La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Esta cita procede del Preámbulo de la Constitución de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La definición no ha sido modificada desde 1948. Ponemos el énfasis en el segundo aspecto de bienestar al que se hace alusión, el factor mental. Es decir, todo aquello que tiene que ver con la salud mental. Sin embargo, pese a que tal descripción entrara en vigor en 1948, la salud mental no ha tenido la atención ni importancia que merece. ¿Por qué el estigma de la salud mental genera una barrera para todos?
¿Qué es el estigma de la salud mental?
Un estigma es una condición, atributo, rasgo o comportamiento que hace que una persona sea incluida en una categoría social hacia la cual se refleja una visión negativa. Con esto, se puede definir el estigma hacia la salud mental como aquellas actitudes negativas sobre las personas con enfermedades mentales.
Ahora, dentro del estigma hacia las personas que tienen una enfermedad mental se encuentran los estereotipos (creencias negativas sobre uno mismo/grupo), el prejuicio (acuerdo con una creencia y/o reacción emocional) y la discriminación (respuesta conductual al prejuicio, como la exclusión de las oportunidades sociales y económicas).
Asimismo, ha de destacarse que este tipo de actitudes están impulsadas por factores socioculturales, religiosos e individuales. Especialmente, en lo referente a la empatía, experiencia y niveles de educación (Waqas et al., 2020). Sin embargo, si bien estos factores son importantes, todas las personas pueden tener estigmas sobre la salud mental, ya sea personas sin experiencia en el ámbito de la salud, estudiantes de enfermería o profesionales ya recibidos y que ejercen su profesión.
Tipos de estigmas
A uno mismo
No solo existe el estigma de los demás sino también aquel que experimenta la propia persona. O, en otras palabras, el autoestigma o estigma internalizado. Los que implica “absorber” emocional y cognitivamente las creencias negativas sobre uno mismo. Dando paso a un estado de desempoderamiento donde predomina, en gran parte, la vergüenza.
Este tipo de estigma se traduce en una barrera más importante para la recuperación que incluso algunos síntomas psiquiátricos. Y es que, la internalización de las opiniones negativas se ha relacionado con autoculpa, ansiedad y estados emocionales negativos (Bährer-Kohler y Carod-Artal, 2017; Nugent et al., 2021).
En la familia
El estrés de ocultar la propia enfermedad mental también puede afectar a la familia o allegados de una persona. Es por esto que los profesionales de la salud mental han de ayudar a reducir el efecto del estigma. Teniendo en cuenta, en todo momento, los factores culturales.
En la comunidad
A nivel comunitario, el tema del estigma se relaciona, principalmente, con los estereotipos. Los estereotipos en el entorno pueden incluir creencias como que las personas con enfermedades mentales son violentas o peligrosas. Así como referentes a las causas de los problemas de salud mental y el tratamiento.
Un ejemplo de ello, es la idea errónea de que un trastorno es resultado de la acción o inacción de una persona o se debe a fallas de carácter moral. Por otra parte, quienes presentan algún problema de salud mental que, además, se encuentren en situaciones donde los ingresos económicos sean insuficientes, no tengan acceso a una educación o un empleo de calidad, pueden acabar por alejarse irremediable y progresivamente de la vida en la comunidad.
Personal de la salud
Los profesionales de la salud mental no son los únicos especialistas que son objeto de discriminación. También lo son los expertos en políticas de salud. Un aspecto que, sin duda, retrasa la necesidad de poner la salud mental como prioridad. Asimismo, todos los profesionales de la salud han de ser conscientes que también pueden contribuir a la estigmatización, a través de prejuicios conscientes o inconscientes.
Por ejemplo, al mostrar desinterés por el historial de salud mental de la persona, mantener distanciamiento social, etiquetado psiquiátrico, pesimismo terapéutico, discriminación estructural relacionada con un tratamiento psiquiátrico de calidad o medidas de rehabilitación en personas más desfavorecidas o al compartir insuficiente información del diagnóstico.
Estigma y medios de comunicación
En múltiples ocasiones, la información que se presta en ciertos medios de comunicación se transmite desde el sensacionalismo. Un aspecto que da pie a confusión y genera más sesgos en la población.
De esta forma, los representantes de los medios de comunicación deben prestar atención a la educación pública sobre cuestiones de salud mental. Evitando favorecer cualquier tipo de comportamientos estigmatizantes en la sociedad. Con lo leído hasta ahora, ¿entendemos mejor por qué el estigma de la salud mental genera una barrera para todos? Veamos más.
Consecuencias del estigma
El estigma asociado con la salud mental desemboca en una peor búsqueda de ayuda, acceso reducido a los servicios de salud, tratamiento subóptimo y mayor mortalidad, entre otros. Así mismo, se ha reportado que altos niveles de estigma internalizado en personas con problemas de salud mental están relacionados con mayores síntomas psiquiátricos y menor disposición a adherirse al tratamiento (posiblemente porque la persona quiera evitar etiquetarse a sí misma negativamente u ocultar sus problemas a los demás).
Además de falta de empleo, aislamiento social y baja autoestima. Ahora, si a nivel mundial, una de cada tres personas padece una enfermedad mental durante su vida, alterando, de esta forma, el estado de su salud mental, podemos preguntarnos lo siguiente (Waynor et al., 2020).
¿Por qué se mantiene el estigma?
Siendo las afectaciones de salud mental un problema de salud pública tan prevalente, ¿por qué se mantiene el estigma hacia estas? La base, en buena parte, conlleva el miedo al estigma, prejuicios y discriminación de la sociedad.
Además, las creencias erróneas suelen estar enmarcadas en la forma en la que las personas perciben las enfermedades mentales. Lo cierto es que, mucho tiene que ver esto con la propia definición de salud mental si se entiende como una definición categórica y no como un continuo.
Si es así, es más probable que exista una etiqueta y, por tanto, haya un estigma. Dando paso a la separación de un “nosotros (personas sin problema de salud mental)” de “ellos (personas con problemas de salud mental)”. Por esto, lo adecuado es considerar un concepto continuo de salud y enfermedad mental que asuma una dimensión desde síntomas psiquiátricos severos a síntomas subclínicos, leves o inexistentes.
Con lo anterior, y puesto que es probable que a lo largo de la vida se experimenten síntomas de enfermedad en cuanto a salud mental, se interiorizaría que esta no es categóricamente distinta de la “normalidad”. Sino que forma parte de un continuo de experiencias de vida. Disminuyendo, por ende, el estigma hacia la salud mental per se (Peter et al., 2021).
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Es importante que las personas que experimentan un estigma internalizado puedan recibir apoyo (donde se incluya psicoeducación) y desarrollar nuevas narrativas sobre uno mismo. Esto es, enfrentar con ayuda el desafío de abordar lo que muchos han considerado un tema invisible.
Por otro lado, son cruciales las intervenciones educativas dirigidas a médicos generales, especialistas no psiquiátricos, enfermeras y profesionales no relacionados con la salud mental. Así como una mayor presencia de salud mental en la atención primaria.
Este tipo de estrategias son eficaces en la mejora del conocimiento y habilidades para tratar a personas con algún problema de salud mental. De esta forma, el mensaje ha de ir encaminado a dos objetivos generales, la normalización del paradigma y la medicalización. O en otras palabras, educación y sensibilización de la salud mental (Javed et al., 2021).
Conclusión
El estigma de la salud mental es una barrera para todos. Alguna persona puede preguntarse, ¿por qué el estigma de la salud mental es una barrera para todos si yo no tengo un problema de salud mental? La respuesta ha sido contestada a lo largo de la nota. Y es que, en pocas palabras, nadie está exento de sufrir una enfermedad mental. Por ello, trata a los demás como querrías que te tratasen.
Además, el estigma en torno a la salud mental no solo afecta a quienes la padecen directamente, sino que también impacta en la sociedad en su conjunto al perpetuar la discriminación y la exclusión. Al fomentar la comprensión, empatía y aceptación, se promueve un entorno más inclusivo y solidario que beneficia a todos, contribuyendo así a construir una comunidad más saludable y equitativa.
Referencias bibliográficas
- Bährer-Kohler, S. y Carod-Artal, F. J. (Eds.). (2017). Global Mental Health. Springer. Doi: 10.1007/978-3-319-59123-0
- Javed, A., Lee, C., Zakaria, H., Buenaventura, R. D., Cetkovich-Bakmas, M., Duailibi, K., Ng, B., Ramy, H., Saha, G., Arifeen, S., Elorza, P. M., Ratnasingham, P. y Azeem, M. W. (2021). Reducing the stigma of mental health disorders with a focus on low- and middle-income countries. Asian Journal of Psychiatry, 58, 102601. https://doi.org/10.1016/j.ajp.2021.102601
- Nugent, C., Rosato, M., Hughes, L. y Leavey, G. (2021). Risk factors associated with experienced stigma among people diagnosed with mental ill-health: A cross-sectional study. Psychiatric Quarterly, 92(2), 633-643. https://doi.org/10.1007/s11126-020-09827-1
- Peter, L.-J., Schindler, S., Sander, C., Schmidt, S., Muehlan, H., McLaren, T., Tomczyk, S., Speerforck, S. y Schomerus, G. (2021). Continuum beliefs and mental illness stigma: A systematic review and meta-analysis of correlation and intervention studies. Psychological Medicine, 51(5), 716-726. https://doi.org/10.1017/S0033291721000854
- Waqas, A., Malik, S., Fida, A., Abbas, N., Mian, N., Miryala, S., Amray, A. N., Shah, Z. y Naveed, S. (2020). Interventions to Reduce Stigma Related to Mental Illnesses in Educational Institutes: A Systematic Review. Psychiatric Quarterly, 91(3), 887-903. https://doi.org/10.1007/s11126-020-09751-4
- Waynor, W. R., Karyczak, S., Taylor, E., Eissenstat, S. J. y Reinhardt-Wood, D. (2020). A mediation model: Fighting internalized stigma to create hope for people living with serious mental illness. Journal of Rehabilitation, 86(4), 42-47. https://doi.org/10.1177/0034355219886916