La personalidad esquizoide se erige como un trastorno complejo y poco comprendido en el espectro de los trastornos de la personalidad. Caracterizado por el desapego social, emociones restringidas y una preferencia marcada por la soledad, aquellos diagnosticados con este trastorno enfrentan desafíos significativos en la interacción social y formación de relaciones significativas. A pesar de su impacto en la calidad de vida, el tratamiento ha sido un terreno desafiante para los profesionales de la salud mental, con enfoques terapéuticos aún en desarrollo. En dicho contexto, surgen varias preguntas cruciales… ¿Cómo abordar de manera efectiva un trastorno que involucra la evitación social y la dificultad en la expresión emocional? ¿Cuáles con los principales aspectos del cuadro? ¿Comienza en la adultez temprana?
¿A qué refiere el trastorno?
El trastorno esquizoide de la personalidad se define en el DSM-V (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, DSM-V, en inglés) como un patrón arraigado de desapego social y limitada expresión emocional en entornos interpersonales. Quienes conviven con él presentan falta de interés en relaciones sociales, prefieren la soledad, mantienen secretismo y muestran indiferencia emocional, sin buscar validación social.
Además, carecen de placer en actividades sociales y presentan deficiencias en tareas cognitivas, especialmente en variantes de trastorno de personalidad esquizotípico-esquizoide. A pesar de lo anterior, suelen manifestar un elaborado mundo de fantasía interno.
Un diagnóstico poco frecuente
A su vez, el trastorno esquizoide de la personalidad es excepcionalmente poco frecuente, con una estimada prevalencia del 4,9% según la replicación de la encuesta nacional de comorbilidad.
A nivel comunitario, su incidencia es de aproximadamente el 3,1% en los Estados Unidos (EE. UU.). Aunque la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (American Psychiatric Association [APA], 2000) sugiere una prevalencia global inferior al 1%.
Con lo anterior, y a pesar de su baja incidencia, los intentos de eliminar este trastorno del DSM-V no tuvieron éxito. Incluso siendo un cuadro también escaso en entornos clínicos, representando solo alrededor del 2,2%, con una aparente mayor prevalencia en hombres que en mujeres.
La adultez temprana: Foco de prevención
Otro aspecto relevante es que puede manifestarse en diversos entornos desde la adultez temprana, incluso durante trastornos como la esquizofrenia, trastorno del espectro autista (TEA) y trastorno depresivo con características psicóticas. Por otro lado, su origen puede deberse a factores psicológicos, sociales y, dada su clasificación en el grupo A de trastornos de la personalidad, influencias genéticas y del entorno familiar.
Junto con lo mencionado, aunque las características principales emergen en dicho periodo de la adultez temprana, algunos síntomas, como la soledad y relaciones interpersonales pobres, pueden presentarse en la juventud o adolescencia, indicando variabilidad en la aparición del trastorno.
Aislamiento social y estigma como yugo
El aislamiento genera un impacto significativo en quienes tienen un trastorno esquizoide de la personalidad. Aspecto que se ve reforzado puesto que la sociedad a menudo rechaza a quienes presentan tal condición debido a su estilo de vida y comunicación distintivos. En consecuencia, el desapego generalizado de las relaciones sociales y la indiferencia emocional los vuelven altamente susceptibles a la discriminación y aislamiento, alimentando su evitación de la socialización.
Con esto, estigmatizados como antisociales o peligrosos, enfrentan alienación. A lo que se le suma la creencia de que sus sentimientos amorosos pueden conducir a la destrucción, dificultándoles establecer relaciones cercanas, especialmente románticas. Adicionalmente, lo mencionado crea obstáculos en la vida diaria, sobre todo en el comienzo de la adultez temprana.
Cuando la desadaptación prima
Hay que tener en cuenta que las personas con trastornos afectivos exhiben un perfil mayormente deteriorado, abarcando el 80% de las facetas de mala adaptación según el Modelo Alternativo de Trastornos de la Personalidad (Alternative Model for Personality Disorders, AMPD, en inglés). En específico, aquellos con trastorno bipolar II superan a los pacientes con trastorno depresivo mayor en múltiples dominios desadaptativos, destacando en antagonismo.
Los temperamentos depresivo y ciclotímico se vinculan respectivamente con dominios de afectividad negativa, desapego y desinhibición y antagonismo y psicoticismo. Lo que sugieren perfiles únicos para cada trastorno, señalando la importancia de los temperamentos en la comprensión y diferenciación de los dominios desadaptativos (Komasi et al., 2023).
Escala de trastorno esquizoide de la personalidad
Si bien se han utilizado herramientas como el Inventario Clínico Multiaxial de Millon (Millon Clinical Multiaxial Inventory, MCMI, en inglés), Inventario de Personalidad de Minnesota (Minnesota Multiphasic Personality Inventory, MMPI-2, en inglés), Cuestionario de Personalidad de Eysenck (Eysenck Personality Questionnaire, EPQ, en inglés) o el Inventario de Personalidad de Beck (Beck Depression Inventory, BDI, en inglés), los modelos tradicionales de diagnóstico, como el DSM-V, han presentado limitaciones en la evaluación del trastorno.
Así, la propuesta para buscar abordar las deficiencias desarrolló la escala de personalidad dimensional para el trastorno de personalidad esquizoide (dimensional personality scale for schizoid personality disorder, EPD-TPE, en inglés), que ha demostrado validez psicométrica, evaluando rasgos relevantes del trastorno.
Por su parte, la estructura factorial reflejó coherencia con esta escala, destacando el factor de evitación que engloba síntomas esenciales del trastorno. Además, la EPD-TPE ofrece una evaluación más precisa y abarcadora de los rasgos esquizoides, superando las limitaciones de los enfoques tradicionales de diagnóstico.
¿Tratamiento efectivo?
El tratamiento de la personalidad esquizoide enfrenta desafíos debido a la juventud del campo y la falta de datos sólidos respaldando las intervenciones. Además, hay que tener en cuenta que el éxito depende de muchos factores como la gravedad de los síntomas, la disposición del individuo para participar en el tratamiento y la habilidad del terapeuta, por ejemplo.
Buscando el mejor camino
Por otro lado, no hay medicamentos específicos y, aunque no son generalmente la primera línea de intervención, algunos que son utilizados en el tratamiento para la esquizofrenia pueden aliviar síntomas. Asimismo, los grupos de socialización se sugieren para abordar la evitación social, mientras que la psicoterapia, especialmente la terapia cognitivo conductual, respaldada por investigaciones, es otra opción.
Sin embargo, los resultados de estudios son variados y la tratabilidad con psicoterapia sigue siendo incierta. El campo busca desarrollar tratamientos más efectivos, destacando la necesidad de investigaciones adicionales para mejorar la comprensión y abordar esta compleja condición.
Conclusión
Los estudios y la creación de la escala de personalidad dimensional representan avances valiosos, superando las limitaciones de enfoques tradicionales. Sin embargo, el tratamiento sigue siendo un desafío, con enfoques aún en desarrollo.
¿Cómo abordar eficazmente la evitación social y la expresión emocional limitada? Esta pregunta persiste, destacando la necesidad crítica de investigaciones adicionales y desarrollos innovadores para comprender y tratar esta compleja condición. En última instancia, la superación de tales desafíos promete avances significativos en la mejora de la calidad de vida de aquellos que presentan el trastorno.
Referencias bibliográficas
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- Komasi, S., Jananeh, M., Mahdavi, S., Shademan, T., Vaysi, A., Shahlaee, M., Mirani, A., Chamandoust, Z. y Saeidi, M. (2023). The maladaptive domains according to the Alternative Model of Personality Disorders (AMPD) Criterion B in patients with affective disorders and temperamental triads related to these domains: Two unique profiles. BMC Psychology, 11(1). https://doi.org/10.1186/s40359-023-01122-5
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