La esquizofrenia es un cuadro que afecta tanto la salud mental como física de quienes la padecen. Aunque los tratamientos farmacológicos forman una parte muy importante de su abordaje, suelen tener limitaciones, como efectos secundarios que impactan negativamente la calidad de vida. En este contexto, el ejercicio físico se presenta como una intervención no farmacológica prometedora, capaz de reducir síntomas negativos, mejorar la fuerza muscular y facilitar las actividades diarias. En esta nota, analizaremos cómo el ejercicio puede complementar el tratamiento de esta condición y mejorar significativamente el bienestar de los pacientes.

Ejercicio y esquizofrenia

ejercicio y esquizofrenia

El ejercicio físico se ha consolidado como una intervención complementaria prometedora para tratar la esquizofrenia. En este sentido, estudios recientes han demostrado que actividades como el entrenamiento aeróbico y de alta intensidad pueden reducir los síntomas negativos, mejorar la fuerza muscular y facilitar la realización de actividades diarias, contribuyendo así a una mejor calidad de vida. Estos efectos son especialmente notables en pacientes ambulatorios, quienes suelen beneficiarse más que aquellos en entornos hospitalarios.

No obstante, la implementación de programas de ejercicio enfrenta desafíos, como la baja adherencia y la necesidad de adaptar las intervenciones a las características individuales de los pacientes. De esta manera, diseñar estrategias motivacionales efectivas y accesibles es clave para integrar el ejercicio como parte del tratamiento multidisciplinario, maximizando sus beneficios en esta población.

El ejercicio como elemento clave

Como dijimos, esta psicopatología no solo afecta el bienestar mental, sino también la salud física, debido a factores como el sedentarismo, los efectos secundarios de los antipsicóticos y el aumento del riesgo de enfermedades metabólicas. Dichos problemas contribuyen a una menor esperanza de vida y una calidad de vida significativamente reducida en comparación con la población general. Consecuentemente, el ejercicio no solo actúa como un medio para mejorar la condición física, sino también como una herramienta para reducir el estrés, la ansiedad y mejorar la función cognitiva, todos aspectos críticos para las personas con esquizofrenia.

Además, el ejercicio tiene el potencial de abordar aspectos fundamentales como el aislamiento social y la baja motivación, comunes en esta población. Así, cuando se realiza en entornos estructurados y con supervisión, puede fomentar hábitos saludables y promover la integración social. Por estas razones, la actividad física no debe verse únicamente como un complemento. Sino, como un elemento esencial dentro del enfoque multidisciplinario para el tratamiento de la esquizofrenia.

Acerca de este estudio

La presente investigación examinó el efecto del ejercicio en la psicopatología y otros marcadores clínicos en personas con esquizofrenia. Para ello, se realizó una revisión sistemática y un metaanálisis de ensayos controlados aleatorios que investigaron los efectos del ejercicio en esta población. Con esto, se analizaron múltiples resultados clínicos, incluida la psicopatología, la calidad de vida, función física y otros parámetros relevantes.

¿Cómo se llevó a cabo?

Se indagó mediante una búsqueda sistemática en varias bases de datos académicas desde su inicio hasta octubre de 2022. Para ello, fueron incluidos ensayos controlados aleatorios que investigaron el efecto de intervenciones de ejercicio en pacientes diagnosticados con esquizofrenia. Y, se tomó, además, un rango de edad de 18 a 65 años.

Tras esto, se realizó un metaanálisis de efectos aleatorios multinivel para combinar los datos de los estudios seleccionados. Posteriormente, se evaluó la heterogeneidad en cada nivel del metaanálisis mediante pruebas estadísticas específicas. Los datos fueron sintetizados y analizados para determinar los efectos del ejercicio en la psicopatología. Y también se tuvieron en cuenta otros marcadores clínicos en los voluntarios con esquizofrenia, considerando diversos moderadores como el entorno clínico, tipo de ejercicio y grupo de comparación.

¿Cuáles fueron los resultados?

En concordancia con los antecedentes, el ejercicio físico resultó ser efectivo para mejorar la psicopatología asociada con la esquizofrenia. Además de tener un impacto positivo en la fuerza muscular y la percepción de la discapacidad por parte de los pacientes. Con esto, un hallazgo notable fue la observación de efectos más significativos del ejercicio en pacientes ambulatorios en comparación con aquellos que estaban internados.

Específicamente, se observó una mejoría en los síntomas psicopatológicos en quienes participaron en intervenciones de ejercicio. Lo que sugiere que esta actividad podría desempeñar un papel relevante como complemento terapéutico en el tratamiento de la enfermedad.

Diferencias según el tipo de ejercicio

Otro aspecto destacado fue la variabilidad en los efectos según el tipo de ejercicio realizado. Las intervenciones basadas en ejercicios aeróbicos y de alta intensidad demostraron mayores beneficios en comparación con modalidades de menor intensidad o enfoques como el yoga. En este sentido, los autores subrayan la importancia de diseñar programas de ejercicio adaptados. Siempre considerando tanto las preferencias individuales como las limitaciones físicas y psicológicas de los pacientes, para maximizar su efectividad como parte del tratamiento integral.

Sin embargo…

A pesar de los hallazgos alentadores del estudio, es importante reconocer y abordar algunas limitaciones que podrían afectar la interpretación de los resultados. En primer lugar, la heterogeneidad entre los estudios incluidos puede introducir cierta variabilidad en los efectos del ejercicio observados, lo que puede dificultar la generalización de los resultados.

ejercicio

Esta variabilidad podría atribuirse a diferencias en los diseños de estudio, las poblaciones de pacientes, los tipos de intervenciones de ejercicio y las mediciones de resultados utilizadas en cada estudio. Además, la falta de estudios de seguimiento a largo plazo limita la comprensión de los efectos a largo plazo del ejercicio en esta población.

No descartar el ejercicio físico como remedio natural

En resumen, el ejercicio físico puede ser efectivo para mejorar los síntomas de la esquizofrenia, la fuerza muscular y la percepción de la discapacidad en personas con esta psicopatología, con efectos aún más notables en pacientes ambulatorios. Sin embargo, existen limitaciones, como la heterogeneidad entre los estudios. A pesar de ellas, los hallazgos respaldan el papel del ejercicio como parte integral de su abordaje, aunque se necesitan más investigaciones para comprender completamente su impacto y optimizar su implementación en entornos clínicos.

Referencia bibliográfica

  • Gallardo-Gómez, D., Noetel, M., Álvarez-Barbosa, F., Alfonso-Rosa, R. M., Ramos-Munell, J., Del Pozo Cruz, B. y Del Pozo-Cruz, J. (2023). Exercise to treat psychopathology and other clinical outcomes in schizophrenia: A systematic review and meta-analysis. European psychiatry : the journal of the Association of European Psychiatrists66(1). https://doi.org/10.1192/j.eurpsy.2023.24