. Los resultados a largo plazo, a pesar de que no se entienden completamente, incluyen secuelas como la dificultades de concentración, trastornos del comportamiento y del habla, pérdida de memoria y epilepsia, entre otros. Asimismo, la encefalitis es una afección potencialmente mortal que supone un importante problema de salud pública. Siendo los agentes bacterianos y virales los principales causantes. De hecho, ¿sabías que la causa más común identificada es el herpes simple tipo I y no tratado tiene una mortalidad del 70%? Indaguemos más.

Un caso de encefalitis

Un hombre de 28 años fue llevado al departamento de emergencias con quejas de hipotermia, desorientación temporal, confusión, agitación psicomotora y convulsiones tónico-clónicas generalizadas y fiebre de 40 °C.

¿Qué ocurría a nivel cerebral?

La resonancia magnética cerebral (functional magnetic resonance imaging, MRI; en inglés) mostró focos hiperintensos en el eslenio del cuerpo calloso. A la mañana siguiente, se produjo una nueva convulsión epiléptica con paro respiratorio.

El monitoreo de electroencefalograma (electroencephalography, EEG; en inglés) destacó actividad lenta y un patrón epileptiforme anormal en regiones fronto-temporales bilaterales.

El paciente fue trasladado a la unidad de neurología y se realizó otra resonancia magnética que demostró una hiperintensidad de la señal en el hipocampo.

Encefalitis: ¿Qué ocurre a nivel neuropsicológico?
Las imágenes muestran un alto volumen e intensidad de la señal (flechas) del hipocampo y la amígdala. Imagen obtenida de Lo Buono et al. (2022)

Dos meses después de la hospitalización, ingresó en una unidad de rehabilitación. En el momento de la admisión estaba despierto, receptivo, pero desorientado en el tiempo, el espacio y la persona. Se presentó con disfunción de la memoria a corto plazo.

La resonancia magnética cerebral reveló signos de hiperintensidad en el hipocampo (bilateralmente) y la amígdala, así como en el núcleo pulvinar izquierdo (áreas cerebrales que se ocupan de las emociones, memoria y comportamiento social, entre otros), sin mejora. El EEG mostró anomalías bilaterales generalizadas graves y actividad de onda lenta que involucraba a los lóbulos temporales.

¿Qué mostró la evaluación neuropsicológica?

Un deterioro neurocognitivo con déficits en el reconocimiento de emociones, especialmente el miedo, y un deterioro grave de la memoria.

El paciente presentó desorientación espaciotemporal, amnesia anterórada y retrógrada. Mostró una autoidentidad alterada asociada con un deterioro retrógrado para eventos autobiográficos importantes en los últimos 3 años.

Además, se presentó con un estado de ánimo deprimido y trastornos del comportamiento fluctuantes como la agitación y desinhibición (Lo Buono et al., 2022).

¿Qué características tiene la encefalitis?

Síntomas principales

La fiebre, el cambio de personalidad y comportamiento, dolor de cabeza y letargo, son las principales características de la encefalitis humana. Asimismo, las convulsiones, déficits neurológicos focales, rigidez del cuello, síntomas urinarios, respiratorios y gastrointestinales también parecen asociarse con la encefalitis.

El diagnóstico depende de la punción lumbar y el examen del líquido cefalorraquídeo, las técnicas de neuroimagen también pueden ser útiles, entre otras.

Una etiología variada

Se hipotetiza que el caso anterior concuerda con una encefalitis límbica.

Hemos de tener en cuenta que la encefalitis tiene características variables y no específicas, además de una etiología muy diversa y, en muchos casos, desconocida. Por ello, la rehabilitación, según qué tipo, será diferente.

¿A quién afecta la encefalitis?

A personas de todas las edades; sin embargo, es más común en niños, ancianos y personas con un sistema inmunológico debilitado.

En cuanto al sexo, se reporta en ambos, aunque la mayoría de los estudios han indicado una tasa de incidencia ligeramente mayor en los hombres (Hamid et al., 2011).

El cerebro tras la encefalitis

Los objetivos de Harris et al. (2020) fueron comparar los resultados neuropsicológicos y psiquiátricos en tres grupos etiológicos de la encefalitis: el virus del herpes simple, otras infecciones o causas autoinmunes y de causa desconocida.

Su interés, focalizado en observar qué efectos acontecían a corto plazo, medio y largo plazo, dio con patrones diferenciales de deterioro neuropsicológico en todos los grupos de pacientes.

Al parecer, el deterioro en la memoria y los nombres se vio más afectado en el grupo del virus del herpes simple, asociándose con un daño más grave del lóbulo temporal medial.

En todos, el rendimiento cognitivo mejoró con el tiempo, pero las quejas cognitivas subjetivas, depresión y ansiedad persistieron. Junto a esto también tiene que tenerse en cuenta la presencia de fatiga.

En términos de factores clínicos, el retraso hasta el tratamiento apropiado y la estancia prolongada en el hospital se correlacionaron con peores resultados en todos los grupos de pacientes. Aspecto que recalca la importancia de un manejo oportuno de los posibles déficits físicos o neuropsicológicos residuales. Aunque dicho manejo está lejos de ser sencillo.

La importancia de la neuropsicología

A día de hoy, existen evaluaciones neuropsicológicas estandarizadas y confiables disponibles para evaluar diversos dominios cognitivos afectados por cualquier encefalitis.

Incluida la memoria, atención, el funcionamiento ejecutivo, visual, espacial y psiquiátrico.

¿Qué puede aportar este campo?

  • Ofrece información sobre el mecanismo de acción de la enfermedad.
  • Informa el curso específico de la enfermedad.
  • Identifica factores protectores y pronósticos.
  • Informa de la respuesta del tratamiento y la selección de medicamentos.
  • Guía la selección de intervenciones de rehabilitación.
  • Monitorea la indicación de la estabilidad, progresión, recuperación y/o recaída de la enfermedad (Sieg et al., 2018).

Conclusión

Aunque desde la década de 1980 las tasas de mortalidad de los pacientes con encefalitis han disminuido, el número de sobrevivientes con secuelas neuropsicológicas ha aumentado.

Por ello, en los casos de encefalitis, el perfil neuropsicológico de la persona puede constituir un biomarcador clínicamente relevante para guiar la toma de decisiones terapéuticas.

Es importante que las condiciones psiquiátricas, como la depresión y ansiedad, se traten adecuadamente, ya que esto puede influir positivamente en el éxito de la neurorrehabilitación para los déficits cognitivos.

Referencias bibliográficas

  • Hamid, J. S., Meaney, C., Crowcroft, N. S., Granerod, J., Beyene, J. y UK Health Protection Agency Aetiology of Encephalitis Study Group (2011). Potential risk factors associated with human encephalitis: application of canonical correlation analysis. BMC medical research methodology11, 120. https://doi.org/10.1186/1471-2288-11-120
  • Harris, L., Griem, J., Gummery, A., Marsh, L., Defres, S., Bhojak, M., Das, K., Easton, A., Solomon, T., Kopelman, M. y ENCEPH UK study group (2020). Neuropsychological and psychiatric outcomes in encephalitis: A multi-centre case-control study. PloS one15(3), e0230436. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0230436
  • Lo Buono, V., Bonanno, L., Palmeri, R., Cammaroto, S., Morabito, R., De Cola, M. C., Sessa, E., Marino, S., Bramanti, P. y Corallo, F. (2022). Neuropsychological implication in possible antibody-negative limbic encephalitis: a clinical case report. The Journal of international medical research50(2), 3000605221078715. https://doi.org/10.1177/03000605221078715
  • Sieg, E., Brook, M., Linnoila, J. y VanHaerents, S. (2018). Neuropsychological assessment as an objective tool to monitor treatment response in anti-N-methyl-D-aspartate receptor encephalitis. BMJ case reports2018, bcr2018224169. https://doi.org/10.1136/bcr-2018-224169