En algún momento de nuestra vida, todos hemos olvidado alguna fecha o el lugar en el que guardamos un objeto. Estos fallos que solemos tener pueden relacionarse con dificultades en la memoria, ya que es esta la que nos permite a aprender, retener y recordar cualquier tipo de información. Y es que, la memoria es una función necesaria para desarrollar múltiples actividades de nuestra vida cotidiana o evitar cometer errores en la ejecución de estas. Ahora, cuando tales fallos comienzan a ser frecuentes, es necesario tomar medidas para evitar que interfieran significativamente en las actividades funcionales de la vida. Es en dichas situaciones donde las técnicas o herramientas para realizar compensación resultan ser una alternativa muy útil. En esta nota profundizaremos en la técnica de compensación de la memoria, la cual es utilizada para contrarrestar dichos problemas.

¿Qué es la compensación?

Es el proceso de superación de déficits a través de mecanismos o ayudas externas. El objetivo es disminuir el déficit en el desarrollo de las actividades tanto en casa como en el trabajo. Para iniciar el entrenamiento se necesita que las herramientas de compensación sean eficaces, útiles y específicas. De esta forma, se centra en las habilidades que conserva la persona (Garrett et al., 2010).

Beneficios de la técnica de compensación

técnica de compensación

Una de las ventajas que tiene la compensación en la memoria es la ayuda que proporciona para “recordar y retener información y detalles que no se podrían manejar de otra manera” (Mateer, 2003, p. 17). Es decir, ayuda a aprender y recordar información larga, compleja y/o de manera precisa.

Tipos que existen

Las herramientas de compensación deben estar al alcance de la persona cuando lo necesite e indicar de forma precisa lo que esta debe hacer. Sumado a esto, es necesario que presenten la información de manera clara, concreta e identificable. 

Entre las herramientas más comunes se encuentran los calendarios, libretas, agendas y listas de “cosas por hacer” (Bruna et al., 2011). Además, existen otras herramientas útiles para realizar la compensación, como por ejemplo las rutinas, los horarios, los registros del tiempo, la simplificación de las tareas y los libros de memoria. Sin embargo, en la actualidad, las herramientas de mayor accesibilidad son las aplicaciones que se pueden usar desde el teléfono móvil.

¿Cómo se debe implementar la técnica de compensación?

Dependiendo de las necesidades individuales, se pueden dividir en ayudas externas o técnicas de compensación. Las primeras dependen del tiempo y lugar. Ejemplos de esto son las alarmas y los temporizadores. Y, en segundo lugar, tenemos a las que son independientes del tanto del tiempo como del espacio. En este caso se incluyen las agendas y grabadoras como ejemplos. 

Pasos importantes

técnica de compensación

Para capacitar en el uso de las herramientas, especialmente cuando las personas tienen importantes dificultades o algún tipo de pérdida de memoria, es relevante:

  • Dar la información por más de un canal sensorial.
  • Que la propia persona pueda escribir la información.
  • Información actualizada de manera constante.
  • Explicar el material de manera clara y organizada.

¿Qué se necesita para una eficiente aplicación?

Según Bruna et al. (2011), el uso de ayudas externas para la técnica de compensación de la memoria requiere varios elementos clave para ser efectivo. Destacan, de esta forma, la necesidad de motivación por parte del individuo para utilizar estas herramientas, así como la introspección para comprender cómo y cuándo aplicarlas de manera óptima.

Ahora, la experiencia y la práctica son fundamentales para dominar el uso de estas herramientas, considerando tanto las características emocionales como cognitivas del individuo. Además, el apoyo del círculo social resulta crucial, ya que permite una comprensión más profunda del uso de estas ayudas y en qué contextos pueden ser más beneficiosas.

¿Qué limitaciones existen?

Dentro de las limitaciones se ha encontrado que, al principio, por problemas en la propia memoria, hay dificultades en la implementación de la compensación. A la persona le cuesta la incorporación de dichas estrategias al igual que recordar la nueva información. Esto le ocurre, especialmente, a aquellos en los que las dificultades o pérdidas en la memoria se observan en gran medida, como por ejemplo aquellas personas que padecen alzhéimer.

De igual manera, la falta de incorporación de una rutina puede ser otra limitación. Es decir, si no hay un uso sistemático de las herramientas es más fácil que se pierda su utilidad en el desarrollo de las actividades cotidianas. Asimismo, el exceso de la información puede afectar, interfiriendo en la adquisición correcta y limitada de las mismas. 

En último lugar, es importante señalar que se han identificado ciertas limitaciones relacionadas con factores como la edad de la persona, el nivel de gravedad del déficit de memoria, la reserva cognitiva y la presencia de problemas en otras funciones cognitivas. Estos elementos pueden influir en la eficacia de las intervenciones terapéuticas y en la capacidad del individuo para recuperar o mejorar su función cognitiva. 

Conclusión

A pesar de que todos podemos tener dificultades en la memoria, estas pueden ser más problemáticas para algunos, creando interferencias en el desarrollo de la vida diaria. Por tal razón, es necesaria la implementación de técnicas como la compensación por medio de herramientas. Y es que, con un adecuado uso y organización, pueden ser muy útiles para completar las actividades que quiera la persona. 

Sin embargo es importante indicar que, incluso aunque no se presenten dificultades en la memoria, estas herramientas son muy útiles para organizar el día a día. Con una correcta utilización, se puede impulsar el desarrollo de todas las actividades y evitar distintas dificultades.

Referencias bibliográficas

  • Bruna, O., Roig, T., Puyuelo, M., Junqué, C. y Ruano, A. (2011). Rehabilitación neuropsicológica. Intervención y práctica clínica. Elsevier.
  • Garrett, D. D., Grady, C. L. y Hasher, L. (2010). Everyday memory compensation: the impact of cognitive reserve, subjective memory, and stress. Psychology and Aging25(1), 74-83. https://doi.org/10.1037/a0017726
  • Mateer, C. (2003). Introducción a la rehabilitación cognitiva. Avances en Psicología Clínica Latinoamericana, 21, 11-20. http://www.neuropsicologia.com.ar/pdf/c_mateer_introduccion_a_la_rehabilitacion_cognitiva.pdf