El personaje de Sin Cara o Sin Rostro (Kaonashi), en El Viaje de Chihiro (Spirited Away, 2001, en inglés), es una figura enigmática que ha suscitado diversas interpretaciones psicológicas. Al principio, se presenta una figura silenciosa y aparentemente inofensiva, cuya apariencia física está inspirada en el Bombyx mori, un gusano de seda. Su capacidad para absorber las características de quienes lo rodean y su búsqueda de identidad no dejan de ser el reflejo del ser humano. Una metáfora de la búsqueda de identidad en un mundo que constantemente nos moldea según sus valores y expectativas. A continuación, un análisis que explora estas dimensiones en El Viaje de Chihiro. Contiene spoiler.
La búsqueda de identidad en Sin Cara
Antes que nada, Sin Cara es un espíritu que carece de una identidad definida, con una tendencia a imitar y absorber las características de otros. Como si le faltara un sentido propio del yo. Algo que nos recuerda a la teoría de la identidad social de Tajfel y Turner (1979), que postula que los individuos definen su identidad en función de su pertenencia a grupos sociales y de las interacciones con los demás.
La influencia del entorno en el comportamiento de Sin Cara
Claro está que lo anterior es algo importante. En línea con lo dicho, el entorno en el que se encuentra Sin Cara influye significativamente en su comportamiento.
La casa de baños
Así, cuando está en la casa de baños, lugar caracterizado por la codicia y la corrupción, Sin Cara adopta comportamientos negativos, volviéndose avaricioso y agresivo. En este sentido, nos deja la reflexión de que un entorno tóxico puede corromper incluso a los individuos más neutrales.
Sin embargo, cuando se aleja de este entorno y se encuentra en compañía de Chihiro y Zeniba, su comportamiento se vuelve más tranquilo y benigno, hasta dócil. De tal modo, los cambios reflejan cómo el contexto social y las influencias externas desempeñan un papel crucial en la formación de la identidad y el comportamiento, apoyando la teoría que mencionábamos sobre el moldeamiento de las actitudes y acciones de uno.
Soledad y necesidad de conexión
Sin Cara: Ah… Ah… (Mientras ofrece oro a Chihiro)
Chihiro: Lo siento, pero no quiero eso.
Sin Cara: Ah… ¿No? (Se queda en silencio, confundido)
Sin Cara es una figura solitaria que busca desesperadamente la conexión con otros. Su obsesión por Chihiro refiere a esa necesidad humana de pertenencia y aceptación tan conocida. Pues los seres humanos tienen una necesidad innata de formar vínculos emocionales. Además, en ocasiones, la ausencia de estos conduce a comportamientos desadaptativos (Bowlby, 1988).
El narcisismo compensatorio
De hecho, no es casualidad que cuando Sin Cara intenta establecer una relación ofreciendo oro y recursos (algo que aprendió en la casa de baños, puesto que es la norma), al ser rechazado, manifieste su frustración en comportamientos destructivos. Volviéndose una búsqueda de conexión, a menudo, mal dirigida, por este personaje multifacético (Bandura, 1977).
Eso sí, Sin Cara no es codicioso por naturaleza, sino que cree que ser deseado significa ser valioso. Su transformación en una criatura descomunal, descontrolada y grotesca es la expresión extrema de este pensamiento. En ese momento, su valor está en lo que puede ofrecer, no en lo que realmente es.
La metáfora del consumismo
Sin Cara: ¡Más! ¡Quiero más comida! ¡Denme más comida! (Devora todo a su paso)
Trabajadores de la casa de baños: ¡Es un dios generoso! ¡Atendedlo bien!
Sin Cara: Oro… más oro… comida…
Ahora bien, al no tener una identidad propia definida e intentar llenar este vacío adoptando las características de quienes lo rodean, aparece una identidad fragmentada y dependiente del entorno. Comparémoslo con la sociedad moderna.
Al absorber a otros, Sin Cara se vuelve más grande y poderoso, pero también pierde su esencia original. Convirtiéndose, de este modo, en una amalgama de las características de los demás. De manera semejante, el consumismo desenfrenado puede llevar a la pérdida de la identidad individual. Dado que las personas buscan definirse a través de la adquisición de bienes y la imitación de otros, en lugar de desarrollar un sentido auténtico del yo (Fromm, 1976).
La purga de Sin Cara: El paso del tener al ser
Sin Cara: (Se sienta tranquilamente y ayuda a Zeniba con sus tareas)
Zeniba: Eres un buen ayudante. ¿Quieres quedarte aquí?
Sin Cara: Asiente con la cabeza y sonríe levemente
Tras consumir un pastel medicinal que Chihiro obtiene del río Kohaku, vomita todo lo que ha ingerido, incluyendo esos rasgos negativos. Como resultado, hay una catarsis (liberación de emociones reprimidas) donde Sin Cara se libera de las influencias corruptoras del entorno. Después parece haber una sensación de alivio y renovación emocional.
Finalmente, Sin Cara se muestra más tranquilo y finalmente encuentra un lugar en la cabaña de Zeniba. Por fin, ha alcanzado una forma de redención y estabilidad emocional. Su decisión muestra que ha encontrado un espacio donde es capaz de existir sin necesidad de adoptar comportamientos destructivos o buscar validación constante.
Conclusión
En El Viaje de Chihiro, Sin Cara comienza como un ser vacío y sin identidad, absorbiendo características externas y adaptándose a su entorno sin cuestionarlo. Sin embargo, a lo largo de la historia, aprende a desprenderse de la necesidad de validación externa y encuentra un espacio donde puede existir sin necesidad de consumir o reflejar a otros.
Así pues, su evolución es un viaje de individuación, donde pasa de ser un ser simbiótico y dependiente a uno que encuentra su propio camino. Al final de la película, ya no busca oro, poder ni reconocimiento: simplemente elige un lugar donde sentirse en paz, sin la presión de encajar en lo que otros esperan de él. En fin… ¿No hay un poco de Sin Cara en todos nosotros?
Referencias bibliográficas
- Bandura, A. (1977). Social learning theory. Prentice Hall.
- Bowlby, J. (1988). A secure base: Parent-child attachment and healthy human development. Basic Books.
- Fromm, E. (1976). To have or to be?. Harper & Row.
- Maslow, A. H. (1943). A theory of human motivation. Psychological Review, 50(4), 370.
- Miyazaki, H. (Director). (2001). El viaje de Chihiro [Película]. Studio Ghibli.
- Tajfel, H. y Turner, J. C. (1979). An integrative theory of intergroup conflict. The social psychology of intergroup relations, 33(47), 74.