En la actualidad, las terapias alternativas están ganando reconocimiento por su eficacia en el abordaje de una variedad de problemas emocionales y mentales. En este contexto, es crucial explorar las raíces de dichas disciplinas y los pioneros de las mismas. Con base en esto destacamos el nombre de Adrian Hill, un artista británico cuyo impacto en el desarrollo de la arteterapia ha sido fundamental. En esta nota haremos un recorrido a través del legado de Hill y la introducción a las aplicaciones de la disciplina de la arteterapia.
¿Quién fue Adrian Hill?
Adrian Hill fue un artista y escritor británico nacido en 1895 que destacó como una figura clave en el desarrollo de la arteterapia. Originario de Londres, su pasión por el arte lo llevó a explorar su potencial terapéutico mientras luchaba contra la tuberculosis en un sanatorio en 1938.
Como paciente, Hill experimentó personalmente los beneficios del arte en su recuperación emocional, lo que lo motivó a promover su uso entre otras personas. Asimismo, además de sus contribuciones en el campo del arteterapia, fue reconocido por su gran trayectoria como pintor y escritor, dejando un legado duradero en ambos campos. En 1942, por primera vez, acuñó el término “arteterapia” para describir el proceso por el cual la actividad artística brindaba un notable bienestar emocional a los enfermos.
Historia del artista
Desde 1917 hasta 1919, participó de la Primera Guerra Mundial. Llegó a ser oficial británico y dibujó numerosas obras desde el frente de batalla. Algunas exhibidas en el Museo Imperial de Guerra en Londres.
Durante dicho período, las habilidades de dibujo de Hill se combinaron con su labor en una sección de exploración y francotiradores de la Compañía de Artillería. Tras regresar a la vida civil, Hill pintó profesionalmente y enseñó dibujo en la Escuela de Arte Hornsey y la Escuela de Arte de Westminster.
En su obra, fusionaba elementos del impresionismo y del surrealismo, así como representaciones más convencionales, exponiendo ampliamente en las principales galerías de arte. En esta empleaba técnicas como el óleo, acrílico, acuarela y dibujo a lápiz, explorando además la técnica del puntillismo y la pincelada suelta del impresionismo.
Cuando el arte se cuela en el hospital
Internado en el Sanatorio Midhurst, por un cuadro de tuberculosis, el artista pasó tiempo dibujando los objetos cercanos a su cama, encontrando este proceso útil para su recuperación. En 1939, la terapia ocupacional se introdujo en el sanatorio, y Hill fue invitado a enseñar dibujo y pintura a otros pacientes, comenzando con soldados heridos y luego con pacientes civiles.
Hill observó que la práctica del arte parecía ayudar a ordenar la mente del paciente, curar enfermedades o lesiones y liberar angustias mentales. Junto con la Cruz Roja Británica, contribuyó a un plan para exponer reproducciones de obras de artistas famosos en hospitales de todo el país, combinado con música y arte transmitidos por los altavoces hospitalarios.
El arte como terapia: El legado de Adrian Hill
La arteterapia, aunque no se clasifica como una corriente psicológica específica, es una modalidad terapéutica ampliamente utilizada en la clínica. En esta práctica, se emplean procesos artísticos como el dibujo, la pintura y escultura para explorar y abordar problemas emocionales resaltando la relación entre arte y salud mental.
¿En qué se centra esta terapia impulsada por Adrian Hill?
Focalizándose especialmente en la expresión creativa, promueve la autoexpresión, el autoconocimiento y la mejora del bienestar psicológico y emocional. Así, es una herramienta poderosa que permite a los individuos comunicar y procesar experiencias difíciles de una manera no verbal.
Se basa en la premisa de que la creación artística facilita la comunicación emocional y el procesamiento de traumas. Pues, al utilizar el arte como medio de expresión, los pacientes pueden explorar sus pensamientos y sentimientos de una manera segura y creativa.
Ahora, es importante destacar que la arteterapia no se limita a personas con habilidades artísticas avanzadas; de hecho, cualquiera tiene la posibilidad de beneficiarse de dicha modalidad terapéutica, independientemente de su experiencia previa en arte. Pues la atención se centra en el proceso creativo y en cómo este puede ser terapéutico, en lugar de enfocarse en el resultado final de la obra de arte.
Aplicaciones de la arteterapia
Las aplicaciones de la arteterapia impulsada por Adrian Hill son diversas y se utilizan en una amplia gama de contextos para abordar diferentes necesidades. Por ejemplo, algunas de las más comunes incluyen la salud mental, donde se utiliza para tratar una variedad de trastornos, véase el trastorno de estrés postraumático (TEPT), el trastorno bipolar, la esquizofrenia, depresión y ansiedad. Por cierto, en caso de que te interese indagar más sobre este último cuadro y sus bases neuropsicológicas, te recomendamos nuestro curso en ansiedad.
Trauma, abuso y trastornos de la conducta alimentaria
La arteterapia ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de personas que han experimentado traumas o abusos. Pues proporciona una forma segura y no verbal para que los individuos procesen tales experiencias.
Con lo anterior, otra de las aplicaciones de arteterapia es en el caso de trastornos de la conducta alimentaria (TCA), como la anorexia nerviosa, la bulimia y alimentación compulsiva. En este tipo de cuadros, puede ayudar a explorar sentimientos hacia la comida, el cuerpo y la autoimagen de manera no amenazante.
Drogas y otros tratamientos en adicciones
Por si fuera poco, también se utiliza en programas de rehabilitación para personas con adicciones a sustancias o comportamientos adictivos. Esto se debe a que facilita la exploración de las causas subyacentes de la adicción y el desarrollo de estrategias de afrontamiento alternativas. Del mismo modo, en entornos médicos ayuda a enfrentar enfermedades crónicas, lesiones y discapacidades físicas, mejorando el estado de ánimo, reduciendo el estrés y aumentando la calidad de vida.
Conclusión
La modalidad emerge como una valiosa herramienta terapéutica que aborda diversas necesidades emocionales, mentales y sociales en la actualidad. Su amplio uso y la eficacia de las aplicaciones de arteterapia en el tratamiento de problemas de salud mental han llevado a su creciente popularidad. Y, en este campo no puede faltar la figura de Adrian Hill, que sobresale como pionero esencial, cuya creatividad y visión lo llevaron a descubrir y promover el potencial terapéutico que existe en el arte.
En definitiva, además de tratar problemas específicos de salud mental y física, la arteterapia se utiliza para promover el crecimiento personal y bienestar en general. Y, por consiguiente, puede ser beneficioso para cualquier persona que busque explorar su creatividad, mejorar sus habilidades de comunicación y expresión, y aumentar su autoconocimiento.
Referencias bibliográficas
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Excelente artículo!!!!!muy claro y muy bien explicado.
Felicitaciones
súper interesante!!