El término borderline fue introducido en la literatura psiquiátrica por Stern y Knight, para identificar un grupo de pacientes que mostraban un nivel de funcionamiento situado entre neurosis y trastornos esquizofrénicos. Hoy en día, el trastorno límite de la personalidad (TLP) se erige como una de las afecciones psiquiátricas más complejas, caracterizada por una inestabilidad emocional profunda, relaciones interpersonales tumultuosas y una autoimagen fluctuante. Esta constelación sintomática no solo afecta la calidad de vida de quienes la padecen, sino que también incrementa significativamente el riesgo de conductas suicidas. Veamos más sobre el suicidio y la autolesión en el TLP.

Definamos el TLP

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición, Revisión de Texto (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, Text Revision, DSM-5-TR, en inglés), el TLP se define por un patrón dominante de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y los afectos, acompañado de una notable impulsividad (American Psychiatric Association [APA], 2022).

Criterios principales del TLP

Entre los criterios diagnósticos se incluyen esfuerzos desesperados por evitar el abandono real o imaginado, patrones de relaciones intensas e inestables, alteración de la identidad, impulsividad en áreas autolesivas, comportamientos suicidas o de automutilación recurrentes, inestabilidad afectiva, sentimientos crónicos de vacío, ira inapropiada y dificultades para controlar la ira, así como ideación paranoide transitoria o síntomas disociativos graves.

El suicidio en el TLP: El papel del dolor

Concretamente, la mayoría de los investigadores están de acuerdo en que las dimensiones que capturan la esencia del trastorno son la desregulación emocional, la impulsividad y la desregulación del comportamiento, y la hipersensibilidad interpersonal. Aunque, ojo, el TLP es ser una categoría diagnóstica heterogénea que puede incluir subtipos de pacientes. De hecho, se han establecido tres grupos: uno grande con síntomas básicos de TLP; uno extrovertido/externalizante caracterizado por altos niveles de características histriónicas, narcisistas y antisociales; y uno pequeño de pacientes con características esquizotípicas y paranoicas marcadas (Leichsenring et al., 2024).

La encrucijada del dolor psíquico y la impulsividad

La relación entre el TLP y el suicidio es alarmante. Y es que, la impulsividad inherente al TLP, combinada con una profunda sensación de vacío y desesperanza, puede llevar a acciones autodestructivas sin una planificación previa. Este comportamiento impulsivo, sumado a la inestabilidad emocional, crea un terreno fértil para las conductas suicidas. De hecho, la investigación de seguimiento ha encontrado que el suicidio ocurre en hasta el 10% de los casos de TLP con preponderancia de hombres (Paris, 2019).

Una dicotomía

Las personas con TLP suelen experimentar una autoimagen inestable, oscilando entre extremos de idealización y devaluación en sus relaciones. Esta percepción fluctuante puede generar sentimientos de abandono y rechazo, exacerbando la angustia emocional. La incapacidad para mantener relaciones estables y la constante búsqueda de validación externa contribuyen a una sensación de vacío existencial, que puede ser intolerable para el individuo.

Ahora, es importante tener en cuenta una cosa, los factores estresantes interpersonales no generan directamente pensamientos suicidas. En cambio, estos desencadenan una cascada de desregulación afectiva, caracterizada por un aumento en el afecto negativo o una disminución en el afecto positivo, lo cual, indirectamente, fomenta la ideación suicida. Lo mismo pasa con la impulsividad, que está relacionada con percepciones interpersonales, pero no predice directamente la ideación suicida (Kaurin et al., 2022).

Autolesión en el TLP como mecanismo de regulación

El suicidio en el TLP: El papel del dolor

La autolesión es una manifestación común en el TLP, utilizada como una estrategia para aliviar el dolor emocional intenso o para sentir una sensación de control. Aunque no siempre implica una intención suicida, la presencia de autolesiones recurrentes es un indicador significativo de riesgo suicida y requiere una evaluación clínica exhaustiva.

Así pues, aunque este tipo de acciones alivien la tensión emocional, no suelen reflejan un deseo de morir. La automutilación puede servir como un mecanismo de afrontamiento disfuncional para manejar emociones abrumadoras. Pero también puede escalar hacia intentos suicidas si no se interviene adecuadamente.

Ahora, si bien la edad de inicio del TLP varía, hay que valorar que en pacientes mayores con TLP, la autolesión puede tomar otras formas, como la no adhesión a los regímenes médicos o el mal uso de la medicación.

Intervenciones terapéuticas y estrategias de prevención

El tratamiento del TLP y la prevención del suicidio requieren un enfoque multidisciplinario. Y siempre, el diagnóstico y el tratamiento tempranos podrán reducir el sufrimiento individual y los costos sociales.

Muchos pacientes con TLP tienen cursos de tratamiento marcados por bastantes intentos fallidos de suicidio. Estos tratamientos están asociados con múltiples ensayos de psicoterapia, múltiples recetas, visitas repetidas a la sala de emergencias y hospitalización por intentos de suicidio y amenazas.

Algunas de ellas

En el tratamiento del TLP, la psicofarmacología se recomienda únicamente en casos de trastornos mentales comórbidos graves y específicos. Así como para la gestión a corto plazo de crisis agudas. La psicoterapia, por su parte, ha demostrado ser eficaz y se considera la opción de tratamiento de primera línea.

En cuanto a los diferentes enfoques psicoterapéuticos, no existe evidencia sólida que indique que un método sea significativamente superior a otros, aunque algunos ensayos recientes han reportado diferencias en su efectividad. Sin embargo, una limitación importante es que las tasas de falta de respuesta y recaídas siguen siendo relativamente altas, lo que resalta la necesidad de seguir desarrollando y perfeccionando las intervenciones psicoterapéuticas para mejorar su eficacia.

La terapia dialéctico-conductual ha demostrado ser efectiva en la reducción de conductas suicidas y autolesivas en pacientes con TLP. Esta terapia se centra en la regulación emocional, la tolerancia al malestar y la mejora de las habilidades interpersonales. Además, la intervención temprana y el apoyo social son fundamentales para mitigar el riesgo de suicidio en esta población (Eaton y Greene, 2018).

Una opción interesante

La conocida como Evaluación ecológica momentánea (Ecological Momentary Assessment, EMA, en inglés) es una metodología innovadora que permite capturar datos en tiempo real sobre las experiencias, emociones, y comportamientos de las personas en su contexto natural. Este enfoque tiene una relevancia crucial para comprender los procesos dinámicos, como la ideación suicida y los factores de riesgo asociados, especialmente en poblaciones con alta inestabilidad emocional, como las personas con TLP. 

Problemas en el TLP…

El TLP enfrenta diversos retos en su conceptualización y diagnóstico. Existe un debate sobre si debe considerarse un trastorno independiente o una manifestación de deterioros generales en el funcionamiento de la personalidad. Además existen dificultades debido a la amplia heterogeneidad de casos. Lo que genera pacientes con perfiles muy diferentes bajo el mismo diagnóstico.

Esta diversidad dificulta tanto el abordaje terapéutico como la identificación de necesidades específicas. Por otro lado, el modelo dimensional adoptado por la CIE-11 y el DSM-5-TR busca integrar el TLP dentro de un espectro más amplio de trastornos de personalidad. Lo que refleja un enfoque más flexible, pero su coexistencia con el modelo categórico puede generar confusión en la práctica clínica. Asimismo, el número de criterios necesarios para el diagnóstico puede excluir a pacientes con un deterioro significativo en su funcionamiento personal e interpersonal. Limitando su acceso a tratamientos adecuados.

A pesar de estos desafíos, el modelo categórico sigue siendo valorado por su utilidad clínica y su capacidad para guiar intervenciones terapéuticas específicas. Sin embargo, persiste la necesidad de enfoques más consistentes que permitan superar estas limitaciones conceptuales y prácticas.

Conclusión

El TLP plantea una compleja intersección entre el suicidio y la autolesión, donde ambos fenómenos no deben interpretarse únicamente como actos desesperados, sino como lenguajes alternativos de una psique atrapada en su propia intensidad. La autolesión no siempre es un ensayo del suicidio, sino una estrategia disfuncional de regulación emocional en un contexto de vacío y fragmentación identitaria.

Una cosa queda clara, la autolesión y el suicidio en el TLP no surgen de una trayectoria lineal, sino de una espiral de vulnerabilidad acumulativa donde la desesperanza encuentra eco en un sistema de apoyo que, en ocasiones, falla en comprender la cronicidad de estos episodios. Las fluctuaciones en la ideación suicida, su carácter persistente y su vinculación con eventos estresantes subrayan la urgencia de enfoques que aborden la raíz: una autoimagen inestable, relaciones disfuncionales y una lucha constante por encontrar sentido y conexión.

Referencias bibliográficas

  • American Psychiatric Association. (2022). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed., text rev.). American Psychiatric Publishing.
  • Eaton, N. R. y Greene, A. L. (2018). Personality disorders: community prevalence and socio-demographic correlates. Current opinion in psychology21, 28-32. https://doi.org/10.1016/j.copsyc.2017.09.001
  • Kaurin, A., Dombrovski, A. Y., Hallquist, M. N. y Wright, A. G. C. (2022). Momentary interpersonal processes of suicidal surges in borderline personality disorder. Psychological medicine52(13), 2702-2712. https://doi.org/10.1017/S0033291720004791
  • Paris J. (2019). Suicidality in Borderline Personality Disorder. Medicina (Kaunas, Lithuania)55(6), 223. https://doi.org/10.3390/medicina55060223
  • Leichsenring, F., Fonagy, P., Heim, N., Kernberg, O. F., Leweke, F., Luyten, P., Salzer, S., Spitzer, C. y Steinert, C. (2024). Borderline personality disorder: a comprehensive review of diagnosis and clinical presentation, etiology, treatment, and current controversies. World psychiatry : official journal of the World Psychiatric Association (WPA)23(1), 4-25. https://doi.org/10.1002/wps.21156
  • Wedig, M. M., Silverman, M. H., Frankenburg, F. R., Reich, D. B., Fitzmaurice, G y Zanarini, M. C. (2012). Predictors of suicide attempts in patients with borderline personality disorder over 16 years of prospective follow-up. Psychological medicine42(11), 2395-2404. https://doi.org/10.1017/S0033291712000517