Lev Semiónovich Vygotsky fue un psicólogo de origen ruso que realizó aportaciones significativas al campo de la psicología del desarrollo. Construyó una profunda explicación acerca del ser humano y su desarrollo en diversos ámbitos (cultural-social, psicológico y genético-evolutivo). Así mismo, enfatizó en la teoría de la actividad sociocultural con el objetivo de explicar el comportamiento adquirido por parte del individuo. No obstante, postuló que la manera de comprender dicha conducta es estudiando los procesos psicológicos de esta. ¿Cómo? Siguiendo la evolución de dicha conducta mediante el análisis de su historia (genética). Y, por último, observando la influencia ejercida por parte de la dimensión cultural. En esta nota se abordarán, a grandes rasgos, los conceptos principales que fundamentan toda su teoría.
La evolución biológica de los organismos
Los profundos análisis desarrollados por Vygotsky sugieren que, en un primer momento, el surgimiento de funciones elementales desarrolladas se dan a partir del proceso de evolución biológica. Y, dichas funciones son compartidas con otras especies.
En este caso, se hace referencia a las leyes naturales con las cuales cada especie desarrolla mecanismos de supervivencia en el medio (es decir, al sentir hambre, come; al sentir sueño, duerme). El autor señaló que dicho proceso es el desarrollo filogenético o filogénesis.
Sin embargo, Vygotsky indica que este proceso, asociado a la selección natural propuesta por Darwin, facilita la adquisición de funciones psicológicas elementales o básicas en los humanos. Tales funciones son reguladas por mecanismos biológicos y corresponden a “formas elementales de memorización, actividad senso-perceptiva, motivación, etcétera” (Baquero, 1997, p. 4).
Línea natural y cultural de desarrollo
Aquí juega un rol fundamental “lo específicamente humano“. Mientras la filogénesis describe el desarrollo evolutivo compartido con otras especies, la línea natural y cultural, afirma el autor, corresponde al desarrollo de sujetos concretos.
Ambas líneas son inherentes al desarrollo de la persona. En consecuencia, se complementan entre sí. Este proceso unilateral es denominado desarrollo ontogenético u ontogénesis.
“La dimensión ontogenética se caracteriza por el concurso y la operación de más de una fuerza de desarrollo, es decir, se orienta entre las líneas natural y cultural” (Martínez, 1999, p. 21).
Como resultado, facilita el desarrollo de los procesos psicológicos superiores que son característicos de la raza humana.
Cabe resaltar que la línea natural, en la ontogénesis, hace referencia al proceso de maduración y crecimiento de la persona y no al proceso de desarrollo evolutivo que se describe en la filogénesis.
Por otro lado, en relación a la dimensión cultural, hace énfasis en el proceso de adquisición y dominio de habilidades a través de los instrumentos que brinda la cultura (Baquero, 1997).
El instrumento como mediador entre sujeto, contexto y actividad sociocultural
Vygotsky “establece un grupo específico de fenómenos con base en las leyes estructurales, funcionales y genéticas para hacer una generalización de cómo se concibe el inicio de las funciones psicológicas superiores del sujeto” (Lizarralde y Ramírez, 2016, p. 11).
Esto permite una reorganización en el sistema cognitivo del individuo. Es decir, le permite llevar a cabo la actividad sociocultural que se desarrolla de acuerdo a las exigencias del medio en el que se desenvuelve.
Estas pueden ser desarrolladas gracias al conjunto de símbolos y el sistema de signos que operan en el entorno. Estos facilitan la interacción de la persona con el medio circundante y la interiorización de la información que es procesada por esta.
De esta forma, la adquisición de las funciones psicológicas superiores es posible gracias a la actividad que realiza en su entorno y los factores externos que en ella confluyen.
Ahora, de acuerdo a lo anterior, la adquisición de conocimientos que han sido interiorizados por parte de la persona al realizar la actividad, supone establecer una relación entre sujeto-objeto.
Dicho objeto es planteado como herramienta cultural (también denominada herramienta semiótica) que media la interacción de la persona con el entorno, facilitando la realización de la actividad y permitiendo el proceso de aprendizaje. De ahí que se denomine actividad semióticamente mediada (Lizarralde y Ramírez, 2016).
La herramienta semiótica y la actividad sociocultural
¿Cómo funciona?
Una herramienta cultural es el lenguaje, este sistema de signos y símbolos facilita el proceso de comunicación entre individuos. Por lo tanto, permite el intercambio de información que posibilita la adquisición de nuevos conocimientos.
Así pues, un estudiante (sujeto) que se encuentra en la escuela (medio) lleva a cabo el proceso de comunicación (actividad sociocultural) con un compañero (interacción), pues, abordan un tema de interés (la biología) a través del lenguaje (herramienta cultural).
Terminado el proceso de comunicación (actividad), el estudiante y su compañero asimilan la información intercambiada (interiorización).
Ahora, el estudiante sabe que los animales cuadrúpedos son aquellos que tienen 4 patas y su compañero sabe que los animales omnívoros son los que se alimentan de cualquier clase de sustancia orgánica. Ya sea vegetal o animal (adquisición de conocimientos – aprendizaje).
Según lo anteriormente mencionado, cabe señalar que este proceso de adquisición de saberes no solo es posible mediante la interacción entre individuos, requiere también del acompañamiento de una persona adulta o capacitada que actúa como guía. A esto se le denomina zona de desarrollo próximo.
El contexto inmediato como pilar del desarrollo humano
Cuando un individuo nace y comienza el proceso de crecimiento, interactúa de manera activa con el medio que le rodea (padres, familiares, amistades). En dicha interacción participan factores externos que facilitan al individuo la adquisición de procesos fundamentales que solo pueden ser desarrollados en la vida social. Y, a esto se le denomina la actividad socialmente organizada.
Tal actividad se caracteriza por tratarse de una actividad socialmente compartida. Es decir, se desarrolla por parte de los integrantes de la misma especie (lo específicamente humano). Vygotsky denominó este proceso como procesos psicológicos superiores rudimentarios.
Dicho de esa manera, “en los PPS Rudimentarios Vygotsky situaría, por ejemplo, al lenguaje oral, en tanto proceso psicológico superior adquirido en la vida social ‘general'” (Baquero, 1997, p. 4).
Por tanto, el habla se sitúa como un proceso fundamental en el individuo que solo puede ser adquirido en el proceso de socialización genérico que se desarrolla en la actividad sociocultural. Más específicamente, en su contexto inmediato.
El desarrollo de una competencia según Vygotsky
Después de la adquisición de procesos fundamentales como el lenguaje oral en la vida social, Vygotsky hace énfasis en los procesos psicológicos superiores avanzados. Estos se definen como aquellos que se obtienen a partir de procesos de institucionalización en contextos específicos.
Esto es, menciona que no es posible que un individuo adquiera una habilidad y/o competencia con el simple hecho de interactuar con otros individuos en la actividad social.
Un ejemplo de ello es la lectoescritura (Baquero, 1997).
Por lo tanto, son procesos que requieren de un desarrollo consciente por parte del individuo. Algo que solo puede darse en espacios de socialización específicos como las escuelas.
Ahora bien, esta regulación consciente que requiere el dominio de la lectoescritura difiere, notablemente, en el dominio del habla.
Y es que, en esto último, existe una fuerte dependencia del contexto en el que se desarrolla el individuo, mientras que en el primero existe cierta independencia del contexto inmediato.
Conclusión
Para finalizar, la teoría vygotskyana facilita la comprensión del desarrollo integral del individuo desde el momento de su concepción.
Muchos son los autores que han profundizado en el marco conceptual de este paradigma para aplicarlo en diversos campos de la psicología. Y, por supuesto, uno de ellos, es el educativo.
El desarrollo del niño desde el análisis vygotskyano, ha permitido comprender el comportamiento de los factores externos e internos involucrados en el proceso de escolarización.
Y, por ello, es deber de los psicólogos y el cuerpo docente continuar profundizando en el arsenal teórico de Vygotsky. Todo, con el fin de implementar estrategias que permitan abordar de manera adecuada las necesidades educativas surgidas dentro del aula.
Referencias bibliográficas
- Baquero, R. (1997). Vygotsky y el aprendizaje escolar. Aique Grupo Editor S. A. http://www.terras.edu.ar/biblioteca/6/6PE_Baquero_2_Unidad_2.pdf
- Carrera, B. y Mazzarella, C. (2001). Vygotsky: Enfoque sociocultural. Educere, La Revista Venezolana de Educación, 5(3), 41-44. https://www.redalyc.org/pdf/356/35601309.pdf
- Lizarralde, N. y Ramírez, J. E. (2016). Aproximación a la relación entre la filogénesis y ontogénesis de la idea de límite. [Trabajo de grado, Universidad Pedagógica Nacional]. Repositorio de la Universidad Pedagógica Nacional.
- Martínez, M. A. (1999). El enfoque sociocultural en el estudio del desarrollo y la educación. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 1(1), 17-36. https://dialnet.ezproxy.uniminuto.ed