Las neurosis, dentro del ámbito psicológico, representan trastornos mentales caracterizados por patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales. Estas condiciones no implican una pérdida total de contacto con la realidad como si ocurre en las psicosis. No obstante, generan malestar significativo en la vida cotidiana de quienes las experimentan. Este término, popularizado por Freud, también ha sido objeto de estudio en la psiquiatría, especialmente entre la tradición francesa clásica. ¿De qué hablamos cuando decimos neurosis? ¿Cómo lo describieron los franceses? ¿Cuáles son?
Neurosis: Un término con historia
El término neurosis tiene sus raíces en la historia de la psicología y la psiquiatría. Aunque su uso ha evolucionado con el tiempo, la noción de neurosis ha estado presente en la comprensión de los trastornos mentales desde los primeros desarrollos en dichos campos.
En el siglo XIX, época de psicólogos y psiquiatras clásicos como Sigmund Freud y Pierre Janet, el concepto de neurosis ganó mayor renombre. Freud, en particular, desempeñó un papel crucial en la conceptualización y popularización de este término.
El llamado padre del psicoanálisis identificó a las neurosis como trastornos psíquicos que surgían de conflictos internos y la represión de deseos y pensamientos inaceptables. Según su teoría, estas tensiones no resueltas se manifestaban en síntomas como ansiedad, obsesiones y compulsiones.
Sin embargo, con el tiempo, la comprensión de las neurosis se amplió y se incorporaron diferentes enfoques teóricos. A medida que la psicología y la psiquiatría avanzaron, el término se utilizó de manera más amplia para describir una variedad de trastornos mentales caracterizados por el sufrimiento psicológico y patrones de comportamiento desadaptativos (Fenichel, 2006).
Su diversidad
El concepto de neurosis se ha acoplado a síntomas diversos. Como decíamos, entre ellos, la ansiedad excesiva, miedos irracionales, obsesiones, compulsiones, y preocupaciones desproporcionadas. Asimismo, se describió que, a menudo, las personas que conviven con neurosis buscan alivio a través de estrategias de afrontamiento poco saludables, como evitación de situaciones temidas o la búsqueda constante de seguridad.
Por otra parte, se creía que el origen de las neurosis podía vincularse a múltiples factores. Por ejemplo, como experiencias traumáticas o patrones de crianza disfuncionales. Así, dichas condiciones podrían interferir en el funcionamiento diario y afectar las relaciones personales, laborales y sociales.
Las neurosis: ¿Qué se escribió sobre ellas?
Resulta importante señalar que en las últimas décadas, el término ha perdido parte de su prominencia en la clasificación oficial de trastornos mentales. Lo que sucedió a raíz de la evolución de la psiquiatría y la introducción de otros sistemas diagnósticos. Así, en aquellos más contemporáneos, como el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, Fifth Edition, DSM-V, en inglés), se ha dado preferencia a términos más específicos y clínicamente definidos para describir los trastornos psicológicos. Sin embargo, la influencia histórica de la noción de neurosis persiste en la comprensión moderna de la psicopatología.
¿Una afección de la personalidad?
Henri Ey (1979), autor clásico de la psiquiatría francesa, consideró a las neurosis como trastornos mentales menores en comparación con las psicosis. Pues no alteran radicalmente la percepción de la realidad del sujeto, más bien generan desequilibrios internos.
Y es que, dichas afecciones crónicas afectan el sistema del yo y su relación con la realidad, aunque de manera menos profunda que las psicosis como los delirios crónicos y la esquizofrenia.
Dos tipos
La presentación clínica de las neurosis de Ey se caracteriza por dos elementos principales:
- En primer lugar, los síntomas neuróticos representan trastornos en la conducta, los sentimientos o las ideas, actuando como mecanismos de defensa contra la angustia. Estos síntomas son compromisos internos que proporcionan al sujeto ciertos beneficios secundarios relacionados con las neurosis. En este sentido, Ey describe a las neurosis como afecciones de la personalidad.
- En segundo lugar, el carácter neurótico del yo contribuye a la dificultad en establecer relaciones satisfactorias con los demás y mantener un equilibrio interior. La identificación consigo mismo complica la búsqueda de relaciones saludables con los demás y el logro de un equilibrio emocional.
La complejidad de las neurosis
Como ha sido mencionado, la concepción de la psiquiatría francesa de las neurosis las ve como parte de la personalidad, no como eventos abruptos. Así, las personas contarían con mecanismos de defensa específicos neuróticos subyacentes que buscan disminuir la tensión interior evitando el reconocimiento de la angustia.
Son esencialmente inconscientes y desempeñan un papel fundamental en la organización del yo. Los mecanismos principales incluyen represión, desplazamiento, proyección e identificación, contribuyendo a la complejidad de las neurosis. Por ejemplo, en la proyección una persona expulsa y atribuye a otra cualidades, sentimientos o deseos que no reconoce o rechaza en sí misma. En términos más sencillos, es cuando alguien ve en los demás lo que no quiere ver en sí mismo.
¿Entonces?
Desde la perspectiva del psicoanálisis y la psiquiatría francesa, la proyección no se limita a ser una percepción dirigida por la personalidad del observador, como se podría pensar en técnicas proyectivas. Más bien, es un mecanismo que implica negar ciertas tendencias internas al atribuirlas a otra persona. Por ejemplo, alguien podría decir: No soy yo quien siente hostilidad, es la otra persona que actúa de manera hostil. En esencia, es una forma de lidiar con aspectos de uno mismo al externalizarlos y atribuirlos a los demás.
Por otro lado, también se hace referencia al mecanismo de defensa de racionalización o intelectualización. Un proceso psicológico que implica dar explicaciones lógicas y racionales para justificar o explicar emociones, comportamientos o decisiones, en lugar de abordar las verdaderas motivaciones subyacentes.
El alivio es temporal
En el ámbito de las neurosis, la racionalización actúa como una estrategia inconsciente para reducir la ansiedad y proteger a la persona de confrontar conflictos emocionales. Con lo que se tiende a recurrir a la racionalización para distorsionar la realidad y hacerla más aceptable o comprensible desde una perspectiva lógica.
Dicho mecanismo de defensa puede ofrecer una sensación temporal de alivio al proporcionar una explicación aparentemente coherente para eventos o sentimientos conflictivos. Sin embargo, se describe que, a largo plazo, la racionalización puede dificultar la comprensión genuina de las emociones subyacentes y obstaculizar el proceso terapéutico (Ey, 2008).
Conclusión
La historia de la psiquiatría francesa y psicología revela la evolución constante en la comprensión de las neurosis. Valorar este trayecto histórico no solo honra el progreso, sino que también inspira rumbos terapéuticos innovadores. Pues aprender de las teorías y enfoques del pasado permite abordar las neurosis con perspectivas frescas y personalizadas, fomentando terapias más efectivas y centradas en el individuo. La riqueza histórica se convierte así en un recurso valioso para modelar el futuro de la atención psicológica.
Referencias bibliográficas
- American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). https://doi.org/10.1176/appi.books.9780890425596
- Ey, H., Bernard, P. y Brisset, C. H. (1979).Tratado de psiquiatría. Masson.
- Ey, H. (2008). Estudios psiquiátricos. Polemos.
- Fenichel, O. (2006). The Psychoanalytic Theory of Neurosis. Routledge.