El trastorno por atracón es un trastorno de la conducta alimentaria y, actualmente, un problema mundial que ha crecido rápidamente. De hecho, es más frecuente que la anorexia nerviosa y la bulimia. Este problema de salud pública se caracteriza por el consumo de grandes cantidades de alimentos junto con un sentimiento subjetivo de pérdida de control. Aunque este cuadro es muy común en la población general, no quita que se relacione con múltiples factores de salud mental y de salud física, especialmente con la obesidad. Veamos un poco más sobre ello.
Antes que nada, ¿qué es un trastorno de la conducta alimentaria?
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son aquellos que incluyen conductas relacionadas con el proceso de la alimentación y pensamientos distorsionados sobre la propia imagen corporal. Durante el proceso del trastorno suelen presentarse alteraciones médicas, psicológicas y psiquiátricas capaces de poner en peligro la salud y la vida de la persona.
Con esto, también suele producir un deterioro importante en su funcionamiento personal, académico, laboral o familiar (Brownell y Walsh, 2018). Actualmente, los diagnósticos que existen en el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, DSM-V, en inglés) son:
- Anorexia Nerviosa
- Bulimia Nerviosa
- Trastorno por Atracón
- Pica
- Rumiación
- Trastorno de restricción/evitación de la alimentación
- Trastorno alimentario o de la ingestión de alimentos no especificado
¿Y un episodio de atracón?
Según el DSM-V, un episodio de atracón se caracteriza por los dos hechos siguientes:
1. Ingestión, en un periodo determinado, de una cantidad de alimentos que es claramente superior al que la mayoría de las personas ingerirían en la población normal en un periodo similar en circunstancias parecidas.
2. Sensación de falta de control sobre lo que se ingiere durante el episodio.
Características claves del trastorno por atracón
El diagnóstico se realiza ante la presencia de atracones frecuentes en ausencia de purgas, vómitos, ayuno o ejercicio compulsivo como conductas compensatorias. Estos comportamientos para intentar controlar el peso pueden estar presentes, pero no ser tan frecuentes como para un diagnóstico de bulimia nerviosa. Y es que, a diferencia de la anorexia y la bulimia nerviosa, la preocupación por la imagen corporal no es un requisito indispensable.
Asimismo, la persona que está desarrollando un trastorno por atracón presenta rasgos parecidos a las personas con bulimia sin manifestar las conductas purgativas bulímicas. Es decir, se presentan episodios frecuentes de atracones sin el intento de perder peso de manera rápida después. Por ello, al no realizar conductas compensatorias, es frecuente que la persona tenga sobrepeso u obesidad. Hay tres factores fundamentales en este tipo de trastornos según Tiego et al. (2019):
- Impulsividad, caracterizada por el riesgo, falta de previsión y búsqueda de recompensa. En cuanto a esto último, se destaca una disfunción tanto en la anticipación de la recompensa, su consumo y aprendizaje.
- Compulsividad, que se caracteriza por la aversión al riesgo y evitación del daño.
- Desinhibición, que engloba un carácter impulsivo, intolerancia a la incertidumbre y creencias obsesivas.
¿Cuál es su prevalencia?
En comparación con otros TCA no hay tanta diferencia entre los géneros como en otros cuadros, aunque es más frecuente en mujeres (1.6%) que en hombres (0,8%) y en personas con obesidad (5% a 30%). Por lo general, surge en los adultos jóvenes y se asocia con trastornos psiquiátricos, dolor crónico, obesidad y diabetes tipo 2 (National Guideline Alliance, 2017).
¿Cuáles son las principales comorbilidades?
Parece que dentro de la comorbilidad psiquiátrica se encontrarían los trastornos de ansiedad, trastornos del estado del ánimo, de control de los impulsos, trastornos de personalidad (como el trastorno límite de la personalidad o el evitativo) y el trastorno obsesivo compulsivo. Relacionado al estado de ánimo negativo se ha reportado que las personas muestran una tendencia a actuar impulsivamente cuando están angustiadas (Mason et al., 2021; Waltmann et al., 2021).
Últimas recomendaciones en el tratamiento
Las guías actuales de la Asociación Americana de Psicología (APA) apoyan la psicoterapia como medida principal de tratamiento. Aunque, según el paciente, también puede hacerse uso únicamente de medicación como monoterapia.
Entre las terapias psicológicas aquellas que cuentan con más evidencia empírica abarcan la terapia cognitivo-conductual, sola o combinada con otros tratamientos (farmacoterapia), terapia interpersonal y terapia conductual dialéctica (Q da Luz et al., 2021). Los objetivos del tratamiento pueden incluir la reducción de (National Guideline Alliance, 2017):
- Episodios de atracones
- Exceso de peso si tiene sobrepeso o es una persona con obesidad
- Preocupación excesiva por la imagen corporal (es decir, mejorar la autoaceptación del propio cuerpo)
- Comorbilidad psiquiátrica como ansiedad, depresión o trastorno por consumo de sustancias
Es útil distinguir el tratamiento para el trastorno por atracón como tal del tratamiento de la obesidad en pacientes que tienen ambos diagnósticos, pues los pacientes con trastorno por atracón que presentan sobrepeso u obesidad tienen diferentes objetivos. Con esto, la APA recomienda un enfoque de equipo (incluyendo psiquiatras, psicólogos, dietistas y trabajadores sociales, entre otros) con la TCC como piedra angular del tratamiento y el uso de fármacos como tratamiento adyuvante, la mayoría de las veces.
Conclusión
Todos los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades serias, con una morbilidad y mortalidad médica y psiquiátrica significativa, que pueden poner en riesgo la vida. Independientemente del peso corporal que presente la persona. Por ello, la prevención, identificación temprana y especificidad en los tratamientos son la clave para la recuperación. Todo esto incluye estar informado sobre el estigma que se asocia a la búsqueda de ayuda para un trastorno de la conducta alimentaria y el conocimiento de la salud mental, entre otros.
El trabajo multidisciplinario, tanto de campos como la psiquiatría, psicología y el ámbito nutricional es apropiado en la etapa del desarrollo, apoyándose siempre en aquellos basados en la evidencia. Incluyendo, enfoques centrados en la impulsividad e intervenciones que aborden la reactividad ante los estímulos relacionados con la comida y la capacidad de respuesta a la saciedad. Para trabajar en casos de anorexia o bulimia desde una perspectiva interdisciplinaria, te recomendamos nuestro curso de intervención en trastornos de la conducta alimentaria.
Referencias bibliográficas
- American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596
- Brownell, K. D. y Walsh, B. T. (2018). Eating Disorders and Obesity (Third Edition). A Comprehensive handbook. Guilford Press.
- Gutt, S. R. y Veczel, A. V. (2018). Beneficios de la terapia psicológica y farmacológica en adultos con trastorno por atracón. Evidencia, actualización en la práctica ambulatoria, 21(3). https://doi.org/10.51987/evidencia.v21i3.6817
- Jáuregui, I., Herrero, G., Bolaños, P. y Andrades, C. (2019). Trastornos de la conducta alimentaria y obesidad. Grupo Aula Médica, S. L.
- Mason, T. B., Smith, K. E., Anderson, L. M. y Hazzard, V. M. (2021). Anhedonia, positive affect dysregulation, and risk and maintenance of binge‐eating disorder. International Journal of Eating Disorders, 54(3), 287-292. https://doi.org/10.1002/eat.23433
- National Guideline Alliance (2017). Eating Disorders: Recognition and Treatment. London: National Institute for Health and Care Excellence. Eating disorders: recognition and treatment https://www.nice.org.uk/guidance/ng69/resources/eating-disorders-recognition-and-treatment-pdf-1837582159813
- Q da Luz, F., Hay, P., Wisniewski, L., Cordás, T. y Sainsbury, A. (2021). The treatment of binge eating disorder with cognitive behavior therapy and other therapies: An overview and clinical considerations. Obesity Reviews, 22(5). https://doi.org/10.1111/obr.13180
- Tiego, J., Oostermeijer, S., Prochazkova, L., Parkes, L., Dawson, A., Youssef, G., Oldenhof, E., Carter, A., Segrave, R. A., Fontenelle, L. F. y Yücel, M. (2019). Overlapping dimensional phenotypes of impulsivity and compulsivity explain co- occurrence of addictive and related behaviors. CNS Spectrums, 24, 426-440. https://doi. org/10.1017/S1092852918001244.
- Waltmann, M., Herzog, N., Horstmann, A. y Deserno, L. (2021). Loss of control over eating: A systematic review of task based research into impulsive and compulsive processes in binge eating. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 129, 330-350. https://doi.org/10.1016/j.neubiorev.2021.07.016