Carmen Jedet es una artista versátil que ha logrado abrirse paso en diferentes ámbitos como actriz, cantante y hasta empresaria. A los 12 años, decidió adoptar su verdadera identidad y escogió el nombre de Jedet, que formó con las iniciales del nombre con el que fue bautizada. Su gran oportunidad profesional llegó con la serie Veneno (2020), en la que es además la autora de la canción principal de esta.
Activista y artista
Lucha por los derechos de la comunidad LGTBIQ+ desde un lugar muy particular: No soy activista, yo soy artista, afirma ella. Se expresa sobre cómo la mente puede jugar en contra de uno junto a las diversas problemáticas y demandas sociales, construí algo para ser aceptada y al final acabó comiéndome.
Jedet y la lucha contra una misma
Jedet asegura que la insatisfacción constante, la aceptación propia así como la comparación continua, el sentir que nunca eres suficiente, son elementos que nos desequilibran.
Esto hizo de mi cabeza una cárcel, he creado un monstruo tóxico hacia mí misma.
La artista asegura que trabaja cada día en ser feliz y está convencida de que no se puede depender de lo estético y la ficción. Por el contrario, es necesario caer en la realidad.
Mi marca y mis personajes se basan en la perfección, se me nota en mis redes, mis fotos, mis entrevistas.
Está bien jugar con eso, pero también se trata de entender que es parte de un momento, ya que si no, se convierte en un monstruo.
Cirugías: ¿Engaño o solución?
Consciente de que lo estético se constituye como un gran anzuelo y un mecanismo de auto aceptación, también sabe que funciona como revestimiento, pero el interior de uno, la mente, los sentimientos, siempre están allí.
Intento dejar claro que, aunque aparentemente yo sea muy segura, que las redes sociales, para empezar, no son reales, que la cirugía plástica no es la solución porque, por mucho que te operes, si tienes algo roto dentro, no te lo va a arreglar.
Hay épocas en las que me cuesta mucho salir de la cama, o ducharme, o comer y ha llegado un punto en el que ahora sí que me hago cargo de mí misma, me levanto y me obligo a tener hábitos saludables, a estar más centrada. Y eso es gracias a la salud mental, no gracias a una cirugía.
Jedet cuenta que trabaja mucho en su salud mental asumiendo que encuentra herramientas para progresar y que ha mejorado en este sentido gracias a sus sesiones durante casi una década con su psicólogo.
Soy mi peor enemiga, mi mayor hater, afirma Jedet
Insatisfacción y autoestima: No sabría decir de donde nace pero es algo que siempre lo he tratado en terapia. Se trata de ser exigente pero también premiarte.
Trastornos alimenticios: Los identifica los como un pilar en el autoestima, la aceptación y la seguridad de una misma.
El cuerpo es la casa de uno mismo, donde vas a vivir toda la vida y es necesario cuidarlo, respetarlo es mas importante que dañarlo.
Sin embargo admite que vive una batalla constante, soy bulímica desde los 14 años, siento que es algo que siempre va a estar ahí, y se ha convertido en una lucha diaria con mi cuerpo, el comer y la culpa que genera esto, mi ánimo gira mucho entorno a la comida.
Cuenta que el cuerpo es el resultado de su alma, de sus traumas, aspiraciones, pesadillas y sueños.
Mi relación con el físico es muy complicada. Pero estoy esforzándome, día a día, por estar más en paz conmigo misma. Aún me queda mucho, porque sigo siendo prisionera de ello, pero me siento cada vez más liberada.
La industria de la moda: ¿Una posible culpable?
Más allá de la aceptación propia, no podemos negar que la industria de la moda ha impuesto un modelo hegemónico en la sociedad. Un aspecto que, en consecuencia, ha favorecido la incidencia de trastornos alimenticios, donde las redes sociales tienen un rol muy importante en la vulnerabilidad que pueden generar estos modelos.
El papel de las redes sociales en la alimentación
La vulnerabilidad de los consumidores de redes sociales es una realidad.
Estas pueden incitar a seguir dietas restrictivas aconsejadas por los influencers, dado el liderazgo reconocido que estos ejercen entre los adolescentes, entre otros.
Además, ofrecen “consejos” sobre cómo mantener la inanición y conseguir pérdidas rápidas de peso.
Esto pone de manifiesto que ante el uso y abuso de las redes sociales, las personas pueden ceder ante tales ideales de belleza y mayor preocupación por el peso y físico.
La salud mental: De tema tabú a declaración
Afortunadamente el tema de la salud mental ha dejado de ser tabú.
Yo siempre he hablado de estos temas en mis redes sociales. Pero sí es verdad que, a medida que he ido abriéndome más me han ridiculizado o me han dicho que lo hacía por llamar la atención.
Llevo 7 años con mi psicólogo, he aprendido más a gestionar mis emociones y a identificar antes de que me venga un ataque de ansiedad, tratar la obsesión y pedir ayudar, lo que es bueno para mí y lo que no y sobre todo encontrar paz, aprender a disfrutar de mis creaciones artísticas, de lo que he creado yo misma.
Ser una mujer fuerte que anima a los demás a vivir libremente y a disfrutar de su sexualidad, su género y a no pedir permiso o perdón por existir.