Actualmente, el abordaje de la demencia se posiciona como unos de los grande desafíos del siglo XXI debido a que afecta a más de 50 millones de personas en el mundo y, por si fuera poco, se espera que la tasa de prevalencia se triplique para el 2050. En este sentido, la identificación y prevención de los aspectos que puedan modificarse y mejorarse se convierte en una prioridad de la salud pública. Por ejemplo, el trastorno de estrés post traumático (TEPT) se esta comenzado a identificar como un posible factor de riesgo para el desarrollo de demencia. No obstante, la magnitud de esta relación y los posibles mecanismos aún son desconocidos. En tal contexto, surge una investigación que se presenta como el primer metaanálisis que cuantifica dicha asociación. Entonces… ¿Qué propone este estudio en cuanto al TEPT como factor de riesgo en la demencia?
Explorando la demencia
La demencia se caracteriza por un deterioro progresivo de las funciones cognitivas, como por ejemplo la memoria, el pensamiento y la capacidad para llevar a cabo actividades diarias. Además, impacta significativamente en la calidad de vida de los individuos y sus familias, configurándose como una de las principales causas de discapacidad en la población de edad avanzada a nivel mundial. De este modo, resulta interesante preguntarse: ¿Cuáles son los principales factores de riesgo que pueden ser claves para la detección del mismo?

El TEPT, trastorno relacionado con el estrés desencadenado por eventos traumáticos, se asocia con el deterioro cognitivo y cambios estructurales en el cerebro. Y, entendiendo que la demencia tiene un impacto profundo en la memoria, surge la necesidad de evaluar el impacto del trastorno de estrés post traumático en el posterior desarrollo de este cuadro.
Pero… ¿Qué es el TEPT?
El TEPT se define como un trastorno de ansiedad que tiene la capacidad de desarrollarse después de que una persona ha sido expuesta a un evento traumático. Situaciones como accidentes graves, conflictos armados, agresiones físicas o sexuales, u otros episodios de violencia extrema podrían conformar eventos de este estilo. Por otro lado, los criterios diagnósticos para el TEPT, según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, quinta edición (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, DSM-V, en inglés), incluyen la presencia de varios síntomas característicos.
Criterios diagnósticos del TEPT
Dentro de dichos criterios están incluidos intrusiones no deseadas de recuerdos del evento traumático. Estos recuerdos pueden manifestarse en forma de flashbacks, pesadillas o pensamientos intrusivos recurrentes. Del mismo modo, debe estar presente la evitación persistente de estímulos que recuerden el trauma, así como también cambios negativos en el estado de ánimo y la cognición.
En tercer lugar, debe presentarse una reactividad aumentada, que puede incluir hipervigilancia, respuestas de sobresalto exageradas, irritabilidad, entre otras. Por último, es necesario aclarar que para poder diagnosticar este trastorno, además de cumplir con la mencionada lista de síntomas, los mismos deben persistir durante más de un mes y causar malestar significativo o deterioro en el funcionamiento social, laboral u otras áreas importantes de la vida del individuo.
TEPT y demencia: Un vínculo revelador

Este estudio publicado en 2020 se propuso analizar la asociación entre el TEPT y la demencia, además de evaluar la calidad de la evidencia disponible. Para ello, se llevó a cabo una revisión sistemática y un metaanálisis, realizándose una exhaustiva búsqueda en múltiples bases de datos. De esta manera, se seleccionaron estudios prospectivos y retrospectivos longitudinales que investigaban la asociación entre el TEPT y la demencia en adultos mayores de 18 años.
Los resultados mostraron que el TEPT se asoció significativamente con un mayor riesgo de demencia. Además, el metaanálisis principal, que incluyó ocho estudios y casi dos millones de participantes, reveló un aumento en el riesgo de demencia en individuos con TEPT.
Diferencias entre las distintas poblaciones
En el contexto del estudio se llevaron a cabo análisis de subgrupos para investigar cómo el riesgo de demencia asociado con el TEPT variaba entre ellos. Esto, permitió confirmar que el riesgo de demencia relacionado con el TEPT era consistente.
No obstante, también se encontró que el riesgo era mayor en la población general en comparación con los adultos mayores. En otras palabras, la población general con TEPT tiene mayor riesgo de desarrollar demencia, en comparación con aquellas personas que están transitando la vejez y que también presentaban este trastorno. Las razones de esta disparidad podrían ser cuestiones a tener en cuenta para futuros estudios.
Retos actuales sobre el TEPT y la demencia

A pesar de los análisis realizados, se presentaron heterogeneidades entre los estudios, tales como diferencias en el país de origen de la población estudiada o disparidades en la proporción de mujeres en las muestras, que dificultaron la interpretación de los resultados obtenidos. A su vez, la naturaleza observacional de los mismos, mayormente retrospectivos, implicó limitaciones en la consistencia de las mediciones.
Para avanzar en este campo, los autores sugieren la necesidad de estudios futuros que incluyan los mecanismos ambientales, relacionados con el trauma. Además, también sería interesante tener en cuenta aspectos neurocognitivos específicos del trauma y sus implicancias en el aumento de la vulnerabilidad al deterioro cognitivo.
El debate continúa
Este estudio ofrece un primer acercamiento al TEPT como un factor de riesgo para el deterioro cognitivo. Proporciona evidencia sólida de que el TEPT es un factor modificable y significativo para la demencia, sugiriendo que las estrategias de prevención del TEPT deberían ser integradas en las iniciativas de salud pública a nivel mundial.
A su vez, se plantea la posibilidad de que un tratamiento efectivo podría reducir el riesgo de desarrollar demencia, destacando así la necesidad de investigaciones que exploren esta opción. Finalmente, se resalta la importancia de abordar de manera más detallada dicha asociación, con el objetivo de desarrollar intervenciones oportunas para mitigar los riesgos asociados.
Referencia bibliográfica
- Günak, M. M., Billings, J., Carratu, E., Marchant, N. L., Favarato, G. y Orgeta, V. (2020). Post-traumatic stress disorder as a risk factor for dementia: systematic review and meta-analysis. The British journal of psychiatry 217(5), 600-608. Doi: 10.1192/bjp.2020.150
Muy bueno!!! Felicitaciones
Gran articulo!! felicitaciones
Excelente artículo!!! Felicitaciones
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