El 14 de junio del 2015, Gypsy Rose Blanchard y su novio Nicholas Godejohn asesinaron a Dee Dee Blanchard, madre de Gypsy. La joven, que entonces tenía 24 años, obtuvo una sentencia de 10 años de penitenciaría. El crimen cometido en Misuri, Estados Unidos (EE. UU.) fue ampliamente debatido, especialmente porque Gypsy era víctima de maltrato por parte de su madre desde infancia. Y es que, esta última inventaba síntomas y enfermedades que sometían a Gypsy a tratamientos médicos y cirugías innecesarias, discapacitándola de forma crónica. Esto se conoce como síndrome de Munchausen por poder… ¿Qué sabemos de esta forma de maltrato infantil?

Generalidades del síndrome de Munchausen por poder

El síndrome de Munchausen por poder, que recibe su nombre en referencia al barón de Münchhausen conocido por inventar historias extravagantes, es un trastorno psicológico inusual. Se manifiesta en cuidadores, generalmente en madres, quienes simulan o causan enfermedades en otras personas a su cargo, como sus hijos.

Así, las personas que conviven con este síndrome buscan atención y gratificación emocional al desempeñar el papel de cuidadores de alguien que está “enfermo”. Las víctimas, generalmente niños, sufren innecesariamente debido a los procedimientos médicos invasivos y los tratamientos innecesarios.

Síndrome de Munchausen por poder: El caso de Dee Dee Blanchard
Balbiani, C. (2021). Dee Dee Blanchard le hizo creer a su hija Gypsy Rose que padecía alteraciones cromosómicas, distrofia muscular, retraso madurativo y leucemia. [Fotografía]. Recuperado de www.infobae.com

Este sufrimiento es prolongado, ya que los individuos con Munchausen por poder son expertos en engañar a los profesionales médicos. De esta manera, presentan síntomas ficticios o manipulan pruebas de laboratorio dando paso a que sea muy difícil de detectar (Yates y Bass, 2017).

¿Cómo se diagnostica?

Dentro del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, DSM-V, en inglés), este síndrome aparece bajo el nombre de trastorno facticio. Un cambio de nombre que se debió a cuestiones prácticas, dado que es más descriptivo que el anterior.

Así pues, el síndrome facticio o de Munchausen se caracteriza por la falsificación o provocación de síntomas médicos, lo que puede ser en uno mismo o en terceros al cuidado de la persona. Asimismo, quienes lo presentan pueden inventar síntomas, lastimarse a sí mismos o a otros y buscar pruebas médicas innecesarias.

Con esto, el diagnóstico suele basarse en la observación de patrones repetitivos de enfermedad inexplicada, la ausencia de una causa médica identificable y el descubrimiento de pruebas de engaño. Sin embargo, muchas veces se tardan años en identificar signos de dicha enfermedad, especialmente por la preocupación y entrega que muestran los cuidadores del niño (López-Rico et al., 2019).

¿Cuál es el fin?

El motivo principal de la simulación suele tener que ver con la búsqueda de cuidado, compasión o satisfacción de un rol de enfermo o cuidador. Generalmente, no existe un beneficio económico evidente, sino la obtención de atención y cuidado. En el caso de Dee Dee Blanchard, la figura materna provocaba síntomas y buscaba intervenciones médicas innecesarias sobre su hija, obteniendo atención, satisfacción de su rol de cuidadora, compasión y reconocimiento comunitario (Akpinar, 2021).

Gypsy Rose: Un caso controversial

Balbiani, C. (2021). Las enfermedades de Gypsy según su madre: asma, epilepsia, problemas auditivos y musculares, discapacidad visual, parálisis del tronco inferior, daños en su sistema digestivo, leucemia, apenas del sueño, alteraciones cromosómicas, una distrofia muscular, retraso madurativo. [Fotografía]. Recuperado de www.infobae.com

Gypsy Rose Blanchard fue sometida a utilizar una silla de ruedas, tanques de oxígeno, ser alimentada por tubos, cirugías, privación de alimentos, entre otras medidas médicas innecesarias por los engaños de su madre al personal médico. De esta manera, Gypsy era presentada como una joven con retraso madurativo, quien tendría la mente de un niño de 7 años aunque superaba los 20 años.

Desde pequeña, Dee Dee fingía que su hija padecía de cáncer, distrofia muscular, epilepsia, defectos cromosómicos, alergias, asma, apnea, ceguera, entre otros. En consecuencia, Gypsy era sometida a tratamientos y cuidados extensivos y dolorosos que disminuían considerablemente su calidad de vida.

Una comunidad unida

Gypsy Rose y su madre Dee Dee eran muy conocidas en la comunidad, pues los extremos cuidados que seguían no pasaban desapercibidos. Asimismo, Dee Dee manifestó en diversas ocasiones no poseer un empleo debido a los cuidados a tiempo completo que Gypsy necesitaba. Por esta y otras razones, Habitat for Humanity, una ONG estadounidense, les construyó una casa.

Por otro lado, Dee Dee solía interactuar con sus vecinos de forma frecuente. Así, disfrutaba la proyección de películas infantiles en el costado de su casa que reunía a los niños del vecindario. De esta manera, ambas, Dee Dee y Gypsy, eran celebridades locales que frecuentemente realizaban entrevistas a la prensa acerca de la resiliencia y unión familiar.

Viajes, celebridades y donaciones: Consecuencias del maltrato

Balbiani, C. (2021). Las series “Mommy Dead and Dearest” (2017) y “The Act” (en 2019) se inspiraron en el caso de Dee Dee y Gypsy. La historia también inspiró la película “Run”, que se estrenó en noviembre del 2020 y se dio en Netflix [Fotografía]. Recuperado de www.infobae.com

Debido a las afecciones médicas de Gypsy, la comunidad realizaba donaciones frecuentes a la familia. Estos obsequios, en diversas ocasiones, incluyeron dinero en efectivo y viajes.

Así, Gypsy y Dee Dee viajaron a los parques de Disney de forma gratuita, en un viaje organizado por una organización benéfica. E incluso, algunas celebridades como Miranda Lambert se interesaron por el caso, enviándole donaciones y difundiendo su caso en las redes sociales.

El asesinato de Dee Dee

El 14 de junio de 2015, Dee Dee Blanchard fallece por varias apuñaladas en la espalda y su hija desaparece de la vivienda que ambas compartían, dejando atrás su silla de ruedas. Esto alarmó a las autoridades y los vecinos, quienes inicialmente creyeron en la posibilidad del asesinato de Dee Dee y secuestro de la joven desaparecida.

Sin embargo, al día siguiente, encontraron a la joven en Winsconsin, acompañada de Nicholas Godejohn, novio al que conoció por Internet. Más tarde, ambos confesaron el asesinato de Dee Dee y las autoridades confirmaron que Gypsy no padecía ninguna enfermedad como afirmó su madre durante tantos años.

La sentencia de Gypsy: El rol de la compasión de la comunidad frente al maltrato

Gypsy Rose recibió la sentencia de 10 años de penitenciaría, mientras su novio Nicholas el resto de su vida en prisión, con una condena de cadena perpetua. Esto se debió principalmente a la compleja situación de Gypsy durante años, víctima de maltrato de forma crónica. Además, no fue quien apuñaló a su madre, sino que participó como autora intelectual y cómplice del asesinato.

Conclusión

El caso de Dee Dee y Gypsy despertó muchas controversias y discusiones, principalmente considerando el maltrato infligido durante largos años. Con la enseñanza de que la detección de estas, y otras formas de abuso, debe ser prioridad en el trato con personas que están en posición de desventaja en relación a sus cuidadores principales. Cuyo fin es evitar desenlaces trágicos y la proliferación del sufrimiento cruel e innecesario.

Si bien el caso de Dee Dee y Gypsy tomó mayor relevancia en los medios de comunicación, niños y jóvenes alrededor del mundo son víctimas del síndrome de Munchausen por poder. Por ello, resulta necesario desarrollar mejores mecanismos de detección y escucha.

Referencias bibliográficas

  • American Psychiatric Association. (2013)Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596
  • Akpinar, A. (2021). Munchausen by proxy syndrome. Health sciences quarterly5, 199-209. https://doi.org/10.26900/jsp.5.5.10
  • López-Rico, M., López-Ibor, J. J., Crespo-Hervas, D., Muñoz-Villa, A. y Jimenez-Hernandez, J. L. (2019). Diagnosis and Treatment of the Factitious Disorder on Another, Previously Called Munchausen Syndrome by Proxy. SN Comprehensive Clinical Medicine, 1, 419-433. https://doi.org/10.1007/s42399-019-00057-6
  • Yates, G. C. R. y Bass, C. (2017). The perpetrators of medical child abuse (Munchausen Syndrome by Proxy) – A systematic review of 796 cases. Child Abuse & Neglect, 72, 45-53. https://doi.org/10.1016/j.chiabu.2017.07.008