En la medicina existen diversas ramas de estudio con el fin de contribuir al bienestar del ser humano. Como aporte a este aspecto, muchas veces, cuando una persona tiene alguna enfermedad, se suele emplear el uso de medicamentos con el objetivo de recobrar la salud. Aquí, entra en juego una subdivisión de medicamentos muy importante para la salud mental llamada psicofarmacología. Antes de comenzar… ¿Alguna vez has escuchado dentro del círculo cercano que un amigo, familiar o conocido toma medicamentos para el estado de animo? Esto es mas común de lo que parece y, aún así, sigue acompañándose de diversos mitos que giran acerca del empleo y toma de tales medicamentos. Por ello, esclarezcamos qué es la psicofarmacología.

¿Qué es la psicofarmacología?

La psicofarmacología clínica es una disciplina médica caracterizada por el estudio y análisis de los medicamentos a través del comportamiento y función mental. Y es que, estos actúan sobre el sistema endocrino, modificando las funciones del sistema nervioso central (SNC).

Comúnmente, la presente rama de la medicina conforma una ciencia que parte del diagnóstico de enfermedades mentales. Así, según el efecto de un medicamento, se lleva a cabo un análisis cuidadoso de la reducción de síntomas de una determinada psicopatología (Alfonso, 2018).

Psicofarmacología clínica y psicopatología

A raíz del estudio del SNC se ha de considerar que los procesos psicológicos proceden de un complejo sistema de comunicación entre neuronas. Esta comunicación es muy importante para la comprensión del desarrollo emocional, cognitivo y conductual.

Y, como no puede ser de otro modo, los efectos que están regulados por diferentes sustancias son parte de un proceso de sinapsis entre neuronas, involucrando la comunicación entre diversas estructuras del cerebro (Sadok et al., 2018).

Con lo anterior, podemos concluir que se incluye en la psicopatología todas aquellas disfunciones neuronales químicas y eléctricas que desencadenan desórdenes cognitivos, conductuales y emocionales. Dando como resultado una diversidad de alteraciones en el sistema nervioso.

Con esto, la psicofarmacología clínica se encarga de modular y regular los procesos de alteraciones neuronales partiendo de los efectos químicos y eléctricos dentro del cerebro humano. De esta forma, su intervención se basa en la implementación de medicamentos sintéticos que actúan sobre el sistema nervioso.

Tratamiento psicofarmacológico clínico para las enfermedades mentales

Dentro del campo de salud mental existen multitud de alteraciones mentales que conllevan un tratamiento específico basado en las necesidades de cada persona. Entre algunas de las familias psicofarmacológicas aplicadas a una determinada enfermedad mental, encontramos los antipsicóticos, antidepresivos y ansiolíticos, además de sales de litio o medicamentos nootrópicos e hipnóticos (Schatzberg et al., 2016).

Antipsicóticos

Conocidos como neurolépticos, tranquilizantes mayores y, en ocasiones, ataráxicos. Se dividen en:

  • Fenotiazinas: Empleadas, comúnmente, para contrarrestar trastornos mentales y emocionales graves. Algunos medicamentos incluyen la clorpromazina, trifluoperazina, flufenazina y pipotiazina o tioridazina.
  • Butirofenonas: Reducen las cargas de dopamina en circuitos neuronales ligados a enfermedades psicóticas. Encontramos el haloperidol, pimozide y droperidol.
  • Benzamidas: Actúan en el SNC en canales dopaminérgicos y sobre el aparato digestivo. Así mismo, modulan tanto los ataques psicóticos como depresivos. Algunos medicamentos son el sulpiríde y tiapride.
  • Benzodiacepinas: Su función principal es inhibir la acción colinérgica y del glutamato en el sistema nervioso. Mientras que el glutamato facilita y agiliza la comunicación neuronal, la acetilcolina está involucrada en memoria y funciones fisiológicas de los órganos del cuerpo, como las musculares. Entre ellas, el midazolam, alprazolam, diazepam, lorazepam, bromazepam y oxepam.

Antidepresivos

El fármaco también se denominado timoanaléptico o timerético. Los antidepresivos se dividen en:

  • Inhibidores de la monoaminoxidasa (IMAO): Actúan en la encima monoaminoxidasa, relacionada directamente con el estado de ánimo. Algunos medicamentos son la moclobemida, fenelcina, tranilcipromina.
  • Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS): Son los más comunes y pueden aliviar los síntomas depresivos. Asimismo, tienen un menor efecto secundario y es de los medicamentos más seguros. Algunos son la fluoxetina, paroxetina, citalopram como escitalopram y sertralina.
  • Inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN): Especializados en tratar tanto estados de ánimo depresivo como ansioso. Actúan directamente en circuitos de serotonina que regulan el estado de ánimo y circuitos de norepinefrina, asociados con el estado vigilia, motivación y consciencia. Entre ellos, la duloxetina, desvenlafaxina, venlafaxiana y levomilnacipran.
  • Antidepresivos atípicos: Su característica primordial es que pueden funcionar en una compleja red neuronal que abarca la serotonina, norepinefrina y dopamina, aliviando los síntomas depresivos y ansiosos. Algunos de estos medicamentos son el bupropión, mirtazapina, trazodona, nefazodona, vilazodona y vortioxetina.

Ansiolíticos

Son utilizados para relajar y optimizar el estado de ánimo. Entre ellos se pueden encontrar tranquilizantes menores, sedantes o hipnosedantes.

  • Benzodiacepinas: Producen efecto sedante, ayudando en el tratamiento de las convulsiones como relajante muscular. Así mismo, actúan sobre la serotonina y norepinefrina. Algunos medicamentos son el bromazepam, clonazepam y clordiazepóxido. Además del alprazolam, lorazepam y midazolam.
  • Azapirona: Se emplea directamente en padecimientos como ansiedad, depresión y neurosis, actuando directamente en receptores 5‐HT1A. Entre ellos, la buspirona, gepirona e ipsapirona, como también el implemento de tandospirona.
  • Antihistamínicos H1: Inciden directamente en la barrera hematoencefálica, unión entre astrocitos que nutre al SNC y torrente sanguíneo. Además, deprimen el sistema nervioso generando un efecto hipnótico o de sedación. Actúan como anticolinérgicos y antiserotoninérgicos, bloqueando moléculas colinérgicas que actúan como broncodilatadores, facilitando el flujo de aire a los pulmones. Algunos medicamentos son la clorciclicina, cinacirina e hidroxicina. Aunque se puede emplear la dexclorfeniramina, oxatomida y dimenhidrato.
  • Betabloqueantes: Relacionados con la acción inmediata de adrenalina, pudiendo generar una disminución en la presión arterial y mejorando el flujo sanguíneo. Al actuar en moléculas de adrenalina pueden ayudar para el tratamiento de ansiedad y depresión. Algunos medicamentos son el nadolol, metroprolol y bisoprolol. También se suele emplear acebutolol, nebivolol y propranolol.

Anticonvulsivos

Actualmente, esta familia se sigue estudiando para entender mejor el efecto de ciertos componentes químicos sobre el cerebro humano, particularmente en el tratamiento de epilepsia. Podemos encontrar los siguientes tratamientos:

  • Sales de litio: Actúan, particularmente, en un conjunto de iones involucrados en la ganancia o pérdida de energía celular de un sistema de neuronas que sustituyen iones de magnesio, potasio y calcio. Estas sales pueden emplearse para epilepsia, trastorno bipolar y esquizofrenia, además del párkinson, problemas cardiovasculares y renales graves.
  • Valproato de magnesio: El valproato funciona como inhibidor de GABA, aumentando o disminuyendo las cargas de esta substancia asociada con las conexiones eléctricas en el caso particular de la epilepsia (Le, 2022). Asimismo, funge como excitador por excelencia en el SNC, ayudando al control del miedo, ansiedad y problemas del sueño. Se sabe que este medicamento actúa de manera eficaz para el tratamiento de esquizofrenia y trastorno bipolar.
  • Fenobarbital: Conjunto de barbitúricos que actúa como antiepiléptico tónico clónico, impactando directamente en la membrana de las neuronas. Así, afecta a su permeabilidad y flujo de iones de calcio a otras neuronas. Por otro lado, el fenobarbital también se emplea para el tratamiento de la ansiedad, ictericia neonatal y síndromes de abstinencia.
  • Topiramato: Ayuda a tratar ciertos tipos de convulsiones y actúa como regulador de GABA. Se puede emplear en tratamientos para la migraña y el síndrome Lennox-Gastaut, caracterizado por convulsiones.

Psicoestimulantes

Finalmente, y no por ello menos importantes, hay que señalar los psicoestimulantes que suelen emplearse tanto para activar o inhibir funciones cognitivas y conductuales.

Psicofarmacología clínica en los trastornos mentales
  • Armodafinilio: Ayuda a la activación del estado de vigilia, pues es un antagonista de la dopamina que disminuye hiperactivación muscular y promueve dicho estado. Por ello, es recomendable su uso en cuadros como el trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH), narcolepsia y apnea/hipopnea obstructiva del sueño.
  • Modafinilio: De acción similar al armodafinilio. Aunque su mecanismo de acción actualmente es indefinido, se asocia con la activación de moléculas de dopamina, serotonina y noradrenalina generando una activación sistemática en el cerebro. Este medicamento se emplea para trastornos del sueño, atrofias musculares y esclerosis múltiple.
  • Metilfenidato: Bloqueador de la noradrenalina y dopamina, lo que genera una mayor atención y concentración. Activa una sustancia llamada monoaminas, que funcionan como activadores del SNC, favoreciendo que la persona se mantenga despierta, por ejemplo. Este medicamento se emplea en el TDAH, narcolepsia y ansiedad.

Algo importante de la psicofarmacología

Para la implementación de un medicamento controlado, este debe de ser medicado por un psiquiatra o neurólogo que cuenta con certificación para poder brindar apoyo médico. Y, de este modo, exista un control y ajuste de cada medicamento según las necesidades terapéuticas de cada persona (Marsh, 2002). El seguimiento ayuda a entender al profesional los procesos de adaptación del medicamento al consultante y precisar continuar o cambiar la medicación (Pérez Landeiro et al., 2022).

Ahora, es importante saber que dichos medicamentos ayudan al proceso de psicoterapia, mas no solucionan el problema de raíz. Pues muchos de los procesos tienen una índole psicológica y neuropsicológica, debiendo comprenderse por ello la función de estos en base a tres aspectos: conducta, cognición y emoción (Akici y Oktay, 2007).

Conclusión

El empleo de la psicofarmacología clínica es realmente importante para conocer los efectos que pueden llegar a tener un beneficio para la calidad de vida. Esta rama debe entenderse como un trabajo interdisciplinario entre psicólogos, neuropsicólogos, psiquíatras y neurólogos. Con los medicamentos aquí mencionados se busca que nuestros lectores tengan un conocimiento general de aquellos que quizás estén empleando y sus funciones básicas.

Referencias bibliográficas

  • Akici, A. y Oktay, S. (2007). Rational pharmacotherapy and pharmacovigilance. Current drug safety2(1), 65-69. https://doi.org/10.2174/157488607779315408.
  • Alfonso, P. (2018). Manual de psicofarmacología en la práctica clínica. Lidel, Edições Técnicas.
  • Ganen, O. R., Millian, A. J. G., Carbonell, L. A. y Cabrera, P. L. (2017). La dispensación como herramienta para lograr el uso adecuado de los medicamentos en atención primaria. Revista Cubana de Medicina General Integral, 33(4), 1-10. http://www.revmgi.sld.cu/index.php/mgi/article/view/271
  • Le, J. (Octubre 2022). Absorción de los fármacos. Manual MSD versión para profesionales. https://www.msdmanuals.com/es-mx/professional/farmacolog%C3%ADa-cl%C3%ADnica/farmacocin%C3%A9tica/absorci%C3%B3n-de-los-f%C3%A1rmacos
  • Pérez Landeiro, A., Allende-Bandrés, M. A., Agustín Fernández, M. J. y Palomo Palomo, P. (2002). Teratogénesis: clasificaciones. Farmacia Hospitalaria, 26(3), 171-177. https://medes.com/publication/4466
  • Sadock, B. J., Sadock, V. A. y Sussman, N. (2018). Manual de farmacología psiquiátrica de Kaplan & Sadock. Artmed Editora.
  • Schatzberg, A. F., DeBattista, C. y Cole, J. O. (2016). Manual de psicofarmacología clínica. Ars XXI de Comunicación.
  • Smith Marsh, D. E. (Abril 2021). Reacciones adversas a los fármacos. Manual MSD versión para profesionales. https://www.msdmanuals.com/es-mx/professional/farmacolog%C3%ADa-cl%C3%ADnica/reacciones-adversas-a-los-f%C3%A1rmacos/reacciones-adversas-a-los-f%C3%A1rmacos
  • Vademécum (s.f). Vademecum. Recuperado 5 de septiembre de 2022. https://www.vademecum.es/